X & Y

X: El inicio del camino

¿Qué es lo que haría a continuación?

Yo realmente no lo sabía. De alguna manera me había entregado al destino, si es que existía, y que sólo pasara lo que tenía que pasar.
Las cosas no habían resultado bien si trataba de ignorarlas, o de fingir que no sucedía nada. Y no tenía caso seguir así, de todos modos, ambos sabíamos lo que sentíamos realmente. Y muchas personas también lo sabían.

Ya no había vuelta atrás.

***

Mi corazón en ese momento estaba acelerado, latía muy fuerte. Estaba nervioso, me sentía sofocado y que en cualquier momento podría desmayarme, o simplemente vomitar. Lo que sucediera primero.

Supongo que la situación sería graciosa, pero no lo es para mí.

Estoy frente a la puerta de la casa de los padres de Parnell. Vine aquí directamente después de clases, con la esperanza de encontrarme con él cuando estuviera regresando de la escuela. Para hablar con él. Necesitamos hablar.

Si estoy tan nervioso es porque estuve prácticamente toda la mañana, y parte de la tarde, ignorándolo. No sabía cómo hablar con él, cómo empezar a hablarle. Además, con tantas personas a nuestro alrededor no confiaba en que yo pudiese ser precavido ¿quién sabe cuántas estupideces pudiese decir?

Así que decidí que la mejor opción que tenía era simplemente ir a su casa y hablar ahí. O ir a la mía, aunque no me emocionaba la idea de estar encerrado en mi casa.

Aunque después de haberlo ignorado tan deliberadamente, no sabía si Parnell querría hablar conmigo. Quizás no, y entonces quizás no hablaríamos de lo que realmente sentíamos y volveríamos a tratar de fingir que nada pasaba.

A estas alturas realmente no quiero seguir fingiendo con él.
Supongo que quiero estar a su lado.

Pero ¿de qué forma? Siempre he estado con él, pero siempre siendo su mejor amigo. Entonces ¿qué quiero que seamos?

Hay una respuesta, pero me da miedo pensarla. Sé lo que realmente quiero, pero me da miedo atravesar esa puerta. En este momento ambos nos encontramos con la mano en la perilla de dicha puerta. Si la abrimos y la cruzamos, no volveremos a poder cerrarla, no podremos arrepentirnos.

Quizás para cualquier persona podría sonar muy dramático lo que estoy pensando. Pero lo cierto es que me da miedo, me da terror, estar enamorado de un hombre.

No me aterra la idea de amar, no me daría tanto pavor ni me causaría tanta angustia si la persona que amo fuera mujer. Y siento que me he traicionado a mí mismo, porque ni siquiera es que no me gusten las mujeres. Lo han hecho, me han gustado. Y sin embargo, no me enamore de ninguna de ellas. Tenía que querer a un chico.

Y todo esto me da miedo por una razón, no es porque crea que esto está mal, bastante igual me da si me gustan las mujeres, los hombres, o lo que sea que puedan ser las personas. No, la razón es que me da miedo lo que podría suceder a mí alrededor. Lo cierto es que a los hombres que les gustan los hombres, a las mujeres que les gustan las mujeres, nos odian. No le gustamos a nadie.

Seguimos siendo considerados una amenaza. Una amenaza para lo que todos consideran lo "normal", aún pagamos por algo que no está en nuestras manos controlar.

Yo no elegí esto, no elegí enamorarme de mi mejor amigo. No sé cuantas veces he deseado que ojala me hubiera enamorado de Rose. Ella además de ser mujer, es una persona interesante, intrigante y que sé que tiene buen corazón. Creo que hubiera sido feliz con ella.