Aquel día, en la casa solo estaban ellos dos.
- Eres despreciable. ¡¡No te mereces estar con ella!! Todo este tiempo no era más que un engaño, a pesar de toda la confianza que ella te dio... Tú solo interpretabas la obra de teatro que ella quería oír.
Daniela hacía serios esfuerzos por mantener su voz medianamente serena mientras sentía como la rabia y el desprecio ardían en su interior. Su padre soltó una risotada despreocupada.
- El mundo es así, pequeña. Unos viven de una forma y otros de otra. Unos comen y otros son comidos. Además, tú misma deberías saber bien a lo que yo juego, ¿o no es así? ¿Acaso esa amiga tuya lo sabe todo de ti?
- ¡Cállate! ¡Tú no sabes nada!
- Claro que no; de tanto que mientes dudo que ni tú misma sepas algo.
Movida por la ira que la embargaba, Daniela intentó abofetear a su padre. Sin embargo, él detuvo la mano en el aire y la soltó distraídamente. Volvió a reír; Daniela se quedó sin respiración.
- Tú no mereces recibir esta atención.- murmuró su padre con tono sombrío- Ni ninguna. Tú no deberías haber nacido. No mereces ninguna explicación del por qué yo engaño a tu madre con otras mujeres porque la razón eres tú. Si no hubieras nacido yo no me habría casado y sería libre.
- Para...- Los ojos de Daniela estaban inundados en lágrimas.
- Eres tan culpable de lo que pasa como yo.
- ¡Mentira! ¡Yo no elegí haber nacido, idiota! Se lo diré a mamá y nos iremos de...
En un parpadeo, su padre le echó las manos al cuello y ella ahogó un grito de sorpresa. El terror se apoderó de Daniela y empezó a retorcerse y a arañar las manos que le impedían respirar. Su padre la miraba directamente a los ojos, despiadado, creyéndose un ser superior que esperaba que aquel ínfimo ser le suplicara por su vida.
Tan súbitamente como había sido atrapada, quedó libre. Se dejó caer de rodillas al suelo entre toses, instigando a su cerebro a asimilar que su padre había estado a punto de matarla.
- Decías que ibas a...- habló, haciendo un ademán con la mano que demandaba el resto de la frase.
Ella, aún jadeante, tuvo que toser varias veces más para poder completar la frase, diciendo con tono resignado y cargado de ira:
- A callarme y a portarme bien.
- Así me gusta.
Por aquel entonces tenía quince años y su pobre inocencia fue pisoteada como el césped en un partido de fútbol. Miles de veces. Cada vez que su padre abrazaba a su madre. Cada vez que esta le hablaba felizmente de la relación con él. Cada vez que se besaban.
Ella estaba sola porque lo que ella sabía no lo podía saber nadie más. Y nadie podría ayudarla. Se odiaba y odiaba a su padre por haberla traído al mundo por error. Pero había decidido algo: no iba a dejar que nadie sospechara siquiera una palabra de lo que le había ocurrido. Así que, durante dos años, asumiendo su papel de buena hija, fue amable y obediente con su padre cuando su madre estaba delante. Mostró su gran alegría, sus bromas y su exagerada energía a sus amigas y compañeros. Sacó las mejores notas que pudo. Se convirtió en la envidia de otras personas.
El papel de la chica perfecta. Lo que ellos querían.
Pero, cuando uno pasa demasiado tiempo interpretando un papel que no es el suyo, puede llegar incluso a olvidarse de quién es en realidad.
***
Apoyada sobre la puerta cerrada de su habitación, se dejó resbalar hasta el suelo. Sentía los ojos húmedos y el cuerpo increíblemente pesado. ¿Qué es lo que acababa de hacer?
Los nervios aún la dominaban y le sudaban tanto las manos que el frasquito de cristal que llevaba casi se le resbala de la mano un par de veces como una pastilla de jabón.
Miró el reloj y suspiró profundamente intentando expulsar todo su malestar. En el salón, su padre, solo, veía la televisión a un volumen exagerado. Su madre estaba ahora lejos de allí, fuera del escenario.
Ya era imposible evitarlo sin consecuencias trágicas; el show había empezado.
Su show.
- Espero que puedas perdonarme por esto, mamá.
***
¡Buenas!
En realidad no me gusta poner notas de autor en las partes de una historia pero...creo que mientras estoy empezando aquí podría ser una buena idea. Tal vez.
Esta es la primera parte de esta historia corta sobre amistad y secretos. Esto vendría a ser algo como el prólogo. ¿Os ha gustado? ¿Veis algo incoherente? ¿Es aburrido? ¡Deja tu comentario y hazmelo saber!
Espero que disfruteis esta historia.
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Inclasificable
Short StoryDaniela es una chica alegre, con una media alta de calificaciones, alguien que cae bien a todo el mundo por su encanto. Pero detrás de toda esa fachada construida con esmero hay un oscuro secreto y una triste realidad. Daniela está a punto de hacer...