30. Mini cap. 2/2

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Hoy miércoles teníamos que reunirnos para coordinar la música, decoración y todo. Eso implicaba ver Dylan y cruzar palabras, algo que no tenia ganas de hacer pero si quería que todo fluyera debía aparentar lo mas que pudiese. Y efectivamente cuando llegue, ya el estaba con el Dj. Respire profundo y me dirigí hacia ellos.

—Que tal? Espero que nos pongamos de acuerdo rápido. Soy Ellieh.

—Mucho gusto, ya el joven Dylan me informo que tipo de música desean—. Por supuesto que lo hizo, sabe lo que le conviene.

—Vaya, pues necesito que al menos para la entrada sea una música un tanto de recepción. También necesito que este aquí una hora antes del baile si es posible. ¿Le informaron el código de vestimenta?

—Si señorita, si me lo permite voy a reproducir uno de los playlists que prepare para el baile.

—Claro como no, manos a la obra caballeros.

—Ellieh, ¿sera que podemos hablar unos minutos?

— Bien que sea rápido, ya mismo llegaran la decoradora y las muchachas, que sabes que están ajenas a todo esto.

—Este, yo quiero disculparme por lo que viste, se que no fue algo muy lindo.

— ¿Algo muy lindo, Rogers? Tranquilo que tu secreto de mujeriego infame esta a salvo conmigo. Además que entre nosotros no hay nada. Pero ni se te ocurra volver a intentar besarme o tan siquiera agarrarme la mano Dylan.

—¿Nada entre nosotros? ¿Llamas nada a esos pequeños encuentros? —dijo

 —Es algo a lo que ya estás bastante acostumbrado con las mujeres así que no es necesario que finjas conmigo porque te conozco mas de lo que crees. Además no estoy herida, así que tranquilo.

—Vaya. Al menos finjamos que no viste nada y así nadie se entera de estas discusiones sin sentido.    

—De acuerdo, pero al primer intento de beso, te dejo sin pelotas.

Rió divertido ante esto, quizá se cree que no soy capaz de eso. Y la verdad quizá no lo sea, pero una patadita en las pelotas no viene mal y mucho menos lo que tengo planeado. La decoradora llego e hizo magia con el lugar. A solo días para el baile y estaba muy ansiosa. Dylan se comporto el resto de día, pero estaba segura que la conversación que tuvimos no había terminado y que no se quedaría así de lo mas tranquilo.

Todas Contra el MujeriegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora