Fumigans [Aosaku]

Fumigans

Sentías la brisa y el clima que anunciaba que el día estaba apunto de acabar. Brindándote una calma que piensas en lo absurdo que es el hecho de que una simple hora del día te haga sentir de esa manera.

Piensas en la tranquilidad que te ha dado el ver que tus compañeros de equipo han estado interactuando contigo de una manera que tu anterior actitud, altanera y egoísta impediría a toda costa. Y es que ese hecho solo....

Inhalas nuevamente para cersiorarte de la información que tu cerebro acaba de formular, el olor era imposible de ignorar, y te preguntas a ti mismo "Quien rayos sería capas de fumar en la escuela" .

Si se consideraba el hecho de que ya se acabaron las jornadas escolares de ese día, sería medianamente aceptable. Pero le desconcertaba el hecho de que tenía que ser un miembro del club de basket. Ellos eran siempre los últimos en salir.

Mientras su mente trazaba posibles personas que pudieran ser el causante de ese olor, caminaba hacia ese lugar. Por su mente paso la posibilidad de que se tratara del blondo, ese con el que siempre peleaba. También pensó en el capitán... pero simplemente no se lo imaginaba en esa situación, le daría un aire mas sombrío a su ser... (La cual, el moreno consideraba que era ya bastante sombría con la sonrisa que portaba siempre).

Pero jamás imaginó que el causante sería... él.

Cruzó la esquina y no pudo evitar revelar la sorpresa en su rostro al ver que se trataba, nada mas ni nada que de la escolta del equipo.

El numero 9 del equipo de basquetball de tōō.

Sakurai Ryö

Jamás, ni en un millón de años se hubiera imaginado que el chico que le "brindaba" su almuerzo; El que se disculpaba por todo, incluso por existir (Aunque ya le haya bajado un poco a esa actitud ) y el de actitud tímida y hasta cierto punto "Sumisa", tendría tal hábito.

El muchacho castaño al darse cuenta de la presencia del moreno solo pudo sorprenderse y asustarse un poco. Tirando el cigarro al piso y murmurando Quién sabe que.

"En serio lo siento "

"No debí hacer esto aquí"

"Ni siquiera debería estar haciéndolo "

"Perdoneme por favor! "

El chico parecía entrar en pánico, hablando rápidamente y enredándose en sus propias palabras.

"Oi, tranquilo, no te voy a hacer nada"— intentaba hablar con la voz más calmada que le podía salir en esos momentos, aunque aún no escapara de la sorpresa.

"Es mi culpa, ni siquiera pude evitar mis malos hábitos, en verdad lo siento"

Seguía disculpándose y el moreno solo podía sentirse como basura al llevar al castaño en esa situación. Quien lo mandaba de fisgón .

Se acerco hacia el mas bajo y lo tomó por los hombros haciendo que sus disculpas parasen.

"Oye, tranquilo, nadie te está haciendo nada"

Y es ahí cuando se daba cuenta de que esa actitud relajada y podría decirse "dulce " solo la podía mostrar frente a numeradas personas. Entre ellas, el castaño.

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No se consideraba una persona muy...dulce, por decirlo de alguna manera. Pero no sabía como habían terminado tomando un café en la casa del moreno, teniendo una especie de "charla motivacional".

"Sabes que te hace daño no?"

"En mucha cantidad, si"

"Con el tiempo notaras las consecuencias"