Esta es la historia de tres hermanos, Juan, el alto, Edgar, el torpe, y Lola, la guapa, que en un día del frio y oscuro diciembre salieron de excursión a donde nadie más se atrevía a entrar, al lugar de donde provenían todas las historias de miedo. Fueron de excursión al bosque Siempre Libre.
Se han contado muchas versiones de esta historia, pero lo que reamente ocurrió nadie lo sabe, y esa es la historia que os voy a contar.
Los tres hermanos llevaban muchos meses planeándolo. Buscaron en libros los caminos más seguros y guardaron todo tipo de provisiones en sus mochilas.
El gran día por fin llegó. Salieron temprano para aprovecharlo bien. Tenían previsto ir por los caminos marcados hasta llegar a la iglesia abandonada del centro del bosque y luego volver.
Nada más entrar, Lola se separó sin querer del grupo. Hechizada por unas flores que desprendían un aroma embriagador, se dirigió hacia la primera trampa. Cogió una de las flores azules para olerla y, al hacerlo, cayó desmayada al suelo, donde un loco la agarró y se la llevó con él a su cueva.
Edgar y Juan aún no se habían dado cuenta de que faltaba Lola. Cuando Juan se giró para ver cómo se encontraba y vio que no estaba, avisó a Edgar para ir a buscarla.
Tres horas más tarde aun no la habían encontrado, por lo que decidieron separarse y buscar por diferentes caminos. Juan fue por el de la derecha y Edgar por el de la izquierda.
Un rato después de irse por el camino derecho, Juan escuchó un ruido que le heló la sangre. Al girarse y no ver nada, por un momento se extrañó, pero luego entendió, al oír otra vez ese ruido, de que se trataba. No era un ruido, era una voz que gritaba: "¡Socorrooo! ¡Socorrooo!". El chico supo muy bien de que se trataba, pues había leído la historia del hombre de las sombras cuando era pequeño. Después de leerla, estuvo muchos meses sin poder dormir por el miedo.
Y, en efecto, el chico acertó. Delante de él se le apareció un cuerpo de entre las sombras. Tenía el rostro pálido y su cuerpo era cubierto por una sábana blanca y sucia. Sus pies estaban descalzos y arrugados.
Juan retrocedía poco a poco, con miedo, cuando el hombre abrió las sabanas. De ellas salió una luz brillante y cegadora, que succionó a Juan. El reaccionó pegando un grito, pero no fue capaz de huir y desapareció por la tela.
El grito fue escuchado por Edgar, quien fue corriendo a salvar a su hermano. El pobre chico tropezó con una piedra y se cayó al suelo. Desde allí pudo ver un agujero en el tronco de un árbol disimulado por el musgo.
Decidió buscar allí para ver si estaba alguno de sus hermanos. La sorpresa que se llevó al ver a Lola metida en una jaula inconsciente fue aún mayor cuando encontró a una persona afilando un cuchillo.
Edgar no dudó ni un segundo en despertar y sacar a Lola de la jaula. Cuando la chica se despertó, tardó unos instantes en entender lo que pasaba. Salió corriendo lo más rápido que pudo y Edgar la siguió detrás. Él no tuvo tanta suerte: el hombre loco se giró de golpe y le lanzó el cuchillo a la espalda, haciendo que se desplomara en el suelo muerto.
Lola gritó, pero tuvo que irse y dejar allí a su hermano para salvarse a si misma.
El dolor de ver como mataban a mi hermano y ser la única en volver a casa me estuvo devorando por dentro poco a poco. Con el paso de los años formé mi propia familia, con mi marido y con mis hijos, Juan y Edgar.
Wiiii!!! Aún estoy que ni me lo creo dioos!!! 100 seguidores? Os amodoro taaantooo ♥u♥
Espero que hayais disfrutado con esta pequeña historieta! Y ahora, os dejo hacer vuestras propias historias sobre el final...
Byeee
Twi XOXO♥♥♥♥
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Microrelats/microrelatos
Historia CortaRecull de microrelats. Recogida de microrelatos. #25 en historia curta (11/07/16) #4 en historia curta (12/07/16)