Día 25: Afinidad Agridulce.

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El sudor bajaba por mi columna, mojando cada vez más la camiseta. La cinta amarrada a mi muñeca se movía conforme al aire y a los pasos acelerados. Ambos nos estábamos casi pisándonos los talones, notándose pronto el cansancio en nuestra respiración.

—¡¡Por una pequeña diferencia, Mamura-kun de segundo año gana la carrera!! —anunció entusiasmado el narrador del evento.

Los gritos de apoyo de todos los que estaban viendo la carrera habían tapado mis oídos, por lo que apenas escuchaba. Me limpié un poco el sudor de la cara con la playera, desviando la mirada hacia él, creyendo que diría algo. Pero el profesor sólo se fue hacia la carpa de bebidas.

Agradecí con un ademán a los que se habían acercado a felicitarme, tomé un sorbo de la botella de agua que me había ofrecido Inukai y luego me alejé del bullicio. Cerca de una valla, me dejé caer al suelo, encogiendo las piernas para colocar los brazos en las rodillas y ocultar mi cara en ellas.

La verdad es que por poco, tal vez unos cuantos centímetros, no hubiera sido el primero en llegar a la meta. No sé si a esto le podría llamar suerte.

El rechinido de la valla hizo que levantara la cabeza, dándome cuenta de la presencia que tenía al lado.

—Eres rápido —comentó el profesor, sonriendo con cierto aire bromista—. Me arrasaste. Eso fue asombroso.

Al final, sí vino a decir algo, ¿eh?

—Es porque no pienso ceder —le respondí con seguridad, estirando mis brazos sobre las rodillas. Su mudez provocó que lo volteara a ver. La sonrisa de antes fue reemplazada por una expresión neutra, metiendo sus manos en los bolsillos.

—Lo sé —dijo al cabo de unos segundos—. Una vez que dejas ir algo, no es fácil tomarlo de vuelta. Es por eso que estoy preparado para una honorable derrota. Bueno —soltó un bufido, mostrando una media sonrisa—, hasta yo he pensado que soy infantil.

Parpadeé desconcertado. No precisamente por lo que había dicho, sino porque mi mente recordó todas las veces que ella había mostrado ese mismo gesto: una sonrisa falsa y una mirada que refleja un dolor inmensurable. El parecido me causaba desazón.

Con mi silencio le di la razón, desviando la mirada hacia al frente.

—Buen trabajo a todos. Aquellos que no sean ganadores, les pido que se dispersen. Gracias —vociferó uno de los organizadores del evento, haciendo que la poca gente que había se retirara.

—Bien pues, nos vemos. Buen trabajo —se despidió él, yéndose del lugar.

Sin más, me levanté y seguí las indicaciones de los organizadores. Pero a pesar de que ellos repetidas veces nos llamaron "ganadores", no me llegué a considerar como uno.

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—Ah. Ya regresaste, Mamura —dijo Inukai al acercarme—. Te tardaste.

—Explicaron cómo sería la ceremonia de premiación —comenté indiferente.

Me abrí paso entre la gente, aún ruidosa por los otros eventos. Tratando de recordar si le había preguntado a Trenzas en qué iba a participar, pero seguramente estuvo en el concurso de comer pan que acaba de pasar.

—Ya veo. Yosano-san participó en la carrera anterior —continuó Inukai.

—¡Fue jodidamente asombroso! ¡Ganó el primer lugar por mucho! ¡Era como Flash! —me dijo bastante emocionado Sarumaru.

...Eso pensé.

—Pero al parecer tuvo que ir a la  enfermería cuando se terminó. Es probable que se haya lastimado —hizo una ligera mueca Inukai.

Estrella Fugaz Diurna (Daiki Mamura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora