Unico capítulo

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-Freddy tengo sueño
-Y yo Fred- dije cansado mientras me abotonaba la camiseta del uniforme
-Podrias faltar hoy a la escuela~-dijo insinuosamente delante mía
-No Fred-Vire los ojos ojos y bajé a la cocina a por el delicioso desalluno
-Vamos Freddy no seas tan aburrido
-Callate
-Cariño ¿Te tomaste las pastillas?-Preguntó mi madre alegremente entrando en la cocina
-Si mamá-Salí de casa y me encaminé hacia la escuela
-Oh vaya, alguien quiere que no desaparezca~
-No te creas importante, solo no quiero drogarme por tu culpa-murmuré por lo bajo mientras andaba sonriente hacia mi grupo de amistades
-Agh esos pesados otra vez no-y desapareció de mi vista volviendo a entrar en mi cabeza
-¡¡Hola Freddy!!-saludaron todos al unísono
-¡Hey chicos!
Golden le murmuró algo por lo bajo a Chica y esta asintió con la cabeza muy segura,ante aquella afirmación el dorado se sonrojó un poco y rió nerviosamente.
-Tsk niño mimado,los secretos en reunión son de mala educación-Canturreó Foxy obviamente molesto por la cercanía de los dos
-Yo...yo...-la campana sonó salvándole de aquella situación incómoda.
Cuando llegamos al aula me senté como de costumbre entre Chica y Bonnie.
-Vamos Freddy vamonos-volvió a insistir el pelinegro-Me aburroooo
-Shhh intentó prestar atención-Susurré
-Tu y yo sabemos que eso no es verdad-me susurró al oído provocando que tensase todos mis músculos-Venga pide ir al baño y nos escapamos~
-Callate y déjame en paz
-Oh vamos es mi vida también, podríamos hacer algo que a mí me gustase.
Viré los ojos e intente concentrarme en la aburrida explicación del profesor sobre el tejido muscular.
Cuando por fin sonó la campana suspiré aliviado pues se había acabado la tediosa clase y las quejas de Fred.
-Recuerden chicos que mañana hay practica de grupo-dijo animada la rubia
-Y tu rubiales-Foxy señaló a Golden-No vuelvas a faltar
-¡No lo haré!
Chica le dio dos codazos a Golden en el costado como recordándole algo,este se puso muy nervioso de golpe y me miró.
-Esto...Freddy¿Podríamos hablar?-desvío la mirada-a solas...
Asentí estrañado y Fred apareció con los brazos cruzados, con pinta de querer enterarse de todo lo que el de piel pálida iba a decirme.
Mientras seguía a Golden le repliqué múltiples veces que me diese un poco de privacidad, al final acepto a regañadientes, aunque lo más seguro es que escuchase todo desde mi cabeza.
-Yo...Freddy veras... Me gustas, y no como amigo... Yo... Entendería que me rechazases, pues los dos somos chicos pero...-desvio la mirada al suelo mientras se rascaba nervioso la nuca-no puedo evitar lo que siento.
Lo miré asombrado, sonrei de lado, se me hacía muy tierno verlo tan nervioso y sonrojado, realmente me atraía,¿Qué podría salir mal? No pierdo nada por intentarlo.
-También me gustas Golden-Mostró sus blancos dientes en una aliviada sonrisa, se acercó lentamente a mí y me dio un suave beso en los labios mientras acariciaba dulcemente mi mejilla.
Intenté seguirle el beso pero sentí a Fred luchando por apoderarse de mi cuerpo,y como siempre que se lo proponía, lo consiguió.
-¡Fred! ¡No!-le grite cuando estaba en mi forma "fantasma"
-Fred si...-susurro con una sonrisa malévola en la cara.
-¿Que dijiste?Oh,tus ojos cambiaron
-Dije que te creíste la broma maricón-sonrío internamente y escupió al suelo con una mueca de asco-No soy gay pero si lo fuese tu serías el ultimo con el que saldría.
Golden abrió la boca asombrado y se le cristalizaron un poco los ojos.
Ya me harté, cansado de Fred y preocupado por Golden intenté con todas mis fuerzas hacerme con el control del cuerpo, aunque parecía que Fred estaba satisfecho así que se dejó con facilidad.
-No,no,no, lo siento era broma,tengo un humor muy malo ¿cierto? Lo siento de verdad-abracé con fuerza al rubio mientras miraba con odio a Fred que segundos después desapareció.
-Me asustaste Freddy
-De verdad que lo siento ¿Me disculpas un momento? Tengo que ir al baño
Asintió ya más tranquilo y caminé enfadado hacia el baño.
Cerré la puerta con pestillo y me acerqué al espejo en el que se veía Fred reflejado, con los brazos cruzados y apoyado en uno de los marcos de este.
-¿¡POR QUÉ HICISTE ESO!?-Grité desesperado.
-Ya te dije que también es mi vida, y no voy a aceptar a ese niñato en ella-Dijo tranquilamente como quien no quiere la cosa
-¡No es tu vida! Solo eres una enfermedad ¡¡¡Una enfermedad a la que estoy cansado de soportar!!! ¡déjame tranquilo ya joder!-tal vez se me fue un poco de las manos pues cuando volví a mirar el espejo una expresión estupefacta estaba en su rostro y la boca entreabierta como queriendo decir algo, sin esperar un segundo más desapareció del espejo, dejando solo mi reflejo en el.
-¿Fre-Fred...? Yo...-iba a disculparme cuando escuché un golpeteo en la puerta.
-Freddy? Estás bien??-Escuche a Foxy desde fuera.
-Si si ya voy-quite el seguro de la puerta y salí un poco abrumado con los demás.
Después de otras largas e interminables clases por fin sonó el timbre que avisaba nuestra libertad.
Todos en la clase salieron corriendo del aula para disfrutar el fin de semana todo lo posible.
Aunque me preocupe un poco al no escuchar ningun comentario de Fred después del incidente del baño.
Cuando llegué a casa me tumbé en la cama cansado y tiré la mochila a un lado.
-¿Fred? ¿estás ahí?
No hubo respuesta.
-Vamos Fred, responde... Lo siento, no debí decirte eso...
Como seguía sin recibir respuesta alguna me levanté y caminé hasta el cuarto de baño con la intención de mirar en el espejo,para mí suerte se digno a aparecer.
Volvía a estar con los brazos cruzados y con su típica mirada segura.
-Mira Fred lo siento y todo eso pero a mí me gusta Golden y no podrás hacer nada para evitarlo
-No me pongas a prueba osito-dijo inclinándose un poco y quedando a centímetros de mi cara, una distancia muy tentadora cabe decir, si no fuese por ese cristal que nos separaba obviamente.
-¿Nunca te vas a cansar de fastidiar mi vida?-me alejé un poco del espejo
-¿Cómo me iba a cansar de esto? Es mi pasatiempo favorito.
Agarré un pequeño bote de pastillas que reposaba sobre una pequeña estantería al lado del espejo y se las mostré.
-No eres capaz de hacer eso-Mostró de nuevo su típica sonrisa victoriosa
Saqué unas pastillas del bote y las coloqué en mi mano, mirándolo de nuevo amenazante.
Salió del espejo en su forma "fantasmal" y se puso a milímetros de mi cara.
-Adelante, hazlo, mátame-dijo con seguridad acercándose cada vez más.
Tenerlo tan cerca me ponía nervioso y no me dejaba pensar con claridad, lo único que pasaba por mi mente era la mala suerte de no poder tocarlo. Sin darme cuenta se me calleron las pastillas de la mano.
-Eso pensaba-Se volvió a alejar
-Yo...yo...
-Deberías replantearte tus sentimientos hacia el rubio de bote-Dijo con una sonrisa ladina para seguidamente volver a desaparecer.
