Capítulo 45: ¡Corred!

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Confundido, miré a mis amigos y observé que todos ellos estaban alerta. Annikin miró los rostros de cada uno y los comparó con los de un papel que tenía en la mano. Luego volvió a repetir: 

- Segundo aviso, están todos detenidos por orden de su majestad el Rey Hamlet. Levántense y acompáñennos al Palacio. 

 De nuevo silencio. Vi los rostros de cada uno de nosotros estaba en tensión, cómo Alba tocaba su colgante, cómo en la mano de Vincent aparecía una pequeña flama, cómo Michael sacaba sus cartas. Entonces Annikin dijo:

- Está bien –e hizo una seña a sus compañeros-. Detenedlos. 

Y Vincent gritó: 

- ¡CORRED!

 Me levanté de un salto y comencé a correr sin mirar atrás. Oí unos pasos detrás de mí y vi a tres soldados persiguiéndome. Sin dejar de correr, cogí mi reloj y susurré:

 - ¡Ad tempus, sed in eodem loco!

 Era el mismo hechizo que había usado en la batalla contra Ev, y observé gratamente cómo los soldados que me perseguían se detenían en seco: su tiempo se había parado. No era el hechizo más complicado que podía hacer, es más, en estos tres meses había mejorado muchísimo, pero los nuevos encantamientos aprendidos me costaban mucho más de realizar y había riesgo de que fallaran. Mientras cavilaba me encontré con que Albert estaba a mi lado. Sin musitar palabra, nos escondimos en una esquina de un edificio. Él susurró:

- ¿Puedes parar el tiempo un momento? Así podremos ver cómo está la batalla.

 - No podré, necesito ver la situación. 

Él iba a contestar, pero en ese momento un montón de guardias llegaron con los cuerpos inconscientes de los demás. Traté de advertir a Albert, pero le cogieron. Entonces saqué mi reloj y retrocedí unos segundos, justo en la pregunta de Albert. Y dije:

- ¡Detrás tuyo! 

Él se giró a tiempo para ver a los guardias, y creó un muro de hielo. Los guardias se retiraron y Albert dijo:

- No cantes victoria todavía.

En ese momento noté una presencia a mi espalda, y al girarme vi que se trataba de Ev. Di un respingo,pero ella se llevó el dedo al labio e hizo el gesto de silencio. Y luego señaló detrás de mí. Los guardias se encontraban con un Albert inconsciente debajo de ellos. Traté de retroceder en el tiempo, pero solo vi oscuridad.     

Ammulets Parte I: TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora