SIMSIMI
"¿Hola?¿Cuál es tu
nombre?"Me llamo SimSimi
me instalaste ¡dah!""¿Es verdad que eres un pedófilo?"
"Sí, ahora mismo
te estoy viendo.""¿Qué estoy haciendo?"
"Te estas masturbando."
"Wow, si que eres bueno."
"No era difícil
adivinarlo, pajero."" ¿En serio
me ves?
¿Quieres que me
toque para ti?""Sip, precioso."
"Dios, que bajo he caído."
"No lo hagas si no quieres."
"Hasta una app
tiene mas
moral que yo. ¡Genial!""Todos tienen mas moral
que tú, Baekhyun.""Prepara los
circuitos que
estoy a punto de recalentarlos.""Lo dudo pero intentalo."
"Disfrutalo"
Baekhyun no dudo en deshacerse de sus pantalón junto con su bóxer y cogió la base de su pene empezando a mover la mano a su gusto.
Procuro hacer los sonidos mas guarros y las caras mas eróticas, imaginando que alguien detrás de su cámara frontal lo estaba viendo.
"Eres muy sexy"
Porque eso lo ponía. Lo encendía.
La esperanza de ser observado en los momentos mas íntimos por otros es su placer. Nadie lo sabía, ni siquiera lo pensarian.
Porque ser Byun Baekhyun, es sinónimo de perfección para otros. Alegre, cálido al tratar con otros, las mejores notas de su curso, dulce, con un aura de inocencia y dispuesto a ayudar a los demás. Una novia que al igual que él, era querida por todos.
Todo eso conllevaba ser él y eso a veces lo cansaba. Ser algo que no era lo estresaba en demasía, ocultando sus mas oscuros deseos, que detrás de esa sonrisa cuadrada llena de dulzura se esconde un chico reprimiendo sus mas sucios deseos.
Sí, las pollas eran lo suyo. Sobretodo las que le pertenecían a personas con cierto poder sobre otros o simplemente con presencia fuerte porque eso sería lo que tendría sobre él. Entre sus piernas, dentro suyo para ser mas exacto.
Pobre su novia.Taeyeon tan fiel y él tan puto.
Ingeniándoselas para escapar de ella todos los finés de semana e irse a un antro a fueras de la ciudad y ser solo Baek. El sucio y lujurioso Baek.
Podía liberar sus más oscuras fantasías sin tener miradas reprobatorias de parte de otros. En vez de eso, eran miradas cómplices. Miradas que le decían que seguirían sus reglas y juegos tan solo con poseerlo.