Cris acaba de romper con su novio.
Mientras ella esta dispuesta a dejar atras su antigua y aburrida vida, su madre se casa con un importante empresario.
Cris deberá mudarse junto a su madre a la casa de su nuevo padrastro y convivir con su hermana...
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Al entrar a la casa, acompañé a Adam a su habitación, lo ayudé a recostarse y cuando estaba por irme, el habló.
-Quédate.
Dude unos segundos. Pero no podía negarme. ¿Cómo decirle que no? Si mi cuerpo deseaba estar a su lado.
Me recosté lentamente junto a él y coloqué mi cabeza en su pecho, me sorprendí al descubrir la rapidez con la que latía su corazón.
-Eso es lo que tu provocas cuando estas junto a mi-admitió, llevando una mano hacia mi cabello, para acariciarlo lentamente.
-Adam no estás solo ¿Sabes? Me tienes a mi ahora y puedes contar conmigo. No vuelvas a ir a ese lugar. Prometelo-supliqué, mirándolo fijamente a los ojos.
-Lo prometo Cris-me ofreció su dedo meñique y no dudé un segundo en unirlo junto al mio.
Unos minutos después, se quedó dormido. Sabía que si no me iba a mi cuarto, me dormiría junto a él. Y de ningún modo quería que nuestros padres nos vean juntos de esta manera.
Lentamente me safé de su agarre y con el corazón enloquecido, salí de allí.
Me dejé caer en mi cama y con el perfume de Adam en mi cuerpo, me quedé dormida.
Cuando desperté, el estaba sentado en mi cama, mirándome. -¿Por qué haces esto? Odio que me veas dormir.
-Para mi siempre te ves hermosa. Solo quería agradecerte por lo de ayer, te traje el desayuno.