Mire las pastillas en el suelo,sin decir palabra empecé a recogerlas para tirarlas al inodoro.
Los siguientes días fueron cada vez más extraños, tal vez debería de haberle hecho caso a Fred... Tal vez solo estoy confundido, pero tal vez lo único que provoque al cortar con Golden sea la separación del grupo, ya que todo se volvería incómodo y no quería quedarme sin los únicos amigos que tenía.
En cuanto a Fred...estuvo demasiado callado últimamente, cada vez que lo llamo no da señales de estar ahí y ya no aparecía nunca en el espejo.
Pero esa mañana entendí todo, todo en cuanto a Fred, cuando volví del cuarto de baño encontré a mi madre echándole diminutos trozos de pastillas a mi desayuno.
-¿¡Mama!? ¿¡Qué haces!?
-Oh cariño... Yo lo siento pero debes tomarte tus pastillas y soy consciente de que no lo haces
Abrí mucho los ojos claramente sorprendido y corrí a mi habitación, cerré torpemente la puerta de mi habitación con llave y entre al cuarto de baño con la respiración acelerada.
-¿Fred...? ¿¿Fred?? ¿¡FRED!?- le gritaba al espejo continuamente- ¡Vamos, aparece porfavor!-las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas, sentía un extraño e inmenso vacio-Fred por favor...-sentí mis piernas temblar- por favor vuelve... T-te dejaré usar mi cuerpo más amenudo, nunca volveré a tomar esas estupidas pa-pastillas 
Apoyé la frente en el lavamanos desesperanzado.
-Oh, vamos osito no llores~-dijo una débil voz proveniente del espejo.
Levanté la mirada lentamente con esperanza, pero se me partió el corazón al ver a Fred en un pésimo estado.
Ahogue un grito, estaba demasiado delgado, muy despeinado, con los ojos rojos  y cansados,además de las notables ojeras.
-¿Qué? ¿cómo estoy? Fabuloso ¿cierto?-dijo forzando una risa.
¿Donde se quedó el engreído y odioso Fred con el que tuve que convivir toda mi vida?
-Yo...¿Yo te hice eso...?
-Podría decirse que sí
-¿Y por qué no me paraste?
-Soy demasiado orgulloso como para hablarte en este estado, además todo apuntaba a que era tu decisión
-No...Tú mismo lo dijiste...Nunca sería capaz de...
El colocó su mano justo delante de la mía al otro lado del cristal y este se iluminó de una forma sobrenatural, provocando que me alejase de el al instante.
-¡Freddy! ¡Por favor abre la puerta! ¿¡Qué fue esa luz!?
Escuche a mi madre alterada, gritando al otro lado de la puerta.
Salí casi a ciegas del cuarto de baño y cuando mis ojos se acostumbraron después de varios pestañeos abrí la puerta para que a mí madre no le diese un ataque.
Sentí sus cálidos y maternales brazos rodeándome con fuerza.
-Lo siento cariño, debí decírtelo, pero los médicos decían que... Oye ¿cuando entró tu amigo aquí?
Dejó de abrazarme y se acomodó un poco la ropa.
Yo la miré extrañado y cuando me di la vuelta lo ví apoyado en el marco de la puerta, con una sonrisa burlona en la cara.
-Tu...¿tú puedes verlo?
-Obviamente hijo, querido ¿cómo te llamas?
-Mi nombre es Fred, encantado señora-Dijo divertido.
-Fred...¿Qué coincidencia no hijo? Así es como se llamaba el...
-Y me llamo señora, que yo sepa no he desaparecido.
-¿El es...?
Yo solo asentí y ella después de poner una expresión de terror se desmayó, cayendo al suelo al instante.
-¿Y ella es la que me quería matar? Patético-río por lo bajo.
Yo seguía en shock, me acerqué involuntariamente, pasé mi mano por su brazo, el solo se quedó mirando sin moverse.Subí mi mano a su cara, acariciando su rostro con suavidad acabé tocando sus labios con el dedo pulgar,acto reflejo sonrió con un poco de perversión en su mirada.
-¿Quieres probarlos?-agarró mi muñeca y me acercó a él con un leve tirón, tomo mi mentón con su mano libre y acercó mi cara a la suya lentamente, para finalmente fusionar nuestros labios en un beso cargado de emociones, comparado con los de Golden era de otro mundo, la octava maravilla, era... Era simplemente de Fred. Continuamos moviendo lenta e inexpertamente los labios hasta que empezó a faltar el aire.
-Siempre quise hacer esto-Murmuró aún sin separarse mucho de mí, acariciando suavemente mi mentón.
-Eres...eres real...-se me cristalizaron los ojos, no podía parar de sonreír tontamente.
-¿Quieres volver a comprobarlo?-dijo con un tono de voz pícaro, volviendo a acercar nuestros labios, pero la voz confundida de mi madre hizo que me separase bruscamente de él.
-Mama ¿Estás bien?-me incliné hacia mi madre y le tendí la mano para ayudarla, ella aceptó agradecida y a duras penas se puso de pie.
Miró a Fred aún intentando asimilar la información, se pasó la mano por la frente algo abrumada.
-Dime que estuviste escondido durante todos estos años en ese armario.
-Señora el único que va a salir del armario es su hi-le tapé la boca con la mano antes de que terminase la frase.
-Aaaaa ya entiendo, esto es solo una broma pesada-siguió negando lo que veía-chicos no hace gracia, no deberían bromear con ese tema.
Fred viró los ojos exasperado y soltó un bufido, pasó su brazo sobre mis hombros y me pegó a él.
-¿Señora no se da cuenta de que soy exactamente igual que su hijo?
-Pero... Pero ¿cómo ocurrió eso? No es posible...¿cierto?
-Tal vez Freddy haya roto una barrera lineotemporal, no lo sé, sabemos casi lo mismo que usted
Se fue confundida a por el teléfono, seguramente a llamar a algún psicólogo de Freddy.
-Oh maldita sea-se dirigió al cuarto de baño y golpeó varias veces el cristal como examinándolo-Mmmm
-¿Qué haces?
-¿No es obvio osito?
-No, y deja de llamarme así-dije avergonzado
Cruzó los brazos y me miró burlonamente
-¿Por qué... Osito?
-Oh Dios mío, me gustabas más moribundo, pero en todo caso ¿Qué haces?
-Mira-Puso su mano a contraluz y esta era cada vez más nítida-y mira esto-señaló el espejo en el que solo Freddy se reflejaba.
-No puede ser... No ahora que por fin puedo tocarte y...
-No soy de este mundo osito-señaló mi cabeza con una mueca entristecida-soy de ese
-Pero... no, yo...pero-me estaba derrumbando, me había puesto la miel en los labios y me la estaban arrebatando sin poder saborearla.
Rodeo mi cintura con sus brazos y yo pasé los míos detrás de su cuello,nos fundimos en un beso hasta que dejé de notar su respiración,su suave piel, sus cálidos brazos...
Me limpie rápidamente una lagrima que corría por mi mejilla y le sonreí apenado a Fred en su forma natural.
-Freddy cariño, ¿donde está ese amigo tuyo?-dijo mi madre asomándose a la puerta del baño.
Me rasqué la nuca nervioso mientras miraba de reojo a Fred que tenía un dedo delante de los labios en señal de silencio.
-¿Qué amigo? Hoy no vino nadie a casa mamá
-Oh pero si... Creo que necesito descansar...
Cuando por fin salió de mi habitación intenté tocarle el rostro a Fred, pero lo único que noté fue una brisa más fresca donde veía una mejilla.
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Fin ^-^
Espero que le gustase le puse mucho tiempo a esta pequeña historia
Si tiene una cantidad razonable de me gustas haré una continuación en un libro con capítulos y tal
Mucho amorsh y se despide
-Tate<3

[FredxFreddy] Fnafhs One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora