Hola mi nombre es kevin, tengo 23 años y ahora mismo estoy estudiando en Georgia, esta es mi historia y la de mi perro smile, más conocido como smile dog.
-¡¡¡¡MAMAAAAA!!!! ¿¿¿¿HAS VISTO MI CEPILLO DE DIENTES POR ALGUNA PARTE???- Grite yo en la planta de arriba.
-No, pero estoy segura que si lo busco yo lo encontraría- respondió mi madre desde abajo.
-muy de madre- pensé yo
Con una tierna sonrisa.Cuando terminé mis maletas y baje al piso de abajo encontré a mis padres juntos y mirándome como la ternura con la que se mira a un bebe que a aprendido a caminar, mi madre corrió a abrazarme entre lágrimas. Su pequeño se iba de casa, era algo normal, ya tenía 22 años y mis estudios para cumplir mi sueño me llevaban fuera del hogar, concretamente a un apartamento en la periferia de Georgia.
Así es, dejaba mi apacible casa en un remoto pueblo de España para aventurarse a un sitio que no conocía para cumplir mi sueño de ser dibujante de manga.
Mis padres me acompaña ron al aeropuerto para despedirse de mi, la mirada de mi madre lo decía todo, esos 22 años a su lado se reflejaban en sus ojos marrón claro que yo había heredado, y la cara orgullosa de mi padre me animaba a seguir adelante.El viaje en avión no fue un camino de rosas por así decirlo, en las doce horas que duro el viaje dos niños no pararon o de gritar como animales o llorar a mi lado me toco una buena acompañante, una señora de ochenta y cinco años con cinco operaciones a sus espaldas, dos de ellas de rodilla, que iba a visitar a su nuevo nieto, el de la Paquita que se había casado con un tal jack Williams, un importantísimo magnate del mundo de la madre y todo esto lo sé porque la condenada señora no paro de hablarme de su vida en casi todo el viaje, maldita mala suerte.
Cuando llegue a mi destino, Georgia, mi espalda, mi cabeza, mis ojos, mis piernas, todo me dolía o molestaba, parecía que me habían dado una paliza la señora y los dos niños.
El viaje en taxi fue muy tranquilo, en la radio sonaba mi canción favorita: Dani California de los Red Hot Chilly Pepers, se respiraba tranquilidad, tanta que el taxista me tuvo que despertar al llegar a mi nueva casa.
Subí las escaleras hasta llevar al segundo piso del edificio Williams en la calle Florida, todo muy americano, mire los buzones sorprendido, ni un solo nombre, estaba solo en el edificio de tres pisos, lo que suponía una mayor tranquilidad, la casa estaba bien, bastante bien, me esperaba una pequeña casa donde no se podría vivir de lo pequeña que sería, todo lo contrario, la casa era grande para mi gusto.
Me tumbé en la amplia cama de matrimonio y dormí hasta la noche, unas seis horas.
Desperté y solo pude ver oscuridad, la casa a oscuras era todavía más grande,
Decidí pasear por los alrededores para ir orientándome un poco y conocer el lugar, las farolas iluminaban las húmedas callar, había llovido, he de ser sincero soy nightofilico, es decir, adoro los lugares oscuros y poco iluminados, juntado con la pasada lluvia me parecía el lugar perfecto para pasear, pensé en la casa y en mi mismo. Desde que tengo uso de razón siempre tuve perro, igual debiera buscar uno, en ese preciso momento y como si ese ser hubiera leído mi memoria apareció un perro por la calle.
Era extrañó.... Su pelaje.... Su pelaje era rojo y negro.... Nunca había visto un perro así, no pude reconocer tampoco su raza pero por su aspecto y estatura tendría unos tres años de edad.
Desde lejos pude comprobar que no tenía collar, ¿estaba abandonado?. Me puse de rodillas y lo llame, el perro me miro con una mirada aterradora incluso mas aterradora que la de un perro rabioso.... Parecía estar loco, pero se acerco a mi y me olió la mano,
-hola amiguito estas perdido, un perro como tú no debería andar solo de noche, puede ser peligroso-
El perro me miro irónicamente, como si estuviese molesto por lo que dige.
-te quieres venir conmigo, tengo comida y un sitio para que du...-
El perro me interrumpió saltando encima de mi, se puso muy contento cuando me oyó decir "comida".
Me lo lleve a casa, por el camino se entretenía olfateando de aquí allá, y poniendo la mirada fija en lugares oscuros, como si viera algo que no le gustase.
Su pelo rojo y negro era muy vistoso, el la cabeza tenía muchos mechones negros, como una cabellera humana, su cola se enroscaba hacia arriba como la de los pastores alemanes, y sus ojos eran una mezcla de rojo y negro también, lo cierto es que intimida.
Cuando llegamos a casa prepare un plato con comida en el garaje del piso, de momento no quiero que duerma conmigo por si tiene pulgas o algo así, también le prepare unas sábanas para que durmiera a gusto.
Cuando termine cerré
El garaje con el perro dentro, subí a casa y me puse a cenar, veía un programa americano, ese tal Donald Trump daba un discurso..... Definitivamente ese hombre no me cae bien.
Después de eso me quedé viendo películas hasta tarde, padecía que el perro se había dormido puesto que no hizo ningún ruido desde que lo deje en el garaje,
Me acosté sobre las 4, no me he acostumbrado aún al nuevo horario y no tenía nada de sueño.Dos horas después y con los ojos medio cerrados oí un sonido que me heló la sangre, alguien había entrado en mi casa, sus pasos se marcaban en toda la casa, sonaba como si llevara unas grandes botas mojadas, estaba paralizado de miedo, mi primera noche en mi nueva casa y entra un extraño.... Maravilloso.
Oí como los pasos se acercaban a la habitación y habría la puerta, aguante el grito que casi me sale del cuerpo como un espectro, cuando la puerta se abrió no había
Nadie, solo oscuridad manchada de la luz de las farolas de la calle.
Pero el verdadero terror lo sentí cuando mire esos ojos brillantes al pie de mi cama agachados, observándome desde esa pequeña altura, el intruso saltó hacia mí, grite de puro terror -¡¡¡¡¡AAAAAHHH!!!!!-
Después de eso note una presión en el pecho, alguien estaba encina de mi, cuando tuve valor de abrir los ojos y mirar descubrí al perro al que acogí mirándome encima mio con una mirada extraña, como preguntándose porque demonios gritaba.
El perro se acomodo a los pies de la cama y se tumbo, rápidamente salí de la habitación para recorrer la casa y asegurarme de que no había nadie allí, no encontré nada, cuando volví a la habitación el perro ya se había dormido
-¿como demonios abrió la puerta del garaje?, ¿ y como abrió la puerta de casa?, ¿ y porque sus pisadas se oían así?, ¿ y porque no le vi al entrar?.-
Me preguntaba todo eso mientras me metí en la cama, le acaricie la cabeza y dije -duerme bien, y no me asustes mas- el perro resopló y me dormí al fin.
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My smile dog
HumorHola mi nombre es kevin, hace poco me mude a Georgia para mis estudios, una noche, mientras paseaba, me encontré a un perro por la calle.... Su nombre, smile dog, y sin saber su verdadera identidad lo adopte, ahí empecé a relacionarme no se como con...