Verano de 2001
Camino por los pasillos del hospital. No me gusta este lugar. Huele a medicina y veo a muchas personas llorar. No me gusta aquí y quiero irme a casa, pero papá dijo que no podemos irnos hasta que mamá esté bien. Él me dijo que mamá tenía... Tenía... Esa rara enfermedad que comienza con “C”. Dijo que era como pequeñas bolitas que crecían en el cuerpo de mamá.
No me gusta que a mamá le crezcan bolitas por que ahora ya no juega conmigo y siempre se ve triste. El doctor le quitó su cabello. Me gustaba el cabello rubio de mamá. Era suave y olía bien. Me gustaba que ella tocara el piano mientras yo dibujaba. Ahora ya no tocaba el piano y pasaba la mayoría del tiempo encerrada en este lugar.
No me gustan los doctores ni las enfermeras. Me miran raro mientras camino por los pasillos. Estoy aburrido y no me dejan ver a mamá. No me gusta este lugar porque mamá no sonríe y cuando no cerraron la puerta pude ver que tenía una intravenosa que ponía medicina en su cuerpo.
Ahora papá siempre está preocupado y casi no me presta atención. No entiendo por qué no dejan ir a mamá a casa.
Miro a mí alrededor y los pasillos dejan de ser blancos y comienzan a ponerse coloridos. Sigo caminando y veo que hay muchos niños jugando en una habitación con muchos juguetes. Hay un arcoíris pintado en la pared. ¿Por qué hay tantos niños aquí? ¿Sus mamás también están enfermas?
Miro a una niña que está sentada en una esquina, mirando cómo juegan los demás. Ella tiene la piel pálida, no tiene cabello y la intravenosa también está en su brazo... Como mamá. Me acerco a ella y me mira.
—Hola —me siento junto a ella.
—Hola.
—Soy Niall —digo sonriendo y ella me devuelve la sonrisa.
—Soy Diana —dijo y regresó su mirada a los niños que jugaban.
—¿Por qué no vas a jugar?
—Porque ya terminé mi tratamiento y estoy débil. Tengo que estar una semana más en el hospital y luego podré irme a casa.
—Ojalá mi mamá pudiera irse a casa. Ella también tiene que usar eso —le dije apuntando la aguja a su brazo.
—¿Qué tiene tu mamá?
—Dijeron que habían bolitas creciendo dentro de ella.
—¿Tu mamá tiene cáncer? —ella preguntó con los ojos abiertos.
Cáncer... Sí, eso había dicho el doctor. Esa extraña enfermedad con “c”. Cáncer.
—Sí, ¿tú también tienes eso? —pregunté. Tenía una apariencia muy parecida a la de mi mamá.
Diana negó con la cabeza.
—No. Los doctores dijeron que era algo parecido, así que también me dieron esa medicina, pero aún no saben que tengo. Dicen que no muchas personas presentan la enfermedad y que aún no tiene un nombre definido.
—Oh... ¿Y ya estás bien?
—Sí. El doctor dijo que ya no tengo nada.
—¿Crees que mi mamá se pondrá bien?
—Yo me puse bien, así que creo que sí.
—¿Y tu mamá? ¿Ella también está aquí?
—No, mis papas están divorciados. Vivo con mi padre. Mamá tiene un novio.
—¿Y él te agrada?
—Sí. Ellos vienen a visitarme dos veces por semana. Él tiene una hija, Audrey. Ella siempre juega conmigo.
—Di, tu padre está aquí. Vamos a tu habitación —una enfermera apareció por la puerta.
Diana hizo una mueca, pero luego sonrió. Agitó su mano, despidiéndose de mí y yo imité su gesto. No quería jugar con esos niños así que me puse de pie y decidí volver con papá.
Caminé por los pasillos durante varios minutos hasta que al fin pude regresar al pasillo donde estaba la habitación de mamá. Junto a la puerta del cuarto de mamá hay un hombre sentado, abrazando sus piernas. Hago una mueca. ¿Qué hace ese hombre aquí?
Mientras me acerco más puedo ver su rostro y me doy cuenta de que es papá. Lágrimas salen de sus ojos y ruidos extraños salen de su boca. Nunca había visto a papá llorar. Él siempre era fuerte y valiente. ¿Por qué estaba llorando?
—Papá... —susurro. Él levanta la cabeza y me mira.
—Niall... Tu mamá... Ella... Ella se fue, Niall.
—¿Y va a volver? —pregunto. Mamá no se puede ir, ella prometió siempre estar conmigo.
—No, Niall. Ella no va a volver.
Lágrimas empiezan a salir de mis ojos. ¿Ella se fue? ¿Ella ya no me quiere? Ella nunca va a estar aquí. Ella me dejo solo. Me dejo solo. Me dejo solo desatando toda la oscuridad que en un futuro dominaría mi cuerpo, mi vida y mi alma...
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The True Happiness (Versión en español)
Fiksi PenggemarHanna Evan es una chica normal con un gran amor por la lectura, inculcado por su abuelo James. Buscando algo que leer entre las libreras de su casa, Hanna se topa con un cuaderno conteniendo los más íntimos secretos y la vida de un chico, Niall Hora...