⚡Capítulo 31⚡

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[ALERTA]

¿OTRA VEZ? SÍ.

ENJOY (i guess)

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El dueño de la casa volvía a ser, bueno, el "dueño". Entrando por la puerta principal, inhalo profundamente para llenar sus pulmones de aquel aroma hogareño que tanto extrañaba.

Obviamente, no solo extrañaba su casa, sino sus mascotas y principalmente, encontrarse con aquel hombrecito irlandés esperándolo, tal y como lo estaba haciendo en ese instante.

Tenía el ramo de rosas entre ambas manos a la altura de su pecho, aún llevando puesta la camisa celeste y los pantalones de vestir negros, aunque sin los zapatos. Su postura era majestuosa en cierto sentido, pero seguía siendo totalmente él, con su sonrisa y mirar adorable, que llevó a Mark inconscientemente a abrazarlo; abrazarlo como nunca lo había hecho con nadie más, sintiendo poco más su espíritu e intentando transmitirle todo el cariño que le tenía. Su agarre había sido algo fuerte, pero Jack lo soportó sabiendo bien por todo lo que el hawaiano había pasado desde su partida. La angustia, durante aquellos días, había sido mutua, y él lo entendía mejor que nadie, correspondiéndole y entrelazando sus manos en la espalda del otro, con el ramo en una de ellas.

Silenciosas risas de felicidad salían de la boca de Mark. Estaba tan feliz por todo. No quería dejarlo ir.

El irlandés, con la mano libre, comenzó a acariciarle la nuca. Al sentir el contacto, Mark separó su rostro del hombro ajeno, mirándolo a los ojos con los parpados caídos. Sonrisas mutuas adornaron el momento.

Jack tomó su mano, guiándolo apaciblemente hasta la habitación del hawaiano que se encontraba a oscuras. Encendió las luces y dejo el ramo a un costado, sobre el escritorio ubicado al lado de la cama, pasando después por detrás del otro y cerrando la puerta.

Quedando frente a frente, se acercó al más fornido con velocidad y unió sus labios con los suyos, infiltrándose rápidamente con la lengua, desahogando las ganas que tenía de hacerlo con anterioridad en aquel preciso momento dado en el parque, donde por desgracia estaban acompañados por sus amigos.

Pero ahora, estaban solos.

Tal fue el impulso que ambos cayeron sobre la cama, quedando Jack por encima de Mark. Corbata y camisa volaron con rapidez, dejando al desnudo el torso blanco del irlandés. El que estaba debajo pasó sus dedos por el pecho y el vientre del otro, deteniéndose repetidamente en aquellos dos pezones rosados, causándole un cosquilleo agradable al de pelo verde.

Al estar colocado justo por encima de sus caderas, podía sentir como el miembro de Mark comenzaba a ponerse erecto, por lo cual descendió de él y prosiguió a despojar los pantalones de su amado.

Sin embargo, fue parado en su trabajo.

— ¿Qué sucede? —preguntó, algo consternado. El semi-coreano lo había tomado por el brazo, sin soltarlo.

—No dejaré que lo hagas.

— ¿P-Por qué?

Mark se puso de pie, empujándolo sobre la cama.

—Porque es hora de que yo te lo devuelva.

Tras aquellas palabras, tiró de la tela del pantalón fino que llevaba el irlandés, quitándolo de en medio sin mucho problema. Ahora, solo faltaba la ropa interior, que eran unos bóxers rojos.

—Lindo color —dijo el que se encontraba de pie, dándole un cuidadoso vistazo al armonioso cuerpo de su querido. Cuando terminó el paneo, sacó la prenda.

Jack, que se encontraba totalmente desnudo, pensó que Mark pasaría directamente a la "acción", pero el hawaiano aún mantenía sus propios bóxers en el lugar.

Poniéndose de rodillas, el de pelo carmesí introdujo el ya erecto miembro del irlandés en su boca, quitándole un gemido leve.

