"Pensandote a gritos"

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Pasaron unos cuantos días y el día 18-mayo fue el funeral de mi hermano. Y fue ese día cuando me moví, cuando me intente parar, todavía no manejaba muy bien la prótesis así que decidí agarrar la silla de ruedas que nos había regalado el hospital. Me dirigí al baño; coloqué un banco y me bañé. Me arregle, me puse una camisa negra de mangas cortas y pantalones negros, se que no era adecuado ir a un funeral así, debía ir con un traje y ya pero a mi hermano no le hubiera gustado que fuera a su funeral así. Intenté bajar las escaleras pero no podía pararme así que decidí ponerme la prótesis y bajar las escaleras; a la mitad de las escaleras me caí y me golpeé en la cabeza pero solo fue un golpe ligero. Mi madre escucho que me caí, me levantó y bajó la silla de ruedas; me senté en ella y me fui al carro sin decir ninguna palabra.

-Hijo, no crees que deberías ir al funeral con un traje?- dijo con voz seca mi madre.

Yo seguí mi camino y no dije nada. Mi padre tenía una camioneta y el me ayudo a subir en ella. Mi madre se aseguro de que había cerrado toda la casa y finalmente se subió a la camioneta.

Casi llegábamos al cementerio cuando de repente vi las placas del carro que había matado a mi hermano. Tenia memoria fotográfica y recordaba muy bien todas las cosas. BMN 55Q, esa era la maldita placa! Y estaba al 100% seguro de que era el carro.

Mis padres me ayudaron a salir de la camioneta; nos dirigimos al funeral, pero todos empezaron a rezar pero mi hermano y yo eramos ateos así que no hacíamos ese tipo de cosas así que decidí largarme de ahí y volví a donde se encontraba la camioneta y más adelante estaba un parque y fui a el a sentarme en alguna banca que estuviese por ahí.

Encontré una y en eso llegó Skay.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó.

Tenia puesto un hermoso vestido negro con un poco de brillo, se ajustaba bien a su cintura, seré honesto, Skay no me gusta, bueno un poco pero ese día se veía realmente bien.

Encogí los hombros -R-realmente no lo sé-

-U-un momento!? Hablaste!!! Tu mamá nos había dicho a Charlie, Sam, Dan y a mi que no habías soltado ni una sola palabra desde que ya sabes, t-tu hermano- dijo bajando el tono de voz.
 
-¿Murió? Sabes yo estuve ahí, recuerdo cada minuto, cada segundo de lo que paso, tengo memoria fotográfica, es una ventaja pero a la vez una desventaja. ¿Tu crees que la vida tiene sentido?- le pregunté.

-Si; bueno realmente no lo se, a veces solo pienso que la vida simplemente existe para distraerte de problemas que tenemos en la vida real, es como un juego, pero todo juego tiene un final no? Al igual que la vida- me explicó

-Tienes razón, creo que pensamos igual.- suelto una pequeña sonrisa -No le digas a nadie que hablé porque mi madre todavía cree que no le hablo a nadie. Siempre estoy "Sentado en silencio. Pensándote a gritos" así me siento desde que Richard murió.-

-Sabes que puedes confiar en mi. Los dos tenemos algo en parecido, pienso que por eso pensamos igual.- me dijo Skay.

Ella se sentó a mi lado y me puso la mano para que yo la agarrara, no dude ni un segundo y la agarré fuertemente. Era imposible no soltar una lagrima en ese momento.
Skay tenia un amante; parecían casi novios, en ese momento, justamente cuando Skay y yo estábamos sentados juntos y agarrados de la mano. Axel, su amante iba pasando y nos vio; se acercó hacia nosotros, el era el típico chico rudo del salón.

-Ey! Que te sucede!? Qué son novios o qué!? NO puedes acercarte a ella! Ella es mía.- dijo Axel.

Parecía un tipo de cavernicola por como hablaba en ese tono "rudo" por así decirlo, y en vez de hacer que se vea más fuerte y valiente se veía más tonto y absurdo.

-Somos mejores amigos! Y el y yo podemos hacer lo que se nos hinche la gana!- dijo ruda Skay

Solté una risita -¿Por qué no te vas Axel?-

En ese momento no sabia lo que había hecho, realmente me había metido en un problema; que estaba pensando! Axel medía 1.90m y yo 1.85m, no era mucha la diferencia solo que el era algo gordo y muy muy fuerte. Me hizo pararme, lo cual no lo lograba bien por mi prótesis. Me agarró de la playera y fue así como me logró parar y luego me dio una patada en mi estómago, después me siguió pateando ya estando en el piso después de muchos golpes que me había dado antes de caer al piso; Cuándo caí sentía que no me podía mover, a parte me hacia falta aire. No sabía como usar mi prótesis para pararme, en eso me vino a la mente una idea, mi prótesis era de metal así que puse mi pierna entre sus dos pies y así moverla fuertemente para tirarlo. Lo logre aunque calló en mi pierna que estaba bien y me la fracturó. Solté un fuerte grito y solo escuchaba a Skay gritando "Ayuda" "Ayuda" una y otra vez.

No Todas Las Historias Tienen Un Final FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora