Día 3

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Salgo de la ducha, me visto con un jens, polera y sudadera negra. Antes tenía chasquillas, ahora me llegan hasta la nariz. Saco el pelo de mi cara y me peino. No soy emo. Por eso me saco el pelo de la cara, mi vestimenta no es por que quiera seguir algún estilo, si no porque me hace sentir comoda.

No quiero enfrentar a George después de lo que pasó anoche. Debo pedirle disculpas lo se.
Salgo del cuarto buscando toparme con los ojos azules de George. En el segundo piso no está, no se si en su habitación estará. Bajo por las escaleras y me encuentro con Katy.

-¿Que buscas?.-dice Katy
-¿Has visto a George?
-Hoy es lunes, se fue a trabajar temprano. ¿Que querías de el?
-Nada. Sólo quería hablar un segundo con el.
-Vas a tener que esperar amiga.

Pasa su brazo encima de mis hombros y vamos a la cocina. Así que George está en el trabajo, ¿En que trabaja?. Dios, conozco a este hombre desde hace tres días.

-¿Tienes hambre?.-se lava las manos en el lavadero.
-No, tengo el estómago revuelto.

Me mira con expresión preocupada. Se acerca a mi y pone su mano en mi frente.

-Estoy bien.-saco su mano de mi frente.
-¿Segura?

Asiento, es verdad. Me siento bien, sólo estoy un poco mareada.

-¿Que quieres hacer hoy?
-Sólo quiero pasar tiempo contigo, después no podré hacerlo.
-Nunca nos podrán mantener separadas.
-No te veré en un año entero.-hago pucheros.
-Estuvimos dos años sin tener noticia la una de la otra.
-Lo siento.-susurro.
-Yo también siento no intentar ayudarte o simplemente escucharte.

Se limpia una lágrima que se escapó de sus ojos marrones.

-Siento siempre estar llorando como una Magdalena.
-No lo sientas.

Nos abrazamos una vez más y ella se va a duchar.
Veo la hora en el reloj de la sala, ya es medio día. Estoy aburrida, ¿Que puedo hacer?. Me paseo por la casa, todo tiene un aire frío y...limpio.
Decido ir a mi cuarto por mi cuaderno de dibujos. Le digo asi y está vacío. Es buen momento para empezar a dibujar.
No tengo ni lápiz ni goma. Por suerte tengo un poco de dinero. Voy hacia la puerta de salida. No demorare nada.
Tomó el acsensor y deciendo.
Salgo a la calle, el cielo está nublado pero no hace tanto frío. Igual me pongo el gorro de la sudadera y empiezo a buscar algún negocio. Dobló la esquina, sigo caminando, dobló otra vez y veo por fin un negocio.

-Hola.-digo con voz de niña buena.
-Buenas Tardes.-dice la Sra.

Me mira feo despues de una repasada que me dio.

-¿Que se le ofrece?.-me pregunta.
-Lápiz mina y goma de borrar
-Tenemos un pack de 2 lápices goma y sacapuntas a 3 dólares.
-Ese por favor.

Le doy los tres dólares, agradezco y me voy. Camino y ¿Donde estaba la casa?, no puede ser muy difícil de encontar, es un edificio grande donde sólo hay 5 hogares.

Camino y veo un puesto de hots dogs, me compro uno y me encamino al edificio.
Hay un bebé en un coche que se le callo el chupete al suelo. La que parece ser su mamá esta junto y habla sin parar con otra mujer. Me acerco y recojo el chupete del suelo, se lo paso al bebé y empieza a llorar al verme.

-¡Un ladrón!.-grita la mamá.
-No...no soy...déjeme explicarme.

Dejo el chupete junto al bebé y salgo corriendo. Se que no es la mejor forma de resolver la situación pero me ahorre lo que iba a pasar.
Corro, corro y corro. No se en que dirección voy, sólo se que ya se me cansaron las piernas. Me detengo en un parque a tomar un poco de aire. La gente pasea a sus perros y los niños juegan. Decido irme de ahí antes de que me miren mal otra vez.

Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora