Capítulo 25

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     Aún tomados de las manos, caminaban entre pasillos putrefactos, subían y bajaban escaleras pudiendo en distintas ocasiones observar distintos escenarios de tortura. A diferencia de algunos de sus hermanos ellos jamás habían estado en el burdel de las parafilias y mucho menos, sido parte de alguno de sus espectáculos.

     Cada 5 minutos Hoodie miraba nerviosamente su reloj y mientras mas avanzaba el tiempo su miedo aumentaba. Masky solo miraba hacia delante buscando la puerta, el también temía pero no podía entrar en pánico por Hoodie, sin embargo cada vez apretaba más su mano.

-Es aquí -Musitó Masky-.

     Hoodie dio un pequeño brinco cuando Masky se detuvo de pronto frente a una puerta, la cual los había sorprendido dado que a comparación de las puertas anteriores esta era totalmente presentable, de un blanco totalmente limpio y el numero 88 rasgado perfectamente sobre la madera. Estaban inertes frente a la puerta, esta vez fue Masky quien observo su reloj 1:00 am, habían perdido mucho tiempo buscando la puerta, y ahora que estaban frente a ella no querían entrar.

-Hoodie.

-Si? -Masky seguía mirando hacia al frente pero Hoodie se giro para poder observarlo-.

-Cuando te conocí, me prometí a mi mismo que te protegería siempre, antes que a mi, antes que a nadie y el día de hoy no romperé esa promesa pero... no puedo asegurar que te sacare con vida de aquí, aun así -Giro su cuerpo hacia Hoodie sin soltar su mano aun, y acercándose un poco mas a el-, lo que si puedo asegurarte es que si mueres, no lo harás solo. Perdóname.

      Dicho esto, unieron sus cuerpos en un abrazo, así como cada noche, así como cada mañana al despertar, así como en esas despedidas que implican separarse por cortos pero dolorosos momentos, así como cada reencuentro, así... como solo ellos sabían hacerlo.

-Yo no tengo nada que perdonarte, has estado conmigo en cada momento y aun ahora... gracias, también te protegeré y si es necesario moriré contigo, siempre estaré contigo, incluso en el infierno.

      Se separaron y tomaron sus manos, volvieron a mirarse y después de un momento se decidieron a abrir la puerta. Cualquiera esperaría encontrarse con una habitación en buen estado teniendo una linda puerta, pues, no fue así, una sucia y desordenada cama era lo primero que se divisaba al entrar, de más esta mencionar los rotos y obsoletos muebles que también se encontraban ahí, ya que ese, no era el centro de atención. Junto a la cama frente a un baúl como el de los tesoros había una pequeña caja, sucia y rota. Se adentraron en la habitación y al estar a unos pasos de la puerta Masky sintió un material viscoso bajo sus pies, levanto uno de ellos y un liquido espeso se deslizo hacia el suelo y justo cuando se dispuso a examinar aquel liquido viscoso, la puerta detrás de ellos se cerro y al mismo tiempo sobre el suelo aquel liquido de colores iluminados hizo que aquella profunda oscuridad desapareciera, era como si tuvieran un arco iris a sus pies que se extendía hacia aquella pequeña caja, pero al observar mejor se dieron cuenta de que aquel liquido no provenía de la pequeña caja. Aquel liquido caía sobre ella. Levantando la mirada observaron un cuerpo con un aire conocido, pero no se dieron cuenta, hasta que observaron su rostro. Su nariz era puntiaguda, y su rostro blanco, su cabello era estilo afro y portaba un ostentoso traje, fue entonces cuando descubrieron de donde provenía ese liquido, su boca se había vuelto enorme y de ella aquella viscosidad salia cual catarata, Laughing Jack los miraba fijamente pero simplemente no era el. Masky lo miraba atentamente, en especial la espada que portaba en su mano derecha, sus sentidos se agudizaron cuando percibió movimiento, Laughing ahora extendió su sonrisa , pareció no haber hecho nada, se encontraba en donde mismo, pero la espada no estaba, su corazón crujió, volteó su su cuerpo completamente en shock hacia atrás, Hoodie se mantuvo quieto unos segundos y después, cayó al suelo.

Esto es sobre nosotros (Jeff the killer y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora