La cita.

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Era lunes por la mañana, un nuevo día para Emily, era su último día de clase y estaba muy emocionada. Bajó las escaleras, entró a su cuarto y se vistió rápidamente, miró el móvil y tenía un mensaje de Rayan: "Buenos días fea, hoy es nuestro último día de clase y probablemente estas Navidades me vaya, ¿te apetecería quedar esta tarde?"

Emily estaba completamente en shock, estaba emocionada y a la vez extrañada, no creía que le gustase a Rayan pero son demasiadas indirectas... "Está bien, pásame esta tarde a las 17:00"

 Suspiró, sonrió y echó su mochila a la espalda pensando en el grandioso día que la esperaba.

A la salida de clase Emily salió con Rayan hablando de quedar en el bar de su tío ya que les saldría gratis, Emily aceptó. Cuando la gente empezó a dispersarse y los dos se quedaron solos, Rayan en un arrebato besó a Emily. Quedó en Shock.

-Lo-lo siento.. -dijo Rayan avergonzado- Me ha salido así, ni lo he pensado...

Rayan aunque fuese un chulo, en realidad era como su coraza para no dejarse hundir para los demás, él en realidad era el típico tímido y sensible, pero pocas personas lo sabían, casi nadie.

-Rayan, no pasa nada, ¿A caso has visto que me haya apartado? -Dijo Emily sonrojándose-

Ambos andaron juntos de la mano hasta llegar a casa de Emily, pues Rayan la acompañaba siempre todos los días. Se despidieron con otro beso.

-Hasta las cinco, pequeña. -Sonrío mirando hacia arriba-

-Ha-hasta luego... -tartamudeó-

Al subir las escaleras, Emily sonreía como una boba al aire, empezaba a sentir cosas en el estómago... Era raro en ella porque anteriormente solo le atraía sexualmente, no sentimentalmente, Emily siempre fue fría respecto a eso, el amor no era lo suyo, ¿cómo podía pasarle eso?

Abrío la puerta -Hola mama'-

Rosie era alta y peliroja también, ojos verdes y con un carisma espectacular, era una mujer muy agradable, sonriente y perfeccionista.

-Hola hija, ¿ya te han dado las notas? ¿Qué tal están?

-Si mama', tranqui, aquí las tienes, ábrelas tú que yo me pongo nerviosa.

-Vaya.

-¿QUÉ? -dio un respingo-

-Te ha quedado solo 1.

- ¿Solo? OH SÍ, OH SÍ.

-...

-¿Qué pasa? Venga mama' que solo es 1... Por cierto, ¿cuál es?

-Matemáticas.

-Ves, no paaaasa nada, soy de letras mama'.

-Ya bueno, pero es tu último año y no te puede quedar ninguna.

-Mama', que es el primer trimestre, traaaanqui.

-Bueno vale, de todad formas, enhorabuena, en lo demás tienes notables.

.Ya. Oye mama', que luego saldré por ahí un rato, ¿vale?

-Esta bien, no vengas tarde eh.

-Tranquila.

Trascurrió la tarde, a Emily se le hizo eterna, miraba el reloj cada dos por tres, hasta que al fin llegaron las cinco de la tarde.

*Riiing* Sonó el timbre.

-¡VOY YO MAMAAA'!

-¿Quién es? -hizo como que no esperaba a nadie-

-Soy Rayan,¿bajas?

-Si, espera un momento.

Emily se volvió a echar colonia. Se miró al espejo y pensó "Bueno, puede que me guste un poco, pero nada más."  Sonrió y salió disparada.

-Hey Rayan. -Le dio un empujoncito-

-Hola Emily, ¿lista?

Emily asintió con la cabeza y sonrió.

Fueron al bar del tío de Rayan, estaba completamente vacío, excepto por una mesa que estaba llena de las típicas marujas de pueblo. El ambiente era tranquilo, por lo tanto, perfecto. Se sentaron en la mesa del fondo.

-Espérame, ahora vengo. -Dijo Rayan y acto seguido se metió a la cocina-

-Vaya, la chica de la que me hablaste si que es guapa, vaya un ligón estas hecho eh. -Dijo el tío de Rayan-

-Sí, es preciosa, por dentro y por fuera, pero de momento no somos nada, además ella nunca ha sido de relaciones y sinceramente no sé que va a pasar...

-Bueno hijo, tú a por todas y no te derrumbes aún, nunca sabes qué puede pasar.

Rayan salió con dos cocacolas, un sandwich vegetal y un perrito caliente.

-Bueeeeno... ¿qué haras estas navidades?

-No sé, me quedaré todo el día en mi casa o en casa de mi primo, ya sabes que a mi la Navidad no me emociona mucho.

- ¿Te gustaría que quedasemos?

-Claro, bobo. -Sonrió timidamente-

-¿Te gustaría pasar el lunes por mi casa? Estaremos solos, mis padres se irán de compras, creo...

-Claro, me llamas y me dices hora y eso.

-Así aprovecho para hablar contigo sobre algo...

-¿El qué? -preguntó impaciente-

-El lunes lo sabrás. -sonrió malvada y pícaramente-

Más que primos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora