추위를 타다

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technetos. - artificial.

Repitiendo su monótono ciclo diario salió de aquel lugar de aprendizaje para irse cuanto antes a la casa de sus padres.

A Taehyung no le gustaba ni siquiera mencionar el instituto, y es que cómo va a agradarle ser humillado por todas las personas que le rodean. Profesores y alumnos aprovechaban las ocasiones en las que se equivocaba, y lo hacía con frecuencia, para comenzar con la ronda de risas y comentarios.

Ellos se burlaban de la manera en la que Taehyung arrugaba el entrecejo al leer, él entrecerraba sus ojos intentando ver lo más claro posible las letras y su cara acababa muy pegada a los libros que leía; su voz era extraña al leer en alto, temblaba muchísimo y al ser de por si muy grave se hacía algo inquietante escucharle; al escuchar las risas a su alrededor se distraía y acaba por inventarse palabras.

El resultado es la huida de Taehyung de la clase.

Pero un día llegaron nuevos vecinos a su desolado vecindario. Eran pocas las viviendas ocupadas y la bajada de precios atrajo a muchísimos compradores y ya apenas quedaban casas libres. Esa semana fue terriblemente molesta para todos debido a los ruidos de camiones de mudanza y el griterío innecesario de las personas estresadas que llegaban.

A la casa de en frente llegó una de las peores familias que pudo llegar. Taehyung llegaba ese día de la escuela cuando un coche, que supo de inmediato que era caro, estacionó al otro lado de su calle. No sabía por qué se detuvo tanto tiempo pues las vistas eran horribles.

Al coche le siguió un camión de mudanza y el hombre que bajó del coche empezó a vociferar y dar ordenes a los trabajadores siendo un verdadero capullo. La mujer entró a la casa directamente hablando por su teléfono móvil demasiado ensimismada como para echar un cable al resto.

"Pretenciosos egoístas", fue lo que pensó Taehyung.

Pero cuando estaba por dejar de apreciar el auto, el cual llamó mucho su atención, de la parte trasera salió un chico que resaltó entre todo su alrededor por su extrema blancura. Era demasiado pálido, casi translucía, como si nunca hubiera sido tocado por el Sol y podía jurar que brillaba un poco. Pero eso era mucho exagerar, tal vez.

Los cabellos azabache del joven contrastaban con su piel, vestía de forma casual pero se notaba cierta elegancia que las buenas marcas le proporcionaban. Taehyung no podía o no quería creer que alguien que se veía tan bien, porque eso fue lo primero que pensó sobre él, fuese igual a sus pedantes padres.

Pero se equivocaba y ese mismo día, en ese momento, lo comprobó. Cuando se dio cuenta de que se había detenido a mirarle por demasiado tiempo se reprendió a si mismo y desvío la vista, pero aquel chico cruzó la calle preso del magnetismo que sintió hacia el castaño serio que estrujaba con fuerza las asas de su mochila.

No sabe por qué pero sabía que si dejaba ir a ese chico estaría perdiendo a alguien importante. Tenía miedo de hablar con el chico desconocido, pero ya estaba sujetando su brazo cuando se paró a pensar.

Taehyung le miraba aterrado, no es como si le asustara el pequeño chico, al contrario pues la sonrisa tan tierna con la que le miraba le calmaba y sentía calidez en su pecho, cosa que jamás sintió con nadie.

Y qué otra opción, si el mundo parecía gritarle que no pertenecía a él. Lo más bonito que recuerda haber escuchado de su madre hacia él es " tienes la cena en el micro ". Que le dejase comida preparada era un auténtico milagro, algo muy puntual. Su progenitora siempre estaba ahí para regañarle cuando traía un examen suspenso o algún moretón que alguno de sus buenos compañeros de clase le hacen de vez en cuando.

Technetos [ 태기 ] One-shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora