Verdaderas Intenciones [Yaoi/BL] (Yuuram) {Kyō Kara Maou}

Capitulo Unico

Esa era como cualquier otra mañana en Shin Makoku cuando Yuri no estaba por los alrededores, a veces Wólfram se encerraba en el cuarto del mismo a dormir abrazado a la almohada del Maou creyendo que es su amado. Pero un ruido le saco de sus pensamientos, fue corriendo hacia el lugar de donde provenía, encontrándose a su querido Yuri en la bañera del palacio, había llegado días antes de lo esperado por una carta que Anissina le envió con su nuevo invento "Maou ni Okuru-kun"(Envíaselo al Maou-kun) en la que decía que se apurara en volver que tenía algo que enseñarle. Ya en la habitación de la misma la pareja, o como se esforzaba Wólfram por pensar que era, miraba extrañada el pequeño frasco con un liquido rosado oscuro que, a distancia, se sentía el poder mágico.

--Es una poción especial, me la regalaron en una fiesta, su efecto hace que la persona que la tome con solo unas gotas, hará y dirá todo lo que su corazón mande, es decir será sincero con sus deseos, quería entregárselo a su alteza el Maou, creí que le podría dar un buen uso--

--Solo quieres que sea tu conejillo de indias ¿verdad?, lo hare, probare un poco en la cena, solo para ver si funciona, si a la mañana siguiente estoy igual es porque no sirve--

Pero lo que el Maou no se esperaba es que la pócima sufriera un efecto tan fuerte, se sentía como un gato, ellos hacen lo que quieren cuando quieren, así estaba el. A la hora de dormir no le fue mejor, ya que de por si no tenía casi control, al ver la cara de Wólfram mientras se acostaba a su lado hizo que por su mente pasara una idea, ¿Por qué no? se pregunto, desde que lo conoció le había parecido un chico muy lindo, y antes de darse cuenta se había enamorado, pero, ¿Wólfram lo verá igual? Su prometido solo seguía el protocolo, era su deber, pero Yuri quería intentarlo, hacer cosas indebidas con su pareja, a él también le gusta esa forma de describirlos, sin pensarlo dos veces se acerca al oído de Wólfram quien se estremece ante tal acción, mostrando un notorio sonrojo ante las palabras del Maou "--Vamos a hacerlo--", el rubio le miro a los ojos negros y profundos como la noche y soltó un ligero "--Wakatta--" como afirmación, estaba siendo muy débil a pesar de su orgullo, la razón, Anissina le dio también un poco a Wólfram, los deseos del niño egoísta salieron a la luz como rayos, quería ser el uke, de su querido Yuri.

Este otro empezó por desvestirlo, lenta y suavemente, si perder rastro del suave y pálido cuerpo de su "reina", analizando cada centímetro, no, milímetro. La poca cordura que de seguro le debía quedar a alguno de los dos se fue dejando en su lugar una lujuria y un cariño inexplicables por palabra alguna, "hermoso" se quedaba corta ante la vista de ambos. Sin perder el ritmo, el Maou se fue desvistiendo también, o eso intento, una mano lo detuvo, es Wólfram, el quiere hacerlo, nada lo detuvo, Yuri se quedo por unos segundos que parecieron eternos a merced de su pareja, cuando ya ninguna prenda impedía el paso empezó de verdad el acto que ambos estaban esperando desde hace tiempo.

Primero fueron los labios, empezaron con un beso corto, para entrar en confianza, poco a poco se fue intensificando, la legua del peli negro empujaba lentamente los labios contrarios pidiendo permiso de intromisión, el que le fue dado de inmediato, primero fue la exploración de la entrada, siguió hasta encontrarse con su rival y empezó una batalla de lenguas interminable que termino con la derrota de Wólfram. Prosiguió a lamerle lentamente el cuello, como un caramelo, seguido de besos, chupones y ligeras mordidas que lo único que hacían aparte de aumentar la excitación en ambos era sonsacarle jadeos y ligeros gemidos al uke. Su lengua recorría todo a su paso, bajo por donde se supone se encontraba el esternón y prosiguió hasta situarse en medio de su pecho.

Un ligero "--Prosigue--" salió de los labios de Wólfram, ansioso por saber que pasaría a continuación, quería sentirse lleno, tanto el cuerpo como el corazón, ante esta frase Yuri se acerco a uno de los puntos rodadizos, les dio una pequeña pasada con su lengua tibia y húmeda, como un manantial. Chupaba, mordía y volvía a lamer para aliviar el ligero dolor que el rubio pudiera sentir, pero no fue nada de eso, los gemidos que este brindaba creaban una hermosa melodía que el Maou no podía ignorar. Siguió bajando mas, poco a poco, sin nada que le impida el paso, o eso creía, cuando estaba cerca del miembro de su amante el mismo se cubría con las manos, la vergüenza le inundo un poco, el miedo y la desesperación, el dominante unió de nuevo sus labios en un beso más profundo que los anteriores, quitándoles a ambos el oxigeno lentamente, con calma, sin apresurarse.