Capítulo 1

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Narración.- Kaguya.
Estaba sentada en el trono de oro, con mi hermano Madara de pié a mi lado derecho. Y en ese momento, mis tropas oscuras entraron con dos hombres prisioneros.

- ¡Se les ha encontrado husmeando entre las carretas de carga! Son servidores del Duque.

Dejaron arrodillados a los dos hombres, mientras los apuntaban con las espadas. Me levanté del trono y bajé los pequeños escalones, llegando frente a ellos. Uno de los hombres era joven y bastante apuesto, lo miré fijamente y agarré su mentón para que me mirara.

- Eres muy apuesto, seguramente cuando yo era joven, hubiera dado todo por una cara tan bonita como la tuya..¡Y tu me hubieras destrozado el corazón, como cualquier hombre!

El chico hizo un movimiento rápido con su cuerpo, sacando un cuchillo y apuñalándome el vientre.

- ¡¡Ahh!!..¡Aggh!. - Saqué el cuchillo de mi cuerpo y lo dejé caer al suelo. - ¿Querías asesinar a tu reina?

El joven hizo una expresión de susto al darse cuenta que mi herida ya se había curado, y que ni siquiera solté una sola gota de sangre.

- ¿Tu corazón es realmente fuerte como para desafiarme?.

Acerqué mi mano derecha al pecho del joven, intentando poder extraer algo de su alma con mi magia negra.

- ¡No me mate, Kaguya, reina mía! ¡Por favor!

El hombre no tardó en caer muerto, pues me he llevado su alma conmigo.
Miré al otro hombre, y sin ponerle mucha atención, me di la vuelta para ir hacia mi habitación.

- Dejenlo libre, y que les diga a los demás lo bondadosa que es su reina.

Madara me siguió hasta mi habitación, y sonrió con un poco de tristeza.

- Hermana..te ves más cansada y..

- Vieja, ¿no?. Siento como mi poder se desvanece..

Me miré en el espejo, tocando mis arrugas con las yemas de los dedos.

- Tranquila, Hermana, he traído tu salvación.

Una chica entró a la habitación, mirándonos con miedo. Era demasiado joven, justamente lo que busco.
Me acerqué a ella, y tomé su cuello entre mis manos, levantando su cuerpo a algunos veinte centímetros del suelo.
Tragué poco a poco la belleza y juventud de la chica, dejándola anciana. La dejé caer sobre el suelo, y admiré cómo mi belleza regresaba a mi rostro, viéndome joven de nuevo, sintiendo el poder inmenso de mi magia.

- Eres hermosa, hermana..

Madara salió de la habitación llevándose a la chica, y yo me quedé un poco insatisfecha.

- Espejo, espejo..dime una cosa, ¿quién es la más hermosa?

Hablé con suavidad mientas me reflejaba en el espejo de oro.
El espejo tomó una forma humana y se puso de pié frente a mí.

- Lo siento, mi Majestad, pero esta vez, tu belleza ha sido opacada por alguien más..

- ¡Dime quién es!

- Su nombre es Sasuke..su belleza y su inocencia han pasado los límites. Es por eso, que últimamente te has sentido más cansada y sin poder..

- ¡Ese niño! Tengo que matarlo..

- ¡Cuidado, Kaguya! Pues así como el puede ser una amenaza para ti, también puede ser tu salvación..

- ¿Qué estás diciendo?

- Escucha con atención; Sasuke puede matarte con su dulzura y pureza, pero también te puede librar de una muerte, sólo necesitas su corazón, así, podrás conseguir una belleza eterna..e inmortalidad.

Blanca Nieves Y El Cazador. (ItaSasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora