~11~Nostalgia

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Se notaba la tensión, tanto en unos como en otros, Melody se culpaba a ella misma de todo, Will recordaba y trataba de analizar el comportamiento que la joven tuvo los pocos días que convivió con ella, Alex solo reprochaba en su mente.

Al día siguiente Melody recibió una «visita» que no esperaba, el timbre sonó repetidas veces, exasperada abrió la puerta y se encontró con su padre, igual a como se fue, sus ropas viejas, sus ojos azules un poco más opacos y cansados que los de su hija mayor, su cabello negro peinado hacia atrás adornado con un pequeño sombrero blanco que hacia conjunto con su traje, miró a su hija con una cansada y vieja sonrisa, esta le dedicó una mirada asombrada.

-P-padre...

-Hola Melody, estoy algo cansado, ¿Podrías ayudarme?

La joven reaccionó y le dio paso al hombre para que entrase y tomase asiento, ambos cruzaron una mirada de desconcierto.

-¿Es esa la forma de darle la bienvenida a tu padre luego de estar fuera casi un mes?

-Perdona... ¿Has podido negociar con alguien?

-Sí... Algo pasa que yo no sé ¿verdad?

Melody se incorporó, trató de mostrar una sonrisa, pero no sabe fingir, terminó con un extraño mohín que hizo que su padre la observase con detenimiento, Melody le ofreció un café y se sentó frente a él.

-Se nota que no dormiste bien...

-Tal vez...

El hombre la miró fijamente.

-¿Qué ha ocurrido durante mi ausencia?

Melody bajó la mirada conteniendo las lágrimas, cerró fuertemente los ojos al escuchar las palabras que su padre articuló después.

-¿Que hay de tu hermana? ¿Por qué no está en casa?

-Ella...

-¿A qué hora volverá?

La jóven tragó saliva y lo miró fijamente.

-Cuando... La dejen salir...
-¿De qué hablas?

Melody miró los ojos desconcertados de su padre y luego al suelo, no pudo soportar el silencio.

-Padre-Comenzó-Sé que no aprecias mucho a Raquelle, pero si han pasado muchas cosas y graves para mí... Ella... Tiene problemas mentales, ayer la escuchamos gritar y luego sumida en pánico se desmayó, la internaron en un hospital psiquiátrico y no ha despertado aún, la tendrán en observación, cuando despierte, deberá decir a los psicólogos lo que le ocurrió y así podrán saber que demonios le pasa, padre, no sé porqué le tienes desprecio, pero no te pido nada, yo soy la que está lidiando con esto, realmente, no quiero que Raquelle sea una molestia para tí...

El hombre la miró con la mirada perdida, cerró los ojos con fuerza y bajó la mirada hacia sus manos que habían comenzado a temblar, una lágrima cristalina y delicada cayó por su mejilla, luego levantó la vista hacia su hija mayor quien miraba el techo con ojos cristalinos.

-Admito que... No le dí el cariño que una niña necesitaba, pero nunca en la vida Melody, vuelvas a mencionar esas palabras tan horribles ella me importa... recuerdo como ella solía maquillarse y vestirse con la ropa de tu madre, recuerdo que ella me pedía que le leyera un cuento y yo... Nunca lo hice, nunca ví que tal vez le hacía daño... Cuándo su madre murió fue peor, me sentía inseguro, Raquelle era muy pequeña, me molestaba que no entendiera que no quería jugar con ella así que le grité, luego cuando dijo que... Loren le hablaba por las noches, no pensé en ella sino, en mí, pensé en lo mucho que me bajaría el status social el hecho de que la gente creyera que mi hija estaba loca, así que la rechacé, la negué sin pensar el daño que le hacía... Ahora que había crecido, nunca la entendí, nunca la escuché y ahora... Mi Raquelle... No sabes cuánto daría por poder abrazarla, leerle un cuento y desearle las buenas noches, todo es mi culpa... Si tan solo pudiese recuperar el tiempo perdido, todos esos años de... Indiferencia

El hombre ser tapó el rostro con el ante brazo para secarse las lágrimas, Melody se acercó y le dió un cálido abrazo a su padre quien, presa del remordimiento, ahora lloraba reprocjandose a sí mismo.

-Padre... Juro que esto pasará, Raquelle es muy fuerte.

-Solo la traté como a una sirvienta, la hice cometer delitos para no caer en banca rota, y ella obedecía cada orden, aceptaba cada grito no me reprochó nunca, pero de todos modos, fuí un miserable, ni siquiera yo sé porqué, tal vez... Necesité algo o alguien para desquitar la rabia y el temor que sentía dentro y cruelmente escojí a mi hija menor... Ahora está sufriendo, viviéndo un tormento que no merece...

-Te prometo padre, que ella volverá a ser la chica dice que siempre fue, si la apoyamos en lo que necesite... Will y Alex también están con nosotros, sólo ten fé...

Ambos guardaron silencio, luego siguieron con su día, pero ahora el hombre no podía sacarse a su hija de la cabeza, el teléfono de Melody resonó por la casa, se trataba de Will.

-He recibido una llamada del hospital- Sonó la voz del joven castaño al otro lado de la linea-Raquelle ha despertado pero está muy confundida y temerosa, voy rumbo al hospital pero, tal vez prefiera verla usted primero...

-Mi padre acaba de llegar, tal vez dentro de una hora podremos ir.

-Está bien, señorita Melody.

-Gracias por ayudarme Will.

La joven colgó el teléfono y miró a su padre.

-Raquelle despertó...

El hombre sonrió tristemente mientras bebía su café.

-Podemos ir a verla luego, padre...

Su padre asintió lentamente con la mirada en el suelo.

***

Ojos De Esmeralda, Mente De PerlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora