¿Obsesión? Nah, es amor | Finalizado [✔]

Capítulo 2 - ¿Es esto normal...?

Yoosung iba dando muy fuertes y largas zancadas por el piso de cemento. Tal y como había dicho, planeaba darle una visita a su amigo pelirrojo.

¡Ese Seven! -Pensó con un puchero en el rostro. -¡¿Cómo se atreve a ignorarme así?! ¡Ya vera!

Se detuvo al visualizar el edificio en el que vivía actualmente, ¿Y por qué no estaba en su casa? La razón era simple; estaba evadiendo el trabajo y la molesta presencia de Vanderwood que atentaba contra el preciado tiempo que pasaba junto contigo. Por lo que no dudo ni un segundo en tomar a todos sus bebes consigo, las suficientes reservas de frituras, Dr. Pepper y marcharse a uno de los muchos departamentos que había adquirido solo por si acaso. Yoosung entro sin perder tiempo, y fue directo al ascensor y antes de presionar los botones reviso el número del piso que su amigo le había enviado un par de día atrás. Su concentración era semejante a la que empleaba cuando jugaba una partida de LOLOL, no prestaba atención a nada a su alrededor. Lo único en lo que podía pensar era en hacer pagar a su amigo.

Las puertas del ascensor se abrieron. Y recorrió el largo pasillo hasta llegar a su destino. Puerta número setecientos siete... ¿Casualidad...?

¡Por supuesto que no!

Él sabia perfectamente, desde la primera vez que fue invitado a pasar una noche de LOLOL intenso -en la que también se había dado una fuga temporal del trabajo-, que su amigo pelirrojo había escogido aquel departamento a propósito. Giro la manilla. Cerrado...

Miró con recelo a la puerta. Se inclino levemente imitando uno de los saludos que hacían en las distintas artes marciales antes de iniciar un combate, retrocedió unos cuantos pasos con una mirada sin una pizca de duda. La pateo con todas las fuerzas que su cuerpo de gamer le permitía... recibiendo a cambio una torcedura.

Chilló saltando en un pie, levantando el que había sido afectado en su intento de invadir el lugar con violencia. En su mente se había visto mucho mejor. En el proceso noto un tapete en el piso, este tenía gravado "Lololol". Arqueo las cejas. Sentía como si se estuvieran riendo de él. No se contuvo e intento patearlo también, descubriendo una llave.

Un suspiro se escapo de sus labios. Aveces Seven podía llegar a ser muy descuidado... Bueno, supuso que quizás se había dejado llevar ya que contaba con muchas propiedades. Ingreso la llave en la manija, esta crujió al darle la vuelta. Asomo levemente la cabeza y observar el panorama. Todo estaba oscuro. La puerta soltó un chirrido al ser abierta por completo, la sombra de Yoosung se veía claramente por la luz del pasillo.

Era como la escena de una de las muchas películas de terror que había visto a lo largo de su vida, películas las cuales desearía no haber visto. El estruendoso sonido de algo cayendo al piso lo trajo de vuelta a la realidad.

-¿S-Seven...? -Mascullo tratando de tragarse el miedo. Nadie respondió, solo se escuchaban crujidos. Camino a pasos lentos, por la sala pequeña la sala del no mu espacioso lugar. Debía ser valiente, ¡como si se tratara de una de las muchas partidas de LOLOL! ¡Eso es! Tomo una lámpara situada aún lado de la puerta levemente abierta, en la que se veía algo de iluminación y se oían esos extraños crujidos.

-Soy un guerrero valiente... -Trago en seco. -Este no es el departamento de Seven, es el castillo del Rey Troll, y lo que llevo en las manos no es una lámpara... es el Legendario Mazo de los Guerreros... ¡Soy un guerrero...! ¡A la carga!

Y pateo la puerta, preparándose para golpear a alguien en el peor de los casos. Lo que vio a continuación lo dejo en shock.

-¡¿Seven?!

Él nombrado se encontraba tras una especie de barricada hecha a base de una silla, teclados de computadora, almohadas y envoltorios vacíos de Honneys bhudda chips. Sangre salía a chorros de su nariz, y su rostro estaba igual de rojo que su cabello.

¿La razón?

Pues fue está la que dejó perplejo al pobre rubio. En tres grandes pantalla estaba MC, de distintos ángulos. Ella estaba apunto de sacarse su blusa, y dejar al descubierto la ropa interior de su pecho.

-¡Esto no es lo que parece! -Anuncio Seven sacudiendo las manos. Y el extraño crujido que se oía eran sus dientes, que temblaban como locos.

-¡Pues créeme que parece lo que creo que parece! -Grito luchando por no mirar las pantallas. - ¡Pensé que eras sobre-protector pero esto es acoso a otro nivel!

Yoosung se abofeteó mentalmente. ¡No era tiempo de hablar, sino de actuar! Con un muy notorio rubor en las mejillas, y tratando de no admirar tú cuerpo -más de lo que lo había hecho ya, inconscientemente-, intento desconectar las pantallas ocultando su rostro con uno de sus brazos y gateando debajo de la mesa. Era sorprendente la cantidad de cables que habían ahí. Entro en pánico al notar que solo llevabas tus vaqueros y el bra. No lo soporto más, un liquido carmesí amenazaba con salir de su nariz, cerro los ojos y dio un fuerte tirón desconecto todo de golpe. La pantalla se apago en el momento más oportuno.

Seven parpadeo incontables veces mientras Yoosung trataba de tranquilizar su respiración y limpiaba las pequeñas gotas de sangre con el dorso de su brazo. Eso había sido muy peligroso para ambos, en todos los sentidos.

-Jeje... -Murmuro Luciel secando el sudor de su frente con la manga de su chaqueta. -Eso estuvo cerca... ¿No lo crees compañero?

-¡Eres un pervertido asqueroso! -Soltó a punto de golpearlo con la lampara que posteriormente había dejado caer en el suelo.

-¡Espera, espera! -Protegió su cara con sus manos. - ¡Puedo explicarlo!

-¡¿Explicarlo?! -Jadeó sacudiendo la cabeza. -¡¿Estas loco?!

-Loco de amor... -Sumo con un puchero y una mueca atontada.

-¡¿Amor?! Enserio no sabes cuantas ganas tengo de golpear tu pervertido rostro...

-¡No soy un pervertido!

-Eso es exactamente lo que diría uno...

-¡¿Cómo es que sabes tanto de pervertidos?!

-¡N-no me cambies el tema, pervertido!

-¡Ajá -Lo señalo con un dedo acusador. -, dudaste!

Yoosung le arrojo la lampara en la cara. No tuvo tiempo para esquivarla.

-¡Eso duele! -Gruño él.

-¡¿Si?! ¡Me alegro que duela! ¡Ahora levanta el trasero jovencito! ¡Tendremos una charla sobre esto!