"Enséñame español."

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Soundtrack ~ Gangsta ~ Kehlani

Capítulo 32: "Enséñame español."

Mis músculos se encuentran de lo más descansados, la cabeza libre de ideas y pensamientos. Las manos de mi novio —nunca ha podido sonar mejor— están en mi cintura aprisonándome contra su pecho desnudo.

Podría fingir estar dormida pero no lo haré, ni siquiera pude dormir durante la noche porque no podía dejar de pensar en lo que me había pasado. Estaba saliendo oficialmente con Dylan Thompson y yo seguía pensando que estaba en un sueño y que, desgraciadamente, pronto me despertaría.

Mi cuerpo se sumió en una felicidad extrema cuando, en el transcurso de las horas, no me despertaba de ningún sueño. O más bien pesadilla. Haberme levantado y no haber encontrado a Dylan a mi lado habría sido una maldita mierda.

Me giro en su cama para poder admirarlo. Le dije a Thiago que me quedaría con Dylan y, por alguna extraña razón, Elizabeth también iba con él. Me parece algo confuso, no es que yo opine sobre las relaciones que tiene o no mi hermano. Sin embargo, algo en la forma en la que se hablaban me hacía imaginarme cosas.

Sé que no debería pero, una parte de mí, piensa que esa relación de amistad-odio solo duraría como mucho dos meses. Si no es menos. Además, Thiago nunca era de los que perseguían e insistían en algo. Es totalmente extraño que actúe de esa forma.

No puedo seguir pensando, una pequeña sacudida de parte de Dylan me preocupa. Sigue durmiendo, su rostro se arruga en una mueca que no deja espacio a la expectativa por saber qué es lo que sucederá después.

De un momentos da otra sacudida. No tengo que hacer nada cuando Dylan aprieta mi cuerpo contra el suyo, como si fuera un oso de peluche agarrado por un niño que estaba teniendo pesadillas.

Abre los ojos de golpe provocando un retumbo en mi pecho al ver la mirada demacrada de sus ojos. Me atrevo a sostener cada lado de su cara y obligarle a mirarme. No tengo ni idea si se ha dado cuenta pero sus ojos recorrían toda la habitación con un nerviosismo casi palpable.

Sus ojos conectan con los míos y el alivio se hace presente en su mirada. Tan pronto como puedo darme cuenta, él coloca su cara en el hueco de mi cuello tratando de calmar su respiración.

— Tranquilo, ya ha pasado. Sólo ha sido un mal sueño — le tranquilizo. Noto como pocas gotas caen en mi hombro, más no me importa, por mí puede llorar sobre mi hombro siempre que lo necesite.

Poco a poco se van calmando hasta que sus sollozos se regulan al igual que su respiración. Lo separo unos centímetros de mi cuello para comprobar si está mejor pero no puedo. Él atrapa mis labios al segundo y me atrae más a mí, si eso es posible. Me besa con necesidad, como si por todos los milagros del universo, se obligara a sí mismo a olvidarse de todo por un momento.

Le sigo el beso con la misma intensidad, nuestras bocas no se separaban ni un momento, absorbiéndonos el uno al otro, nuestras lenguas en una danza de sabores. El beso se va relajando a medida que nos separamos, aún con nuestras respiraciones agitadas y nuestras miradas fusionadas.

— ¿Estás bien? — cuestiono con cautela, mis ojos siguen cerrados. Dejo que las caricias de sus manos en mi rostro me transporten a otro lugar. Su aliento choca con el mío creando escalofríos que recorre todo mi cuerpo.

— Ahora sí — responde sonriendo.

— Voy a bajar a desayunar, ¿quieres algo? — cuestiono.

Abro los ojos formando una sonrisa, sus labios también se crispan en el proceso. Me levanto de la cama y él imita mi acción. Desplazo mi vista de Dylan cuando me acuerdo de que estaba en boxers. Puedo notar como mis mejillas se calientan y como se escucha el sonido de la sonrisa de mi novio.

No soy la típica chica (U.D.S.#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora