Desde tiempo atrás me hacen siempre la misma pregunta y yo respondo la misma cosa casi siempre.
¿Por qué odias a Jeon Jungkook?
Porque es un maldito imbécil.
Así de simple, a veces cambiaba a: es un egocéntrico, tiene cara de rata, es un mujeriego o le huelen los pies.
Pero aquellas respuestas eran sólo para evitar contar la verdad del asunto, porque luego de un tiempo comenzó a fastidiarme el tener que narrar la misma historia una y otra vez. Y no, no es como la gente pensaba que era el asunto, no me había enamorado de él y sido rechazada (me da nauseas de sólo pensarlo), la cosa era diferente en muchos sentidos.
Hubo un tiempo en el que éramos cercanos, por muy descabellado que suena ahora, éramos algo así como los mejores amigos junto a mi hermano menor. Park Jimin es la cosita más hermosa que he visto en la vida, tan tierno y adorable, nos llevábamos solamente un añito y yo lo cuidaba y sigo cuidando, como lo más preciado en mi vida.
Los tres éramos inseparables, porque también somos vecinos (por desgracia así sigue siendo), jugábamos todo tipo de cosas, veíamos la televisión y en algunas ocasiones hasta acampamos afuera del patio de la familia Jeon.
Todo bien, hasta que...
—Me gustas — había confesado el tierno de mi hermano, yo estaba apoyándolo desde una esquina, esperando a que todo resultase bien porque desde pequeña tenía un alma de fujoshi.
—¿Yo? — Preguntó señalándose bastante confundido.
—Sí, tú — las mejillas de Jimin estaba todas rojas y quería ir a mordérselas de lo lindo que era.
—Qué asco, no — mi sonrisa se fue cayendo hasta formar una mueca extraña.
—¿Por qué? — Se acercó a él queriendo tomar su mano, pero Jungkook lo empujo asqueado.
—Porque no soy marica como tú — jamás olvidaré esas palabras de su parte y mucho menos la expresión que puso.
—¡JEON JUNGKOOK! — Salí corriendo hacia él para darle un buen putazo.
El que claramente recibió además de varias patadas, mordidas, jaladas de pelo y rasguños.
—¡Maldito estúpido! ¡Te odiaré toda mi vida y jamás te perdonaré ni un poquito! ¡Lo juro por mi Jimin que de ahora en adelante no seremos amigos nunca más y no te dirigiré la palabra ni diré tu nombre! — Espeté todo lo fuerte que pude, seguía tirado en el piso sin saber qué decir o cómo reaccionar — ¡Tú, maldita...— no encontraba cómo decirle, hasta que se me alumbró el cerebro — ¡RATA!
Dicho eso jalé a Jimin y nos fuimos de ahí, detrás de mí venía llorando mi pequeña bolita de grasa.
Y esto es algo que no cuento nunca, pero yo también estaba llorando ese día al regresar a casa. Ahí terminó mi amistad con aquel ser despreciable y nos convertimos en completos extraños, así fue hasta que entramos a la secundaria.
Sigo sin poder explicarme el por qué, pero al parecer a la chicas huecas les gustaban los chicos con cara de rata. Jeon Jungkook fue ganando popularidad entre más crecía, eso me molestaba, quiero decir ¿qué le veían a esa cosa?
Entonces entré a mi primer año de colegio, en donde la cosa seguía igual, él popular y arrogante. Sólo había que verlo para saber lo despreciable que era. ¿Acaso nadie
—Se da cuenta de lo feo que es? — Volteé a ver a la persona que dijo eso y me encontré con una chica de cabello negro sentada a mi lado, ni me había fijado en ella por estar maldiciendo a la rata desde lejos — ¿Qué le ven las demás chicas? — Preguntó y yo asentí fuertemente, al fin alguien pensaba lo mismo que yo.
—¡No lo sé! Es arrogante, un maldito mujeriego y patán — empecé a decir en voz alta, ella me miró algo sorprendida pero pronto estuvo de acuerdo — Y además
—¡Tiene cara de rata! — Dijimos las dos al mismo tiempo.
—Oye, me agradas — me comentó luego de una carcajadas que nos dimos.
—Y tú a mí, me estaba hartando de estar rodeada de chicas que piensan que es el dios de la escuela, por no hablar de sus molestos amigos — rodé los ojos, ella asentía en acuerdo — Sabía que no debía ser la única
—No lo eres, no creo que así sea — ambas nos miramos y parecía que una brillante idea estaba creciendo en nuestras cabezas — ¿Estás pensando en lo mismo que yo?
—Creo que sí — nos acercamos más con mirada cómplice.
—Bien, hay que ir a conseguir pegamento para pegarle los calzones al casillero y así no tenga con qué cambiarse al acabar deportes y se le raspe el culo — ya se estaba levantado lista para ir a hacer su plan maestro, sin embargo la detuve.
—Eso no, es buena idea y muy malévola, pero me refería a que podríamos hacer un club contra la rata — dije, ella lo pensó por un momento.
—Me gusta la idea, sí, El Club Anti Jungkook — aplaudí emocionada — yo seré la vicepresidenta y tú la presidenta
—¿Y yo por qué?
—Es que no quiero hacerme cargo de todo, demasiado trabajo para mí y tú pareces más responsable — se encogió de hombros, suspiré.
—Bien, lo seré — y nos dimos la mano para cerrar el trato — por cierto, ¿cómo te llamas?
—Carry, Kim Carry ¿y tú?
—Park NamKyu
Y así es como comienza esta extraña historia.
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El Club Anti Jungkook & NamJin ✎ BTS (YoonMin)
Fanfiction"Juro por todo lo genial y las donas del mundo que odiaré al innombrable. Odiaré todo lo que tenga que ver con él y a sus amigos que comparten sus gérmenes de rata. Estaré siempre con mis hermanas odiándolo, lo juro y si llego a romper el juramento...