Tu alma es mía

Capítulo 4.

Los días transcurren y me doy cuenta de que Steven está en casi las mismas clases que yo. ¿Por qué?
Recuerdo que me dijo que no lo mirara e intento no hacerlo, no quiero tener problemas cuando no llevo ni un mes en la universidad.
Comenzamos la clase de Literatura y el profesor nos pregunta sobre A la sombra del árbol Kauri de Sarah Lark. Nos dijo la primera semana que debíamos leer ese libro, pero yo ya lo leí en el instituto varias veces.
Comienza a haber un debate en la clase cuando una voz conocida dice:

-A Matariki la secuestraron por su forma de vestir. Si no hubiera salido esa noche y no se hubiese levantado la falda, seguramente sus padres no se hubieran preocupado. Mi visión sobre esa chica es que quería que la diesen duro y no sabía cómo conseguirlo-dice Steven mientras se ríe.
-Señor Foster, cuide su vocabulario-le advierte el profesor.

Al oír las palabras vulgares de este chico me giré para ver quién hablaba. No esperaba que fuese Steven, y lo peor de todo es que me pilla mirándole.
Pensaba entrar en el debate y decirle que no fue así, que Matariki era una chica buena, pero prefería no hablar y continuar escuchando.
Al acabar la clase, me dirijo a mi cuarto.

Meto la llave para abrir, y me doy cuenta de que la puerta está entreabierta.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo has entrado?-grito enfadada.
-Tranquila Azalea, solo quería ver donde te alojabas. Veo que tienes una de las mejores habitaciones y para ti solita-me dice Steven con una sonrisa.
-¿Cómo has conseguido entrar?-vuelvo a gritarle.
-Por si no te acuerdas, mi "padre" es el director de la Universidad. No es difícil mirar el ordenador y buscar tu nombre: Azalea Gruber-me dice muy tranquilo.
-¡Lárgate antes de que se lo diga al director o cualquier profesor!
-Con qué no eres una chivata, ¿eh? Anda, tranquila, que ya me voy, no vaya a ser que saques tu furia y me pegues.

Y se va riéndose, otra vez, como cuándo salió del despacho del director. ¿Por qué me pasa esto? ¿Qué le he hecho a Steven?
He pensado en ir y comentárselo a Paul, pero sabiendo que Steven es su hijo, lo veo una mala opción.
Todavía es jueves, pero decido preparar las cosas para irme a casa el viernes después de las clases. Necesito ver a Ian y hablar con mi padre. Le llamaría ahora, pero seguro que está ocupado, y para que me lo coja Lauren y me hable con esa voz de pija, prefiero esperar.