Cuando abrí los ojos no sabía donde me encontraba, me dolía mucho la cabeza y me sentia un poco mareado. Estaba amarrado a una silla en una sala un tanto pequeña. La sala estaba hecha entera de madera, no tenia ningún mueble, tan solo una mesa muy desgastada.
Miraba alrededor, intentando recordar que hacia allí y por qué estaba amarrado, pero no me acordaba absolutamente de nada. Me intenté mover como pude, hasta que despues de tantos intentos me caí.
De repente una puerta que habia detrás mia se empezó a abrir poco a poco y, al escuchar el chirrido de la puerta, intente ponerme bien en la silla, pero no hubo manera. De la puerta se asomó la cabeza de un chico joven, más o menos unos 13 años le echaba. El chico miró un poco asustado y, cuando me vio tirado en el suelo mirándole fijamente a los ojos, echó a correr gritando "¡Se ha despertado! ¡El rarito se ha despertado!". En ese momento no sabia que hacer, empecé a pedir ayuda, pero nadie respondia. Como no podia levantarme, ya que seguia amarrado a la silla, comencé a estresarme y a llorar sin saber por qué.
Al paso de unos 2 minutos, volví a escuchar pasos por el pasillo por el cual aquel chico salió corriendo pero, esta vez eran más. La puerta se abrió de golpe y apareció un muchacho, este era mas grande que el anterior. En el brazo llevaba un brazalete y, por ello, pude suponer que era el "lider". Me cogió de la cabeza y, seriamente, me dijo:
-Quién eres y qué hacías en el salón de nuestra guarida.
Yo me quedé callado, del miedo que tenía no me salian las palabras. Me dió una bofetada y volvió a preguntar:
-Quién eres y qué hacías en el salón de nuestra guarida. No seas gilipollas y responde si no quieres morir.
-No... No lo se. Respondí entre sollozos
-Se me está acabando la paciencia y eso es malo. Que me digas de una puta vez quién eres.
-Es que no me acuerdo, no se que hago aqui, por favor, creeme. Le volví a responder entre sollozos.
-Muy bien, pues aqui te quedarás hasta que te acuerdes. En ese momento, se levantó y se fue de aquella sala dando un portazo.
-¡Andy, vigila a este capullo! Se escuchó gritar.
-Vale Thomas. Respondió una voz un poco aguda.
Y allí me quede, tumbado en el suelo preguntandome quiénes eran esas personas.
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Sin memoria
Teen FictionDesde aquel día no recordaba quién era, ni mi nombre, hasta que unos jóvenes me recogieron y entre gritos, me llebaron a aquella antigua y enorme casa. Todos me miraban sorprendidos y oía la gente reguntarse "¿Cómo es que sigue vivo?". No sabía que...