Capítulo 9: No Puedo Alejarme De Ti.

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Al llegar a la casa nuestros padres dormían

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Al llegar a la casa nuestros padres dormían. En silencio nos dirigimos a nuestra habitación.
Al cerrar la puerta Adam tomó mi cintura, me acercó a él y comenzó a besar mi cuello, dando pequeños besos que me causaron cosquillas, con una mano acarició lentamente mi espalda, haciéndome estremecer, para luego tomar mi rostro entre sus manos y devorar mis labios con fuerza.
Lentamente acaricié su torso, fornido y perfecto y comencé a morder su hombro. Ambos comenzamos a respirar con dificultad, estábamos excitados y agitados. Sin separar nuestros labios fuimos hacia una de las camas, el se recostó sobre mi y comenzó a besar mi clavícula desnuda, solo una fina tira del vestido cubría esa parte de mi cuerpo.
Lo miré a los ojos, mordiendo mis labios ante la tentación y comencé a desabrochar los botones de su camisa.
Su mirada se volvió oscura y penetrante a causa del deseo. Tan solo mirarlo me hacia jadear.

Nunca en mi vida me había sentido tan excitada.
Sentía la humedad crecer en el sur de mi cuerpo.
Después de sacarle la camisa, con su ayuda, a causa de mi torpeza. El empezó a enrollar mi vestido hacia arriba hasta que éste llegó a mis brazos, luego me lo quitó. Para dejarme con tan sólo un conjunto negro, separándome de la desnudez 

Miró mi cuerpo de pies a cabeza y sonrió ampliamente.
Comenzó a pasar su lengua por mi barriga, trazando círculos alrededor de mi ombligo y bordeando mis bragas.
Mi cuerpo se arqueaba ante el placer de su tacto y la suavidad de su lengua recorriendome.

Pero la sensación de que esto estaba mal volvía a mi a cada minuto.

—Adam, esto está mal—susurré, agitada.

—¿Entonces por qué se siente tan jodidamente bien Cris? Te deseo y tu a mi. No pienses tanto. Solo disfruta ¿si?

—Soy virgen Adam—el sonrió y besó dulcemente mis labios.

—No tengas miedo. Seré suave y cuidadoso, siempre que quieras podemos parar, haré todo lo que pueda para que sea inolvidable.

Algo en sus ojos me dió seguridad.
No estaba lista aún, pero quería hacerlo.
Comencé a devorar sus labios hasta que un pequeño ruido me hizo sentir alerta.

Tal vez habíamos despertado a mi madre o a James y si nos vieran así, no se que pasaría. Pero no sería algo bueno.

Rápidamente quité a Adam de mi y me lancé sobre la otra cama.
Cubrí mi cuerpo con las sábanas y le pedí a Adam que haga lo mismo, la enorme erección prominente en su bóxer no pasaría desapercibida.

Pequeños pasos se acercaban a nuestra habitación. Hasta que finalmente se detuvieron. Nos lanzamos una mirada cómplice, como dos niños comiendo golosinas en la cama. Y luego cerramos los ojos.

La puerta se abrió lentamente y unos segundos después se cerró.

¿Acaso habían escuchado algo?
Tal vez sospechan lo que sucede.
O tal vez era mi madre asegurándose de que habíamos llegado bien a casa. Lo que es más probable. Pero hay muchas preguntas dando vueltas en mi cabeza ahora.
Parecía que una fuerza sobrenatural evitaba que nos entreguemos a lo prohibido. Siempre pasaba algo, haciendo que nos separemos.

Pecado Original © (terminada, En Edición) [Hermanastros]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora