Franchesca I. Sosa Ramos.
La niña que llamas gorda, pasa días sin comer para bajar de peso.
Al niño que le dices bruto, quizás tiene problemas de aprendizaje.
La niña a la que acabas de llamar fea, pasa horas arreglándose para que personas como tú la acepten.
Del niño que te burlas en la escuela, quizás recibe abuso en su hogar como para que tú sigas destruyendo su autoestima.
Las palabras pueden doler tanto o más que los golpes. Antes de que salgan de tu boca, debes acostumbrarte a pensar. Puede que con ellas le hagas más daño a alguien de lo que te imaginas y quizá cuando te des cuenta de ello, será demasiado tarde como para solucionarlo.
Vivimos en un mundo donde la apariencia vale más que la personalidad, te critican de todas formas, tenemos que aceptarnos tal y cual somos porque si nos llevamos de la sociedad no llegaremos a ninguna parte.
Camila Castillo había soñado toda su vida con ir a Londres, pero cuando estuvo allí se arrepintió, quería regresar a República Dominicana a donde era feliz.
Desde el primer día de clases la vida de Camila se había convertido en un tormento, insultos, burlas y maltrato físico.
Sus padres estaban muy ocupados para darse cuenta de lo que estaba pasando en la vida de su hija, y de lo rápido que estaba adelgazando.
"Ellos se ríen de mi por ser diferente, yo me rio de todos por ser iguales."
Camila estaba terminando de comerse un gran plato de espaguetis blancos, era el segundo que se comía, observo a su gato comer su cereal y leche mientras ella también comía. Al terminar lavo el plato y subió a su cuarto para conectarse a internet y chatear con sus amigos de República Dominicana. Hacia una semana que Camila se había mudado a Londres y desde que subió al avión ya estaba extrañando su islita preciosa.
Chateaba con Sandra y con Carla sus grandes amigas de toda la vida, también se comunicaba con sus primos un poco cercanos.
Mañana empezaría la escuela, Camila estaba emocionaba, ella siempre había querido estudiar en una escuela donde le permitieran asistir como quisiera, en su antiguo colegio tenía que ir con un uniforme, pantalón azul oscuro, camisa blanca, medias blancas y zapatos negros.
Decidió acostarse porque ya eran las diez de la noche y sus padres no tardaban en llegar, se lavo los dientes y se acostó con su pijama, un pantalón corto de rosa y una camisilla blanca.
Al día siguiente se despertó gracias al sonido de su teléfono Blackberry negro, apago la alarma y busco que ponerse en su closet.
El día como todos los anteriores estaba nublado, a diferencia de su país donde siempre hacia sol y un calor insoportable, se decidió por unos pantalones jeans un poco anchos y un abrigo rosa con un mustaches, encima se puso un abrigo negro.
Se coloco sus converse negras y se arreglo todo su largo cabello castaño, se lo acomodo y se observo en el espejo.
Estaba gorda y ella lo sabía pero no hacía nada al respecto, iba a caminar con sus amigas y caminaban todo el malecón en Puerto Plata (la ciudad donde ella vivía en R.D.). Pero ahora sus amigas no estaban y salir sola no le gustaba para nada, ella odiaba estar sola.
