Capitulo dos: Encuentro...

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Capitulo dos: Encuentro...

Caminaron por los enormes pasillos de la mansión, decorados por retratos familiares de generaciones antiquísimas, en poco tiempo ya se encontraron fuera del gran salón, se podía escuchar la música sonar y el murmullo de la gente comentando sus trivialidades, disfrutando del buen rato, las puertas del gran salón fueron abiertas por los sirvientes, dándoles paso a una sala llena con la nobleza más destacada de toda Europa, se adentraron en ese mundo ambos disfrazándose con sus máscaras de frialdad y nobleza tan necesarias en un ambiente tan contaminado como lo es, el de la aristocracia.

Inmediatamente el murmullo seso, los dos jóvenes cruzaron el salón asediados por las atentas miradas y un aislador silencio, llegaron a un lado del Duque Bonnewiik anfitrión de la velada.

-Lukas hijo, Arthur, bienvenidos- su saludo fue formal y frió

-Padre- Lukas hizo un leve ademán con su cabeza en respuesta

-Muchas gracias, tío, por la invitación, siempre es un honor celebrar con usted- hizo el mismo ademan y los murmullos volvieron a la fiesta. Fueron saludando a cada uno de los invitados, compartiendo con una máscara para cada uno. Arthur rápidamente se vio completamente asediado, tomo una oportunidad y salió lo más rápido posible hacia los jardines, se adentró muy profundo en ellos, hasta que se sintió solo y se sentó en una banca completamente alejado de la mansión, miro la luna que esa noche se encontraba particularmente llena y hermosa como preparada para la particular velada. Estuvo un buen rato así, solo disfrutando de la noche

-No deberías estar en la fiesta-una risueña voz se acercó, sintió un aliento cálido en su oído, rápidamente llevo sus manos a este y se alejó de la fuente, Frente a esta reacción el extraño dio una gran carcajada

-¿Qué es tan gracioso?- reclamo recobrando la compostura

-Tu reacción- aun reía, Arthur le dio una mirada más detallada era un joven rubio, con ojos de un profundo color azul, podías distinguir perfectamente el cielo de un hermoso día en ellos, se quedó maravillado centrado en esa belleza inhumana que poseía el otro- ¿Qué ocurre?, tengo algo en mi cara- se acercó más al inglés provocando que la distancia entre los ambos se redujera a tan solo unos centímetros

La pregunta del desconocido rápidamente lo hizo salir del trance que esos ojos le provocaron, inmediatamente fue consiente de la poca distancia entre ambos, dio un salto ya se encontraba en el extremo de la banca así que solo corrió su rostro- Nada, en absoluto se excuso

-Entonces porque me mirabas tan atentamente- tomo con uno de sus dedos el mentón del británico obligándolo a que sus rostros se encontraran, el británico rápidamente con su mano quito el contacto

-No te miraba- negó rápidamente apresurado por contestar intento volver a correr su rostro, pero el extraño no se lo permitió

- Si lo hacías- se burló- me mirabas fijamente con tus bellos ojos- se acercó nuevamente al oído del anglo, rápidamente este se vio envuelto por el poder de seducción del otro, sus pensamientos se disiparon, alrededor de ambos se cernía una niebla , la respiración del británico se dificulto- Pronto serás mío- el demonio ya no se podía controlar teniendo a Arthur tan cerca, su aroma lo perturbaba, se deslizo hasta los labios de menor que ya no lograba distinguir la realidad, estuvo a punto de tocarlos cuando sintió la presencia de otro, con gracia se alejó del inglés a una distancia considerable.

-Arthur...Arthur- gritaba una voz, el británico rápidamente reconoció al propietario de ella, era su hermano Scott, llego a su lado, le dio una suspicaz mirada al extraño, mientras Arthur tenía la extraña sensación de haber olvidado una parte de algo muy importante , pero que no lograba distinguir con presión, el menor se levantó con rapidez al ser completamente consiente de la presencia de su hermano mayor, le miraba con su penetrante mirada concentrada examinándolo de pies a cabeza- Nuestro padre te está buscando- le informo sumamente formal y recto, le indico la mansión ordenándole solo con la mirada que se dirigiera a ella de inmediato

-Inmediatamente voy- respondió con una voz mucho más suave a la del otro, con leves residuos de miedo en ella, partió con gran agilidad hasta la mansión mientras Scott se quedó junto al otro

-Aun no es tiempo- le plano su mirada fija, llena de odio - No puedes tocarlo, aun no es de tu propiedad- su expresión se llenó de asco como si una sola palabra con ese ser lo rebajara a la peor de las calañas

-Tú mismo has dicho, "aun", es solo cuestión de tiempo para que sea totalmente mío- hablo con la más sencilla tranquilidad mientras una niebla negra se cernía sobre su cuerpo, dejando al descubierto su verdadera forma y su verdadera naturaleza

-Tiempo- remarco con hastío en su mirada al examinar su real cuerpo completo, de su espalda nacían unas grandes alas de murciélago junto a una delgada cola terminada en punta que jugueteaba detrás, unos cuernos que salían de su cabello ahora teñido de un negro intenso que perfectamente hacia que su figura completa se confundiera con la noche, solo siendo delatada su presencia por sus ojos azules tan intensos que no pasaban desapercibidos para nadie, pero que por sí solos atrapaban y envolvían

-Exacto- se levantó del suelo- ahora si me permites, debo ir a buscar a Mathias, antes que cometa una "maldad" con tu primito- incentivo su sarcasmo pero le dio un toque de diversión, Scott le miro con extrañeza, el demonio hizo un reverencia y salió de la escena rumbo a los bordes de la mansión.

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Lukas siguió en la fiesta, no se preocupó al ver como Arthur salió solo se dedicó a seguir con su máscara, solo para no despertar la mirada de su padre, porque en su interior solo deseaba salir de allí y adentrarse en el bosque justo en los límites de la mansión, su lugar de tranquilidad. Ya pasado un tiempo prudente decidió salir a tomar un poco de aire. En el balcón miro con anhelo el cielo tan hermoso que se dejaba ver en todo su apogeo, busco con la mirada a Arthur en alguna parte del jardín próximo, pero no lo encontró, dio por sentado que se había logrado escabullir hasta el fondo de los jardines y salir con éxito del ambiente tan falso

-Suerte para ti- le deseo desde su corazón- me encantaría poder hacer lo mismo pero para siempre- en esta última frase un deje de tristeza se filtró por su voz

-Y ¿Por qué no lo haces?- pregunto una voz despreocupada, al instante el noruego se dio vuelta y lo vio allí apoyado en la pared, relajado con su traje de cola completamente negro, pero mirándolo con unos ojos azules tan atentos que no pudo evitar que un escalofrió recorriera todo su cuerpo

-No te interesa- respondió frió como un hielo

-Oh, enserio pues yo diría que no es así- se colocó un poco más serio y camino con suma elegancia para quedar en el barandal apoyado mirando al horizonte, justo a un lado del otro

-Eres un extraño, no tiene por qué interesarte- esas palabras resonaron en la cabeza del otro, él sabía que no era ningún desconocido

-Tks...extraño...jejeje- su voz comenzó a tornarse más seria mientras intentaba controlar un impulso que lo obligaría a hacer coas que él no deseaba- al parecer no recuerdas-

-No me interesa saber porque dices eso- estaba seguro que no conocía a esa persona, no entendía porque hablaba como si le conociera pero algo en su interior lo llamaba a gritos que corriera de allí, hizo una reverencia- Con su permiso- y le hizo caso a su instinto salió de allí

En una milésima de segundo los ojos del otro se habían teñido de un intenso rojo, el danés se encontraba a milímetros de tomar al noruego cuando una mano se colocó en su espalda y lo devolvió a la realidad- Tranquilo, no nos queda mucho tiempo, hoy fijaremos la fecha- Alfred lo había parado a segundos de cometer el peor error de su vida

-Gracias- dijo con sinceridad dándose una vuelta y desapareciendo del lugar

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Los dos se aparecieron en el mismo despacho donde hace 12 años habían decidido el futuro de los dos pequeños, en el lugar ya se encontraban el conde y el duque, los dos en sus respectivos lugares

-Bueno caballeros, los hemos convocado por una razón muy especial- hablo con renovada calma y con una sonrisa de oreja a oreja- deseamos cambiar unas cuantas cláusulas del contrato-

-Adelantar, específicamente, y ustedes no se pueden negar- intervino Alfred sonriendo con satisfacción.

Un futuro impuesto (Hetalia Fanfic/ Dennor - Usuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora