De espaldas a él podía sentir su mirada. Había tratado por mucho rato ignorarlo, pero ya era suficiente. Destapó una de las ollas, probando el contenido de ésta, el arroz ya estaba listo.
Hizo el amago de girarse, para notar cómo Minho volteaba la vista rápidamente, fingiendo que jugaba con Ellie mientras le daba su colado de frutas como postre. La niña lo miraba, comiendo entusiasmada y golpeando sus manitos en la base de la silla para bebés.
Buscó unos platillos en la despensa, disponiendo todo para el almuerzo que había preparado para ambos. Desde que entró en la casa un par de horas atrás, Minho no había dejado de seguirlo en todo momento. Parecía que para él, el hecho de que estuviera ahí, en su casa, bajo el mismo techo, era algo irreal, como un sueño, una ilusión de la que no quería despertar y tan solo buscaba confirmar a cada instante.
- Minho... - le llamó distrayéndolo.
- ¿Mmm?
- Ellie tiene su boca abierta, ¿le vas a dar o no su postre?
Entonces miró a la pequeña que con su boquita abierta trataba de alcanzar la cuchara que Minho pendía en el aire, sin dársela aún. Definitivamente estaba atontado con el hecho de que Taemin estuviese ahí.
- ¡Oh, lo siento bebé! – le sonrió a la niña mientras le daba de su postre.
Estúpido Choi...
Taemin arregló la mesa con los platos y cubiertos, dando tiempo suficiente a que Minho terminara con Ellie. A pesar de haber ido sin avisarle y de sus intenciones de quedarse e intentar recuperar su vida en casa, el castaño se sentía nervioso, tanto, que el ponerse a cocinar había sido tan solo una excusa para no enfrentarse a Minho y a las preguntas que era obvio éste quería hacerle, pero no se atrevía.
Habiendo terminado, Minho la tomó en brazos, quitándole el babero y limpiando su boca. Junto a ella se sentó a la mesa, acomodando a la niña en sus piernas.
- No tenías que hacer esto Taemin, no quiero que pienses que es tu obligación o algo así... - añadió mientras el castaño le acercaba un pocillo de arroz – He estado buscando alguien para el servicio y una niñera para Ellie, no tienes que hacer esto...
- Considéralo mi manera de disculparme contigo... - le dijo – Te dije cosas horribles, antes... yo...
- Está bien, las merecía, te estaba presionando demasiado...
- No, no lo hacías...
- Lo sé, suelo ser así, es que estaba ansioso y supongo que no quería perderte, tenía miedo de lo que iba a pasar y estaba asustado de tener que estar solo con Ellie... - hablaba casi sin respirar.
- ¡¿Te puedes callar?! – exclamó antes de que siguiera vomitando las palabras - ¡Dios, eres...!
- Taemin, ¿qué...?
- Mira, escucha... - añadió – Que me hayas ocultado a Ellie, no te lo voy a perdonar, me mentiste, pero entiendo porque lo hiciste; yo estaba siendo un imbécil y tú solo querías que yo la aceptara – respiró – No me pidas más que esto; si vine fue porque mi madre me mostró y me dijo cosas que... bueno, ese no es el punto... Minho, solo quiero tratar de conocer a Ellie y estar con ella, eso es todo...
- Antes, antes dijiste que también querías intentarlo conmigo... - murmuró tímidamente.
- No quiero pelear contigo Minho, al menos, no con Ellie aquí – añadió mirando a la niña – Ella no tiene la culpa de nada, tan solo tratemos de llevarnos bien por ella, ¿sí? Seamos amigos por ella, ¿está bien?
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[ Memorias de un Invierno ]
Romansa•2Min• Él solo tenía un sueño, uno que le pertenecía. Era un sueño sobre una vida pasada, un amor olvidado y sin futuro. Era un sueño que tenía una forma, eran sombras de las memorias de un pasado que se aproxima pero luego, vuelve a desaparecer. Ta...