— ¡O-Oh! —fue la única exclamación que alcanzó a decir antes de que el otro prosiguiera con la succión y el toqueteo, arrancándole más sonidos de placer.

Sabiendo del mínimo aguante de Jack ante la estimulación, paró de hacer el trabajo de masturbación para impedir que acabara antes de tiempo. Justamente, la respiración del que estaba tendido sobre la cama estaba entrecortada, con la mirada suplicando por más.

—M-Mark... —llamó como pudo. Tenía ambas manos sobre el pene, tapándolo para seducir de cierta forma a su acompañante.

— ¿Sí? —contestó el hawaiano, que ahora también estaba desnudo de la cintura para abajo, dejando a la vista su miembro claramente erguido.

—P-Ponme en cuatro...

Creyó haber oído mal. Le dio una mirada desconcertada.

—Hazlo... Por favor —lo decía en serio—. Lo necesito.

Jack rodó sobre su espalda hasta terminar boca abajo, apoyándose sobre sus brazos y rodillas, dándole una perfecta vista de su orificio. Miró por sobre su hombro, para darle una sonrisita —Vamos.

Mark se acercó, tomándolo por los glúteos. Pasó una mano por la suave espalda de su novio, hasta terminar en la separación de sus piernas. Llevó dos dedos a su boca, dándoles una rápida lamida y luego colocándolos en el ano, lubricándolo lentamente en movimientos circulares. Más gemidos por parte del otro, que ahora lo observaba mordiéndose los labios.

Él tampoco podía aguantar mucho más.

Tomando su pene, colocó la punta de este entre ambas nalgas, pidiendo de alguna manera "permiso" para proceder.

Los ojos claros del irlandés le daban un claro "sí, hazlo de una vez". Entendiendo el código, le sonrió.

Lo penetró de a poco, con paciencia, hasta meterlo todo dentro. Tomándolo por la cintura, comenzó los movimientos de ida y vuelta. Jack mantenía el rostro apoyado sobre una almohada, y cuando el vaivén se estaba volviendo más rápido, comenzó a morderla, ahogando sus gritos de éxtasis.

—O-Oh ¡M-Mark! —gritó, irguiendo su espalda y levantando su barbilla hacía arriba.

Mark no pretendía ni pensaba parar; su cerebro, bloqueado por el placer, lo impedía. Sin embargo, no disfrutaba del no poder ver el rostro de su querido. Se detuvo, y antes de que el otro pudiera si quiera darse cuenta, lo obligó a darse vuelta y a separar sus piernas, para proseguir con el acto.

Ahora, cara a cara, podía besarlo. Ahogadamente se unieron y entrelazaron sus lenguas. En el afán del máximo nivel posible de excitación, Jack mordió el labio inferior del de piel morena, recibiendo como reprimenda una fuerte nalgada y un chupón en el cuello y clavícula, todo sin bajar ni por un segundo la velocidad de las embestidas.

El que estaba siendo penetrado no lo aguantó más, acabando en el instante que Mark dio la última penetración hasta el fondo, haciéndolo también.

Jack dejo caer su espalda, que hasta ese entonces había estado tensa, sobre el colchón, con la respiración pesada y lenta. Cerró sus ojos y sonrió.

—Te amo, Mark.

El fornido tomó el lugar a su lado, entrelazando sus dedos con los de él por arriba de su pecho.

—Yo también, Sean.

[Notas]

NO ES EL FIN, OK? (? 

Este es el ante-último capítulo (si es que consigo meter todo el final en el que viene, no puedo prometer mucho JAJAJA)

Cabe destacar de nuevo que si hay errores se van a quedar porque no pienso re-leer esto para corregirlos. Sepan entender mi vergüenza (∗∕ ∕•̥̥̥̥∕ω∕•̥̥̥̥∕) 

En fin, gracias por leer.... Esto (? ヽ(' ∇' )ノ

⚫️Bet to love you⚫️ [Septiplier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora