Deborah Collins, una joven nacida en Estados Unidos, de 18 años, quien trabajó mucho para cumplir su sueño: viajar a Amsterdam, Holanda, antes de entrar a Stanford University Medical School.
Lo que ella no sabía, era que en ese viaje encontraría al amor de su vida, él rompería su corazón.
Ya en Amsterdam, fue al hotel Canalhouse Apartments, donde se hospedería sólo un mes. Era una habitación muy hermosa, decorada con tonos blancos, gris, negro y amaderado; dejó sus cosas y salió a dar un paseo antes de que se hiciera de noche. Cuando pasaba por un starbuck, salió un joven muy guapo, vestido elegantemente, que aparentaba unos 23 años, iba hablando exsaltadamente por su teléfono celular. De repente sus miradas se cruzaron, él cortó la llamada se dirigió hacia ella y le preguntó:
***: - ¿Cómo te llamás?
Deborah: - Mi nombre es Deborah Collins - dice tartamudeando - ¿Ytú, cómo te llamas?
***: - Mi nombre es Edwin Brander - dijo fríamente - y necesito un favor suyo, Srta. Collins. Hoy tengo una cena muy importnte y me acaban de cancelar, usted iría conmigo y yo accedería a todo lo que usted me pida ¿acepta?
Deborah: - Acepto, pero usted me enseñará toda la ciudad de Amsterdam, todo este mes que me quedaré aquí.
Edwin: - Bueno dígame ¿en qué hotel se encuentra usted ? La pasaría a buscar como a las 20:00 hs, ¿le parece bien?
Deborah: - Si a esa hora esta bien, me estoy quedando en Canalhouse Apartments.
Edwin: - Entonces listo, nos vemos más tarde.
Deborah: - Bueno, nos vemos más tarde.
Entonces él siguió su camino y ella siguió paseando hasta las 15:00 hs, después se fue al hotel y nerviosamente empezó a preparase para la cena con aquel extraño joven, todavía se preguntaba por que había aceptado aquella propuesta, tenía dudas de si había tomado la decisión correcta.
Como a las 18:30 tocan la puerta y encuentra una caja grande y una más chica. Sorprendida al abrir la primera, adentro contenía un hermoso vestido azul eléctrico, largo hasta el piso con escote corazón, con un brillante collar plateado y en la otra unos stilettos de taco aguja haciendo juego con el vestido.
A las 20:00 en punto golpearon la puerta, era él, vestido con un traje hecho a medida, de color gris topo con una camisa blanca y una corbata de moda.
Esa noche la pasaron estupendamente, hablaron con muchas personas importantes, de toda Alemania.
Terminada la velada, Edwin le propone acercarla al hotel, y ella temerosa y cautivada, aceptó.
Ya en el lobby, ella lo invita a tomar un café o un trago, él acepta y después de unos minutos Edwin le hace una propuesta indecente, a lo que ella retrocede con la negativa, él furioso, se pone de pie y con el entrecejo fruncido de retira sin saludar.
Tiesa, a ella se le cruza por la mente....
"Él no le tiene cariño a nadie, ni sabe lo que es amar, ni que se puede esperar de aquel pecho de bronce, yo lo conocí al llegar y al final descubrí la verdad"