Capítulo 11

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-¿Qué es lo que quieres, Marissa?- dije disimuladamente mientras encendía la grabadora de sonidos de mi móvil.

-que te largues de nuestras vidas.

-lo siento, yo estaba fuera de sus vidas, Ían fue quien me buscó, yo estoy casada y tengo hijos, créeme…- hice una pequeña pausa, tenia que mantener mi furia contenida en este momento para no poner en riesgo la integridad de Ían, debía ser mas inteligente que ella- yo no quiero volver con él.

-¡mientes! No eres nada más que una zorra que quiere robar mi felicidad.

-te equivocas y es en serio, Ían no me interesa, puedes hacer lo que quieras con él, mientras no se interponga en mi matrimonio, de hecho, estas haciéndome un favor.

-no entiendo, investigué por muchos medios- dijo confundida con la mirada perdida, entonces me di cuenta que algo no estaba bien en su cabeza- tu lo amas, lo quieres de regreso por que tu matrimonio esta de cabeza, acéptalo, quieres robarme a mi marido.

-Marissa ¿Por qué habría de querer a alguien que me abandonó hace años?- dije como si estuviera burlándome- ¿acaso no vez que no tiene lógica? ¿Conoces a mi marido siquiera? Ían no es ni la mitad de hombre que él.

-¡no lo insultes! El es maravilloso, el fue maravilloso hasta que apareciste de nuevo en el mapa.

-no lo insulto- me paré a servirnos una taza de té, necesitaba distraerla- te serviré una taza de té, necesitas tranquilizarte, voy a contarte el por que no tengo la mas mínima intención de quedarme con tu esposo.

Ella me miró asombrada de lo que yo estaba diciendo, se quedó sentada en el mismo sofá mientras salí de mi oficina. Le escribí una rápida nota a Danna que decía: “llama a mi padre y dile que venga es urgente, que me mande un texto cuando llegue”, Danna me hizo un gesto de terror. Serví las tazas de té y entré de nuevo. Ella no se había movido de su lugar, tenia la expresión de cuando no puedes creer de lo que están hablando.

-aquí tienes- le entregué la taza- Marissa, Ían me abandonó cuando mi exnovio, el padre de mi hijo, me secuestró- tuve que usar todas mis dotes de actuación para hacerlo creíble mientras soltaba un largo suspiro- el me golpeaba y me drogaba, Ían se enteró pero no hizo nada al respecto, solo volvió a España sin siquiera importarle que me pasaba ¿ahora entiendes por que no quiero saber nada de él?

-entiendo- dijo con el ceño fruncido, no esperaba lo que le estaba diciendo- pero entonces ¿Por qué quiere volver contigo?

-¿y a ti quien te dijo que quería volver conmigo? Creo que todo esto es un malentendido y estás sobre reaccionando, Marissa.

-el me lo dijo- hizo una mueca de dolor, como si al recordarlo estuviera tomando un trago de acido- dijo que lo nuestro nunca había funcionado, que quería buscar a quien fue el amor de su vida, que no me pusiera en su camino.

-hmmm eso dijo, pero dime ¿acaso preguntó si yo quería volver con él?- dije con indiferencia.

Entonces sonó mi móvil, mi padre había llegado y estaba afuera de mi oficina: “estoy aquí ¿Qué pasa?”

-disculpa, debo contestar este mensaje, es de trabajo- le contesté el mensaje a mi padre: “cuando salga la mujer en mi oficina, síguela, te explico luego”-discúlpame de nuevo, era urgente. Retomando el tema, tal vez solo deberías intentar reconquistarlo.

-tal vez…- estaba demasiado apenada, o al menos eso creo, como para levantar la mirada- debería irme, disculpa que te haya molestado en tu trabajo.

-no bajes la mirada, Marissa. Yo hubiera reaccionado igual en tu lugar.

Levantó la mirada y me sonrió aun con pena, me acerqué a darle el abrazo más hipócrita en la historia, salió por fin y entonces llamé a papá. No podía darme el lujo de perder el control en este preciso instante, ya habría tiempo para eso.

Infierno y Paraíso...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora