capitulo 1

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Mi día estuvo igual que siempre me la pase con los chicos en la escuela, llegue a casa y discutí con mi mama consentí un rato a mi hermana de tres años hice alguna que otra tarea, bien solo revise los cuadernos y luego me empece a alistar para salir, escribo aquí y mañana te contare como me fue en los piques, como todos los miércoles y viernes iré con Brandon en su moto, es posible que sea cierto que perderé este año pero ya no me interesa, la verdad quisiera irme de acá y no volver a verla lo único que me detiene es mi hermana aunque quizás ni siquiera me recuerde y conociendo a mi madre se que ella jamas le diría de mi existencia. escribiré mañana Samanta.

El ruido de la bocina se escucho, salí de casa y como cada salida fue la misma rutina, Brandon tenia encendida la moto, yo subía en ella y mama me gritaba que si me iba no volvería a abrirme la puerta, aunque no era necesario tenia un duplicado de la llave en la meseta colgante y otro en la puerta trasera de casa, Brandon arranco, ya no me molestaba que hiciera algún comentario sarcástico del porque no debería pelear con ella así, íbamos a unos cuantos km/h, excediendo un poco los limites de velocidad, pero al ser tan tarde casi no había ningún policía en la carretera, yo admiraba el paisaje como siempre, solo que había algo extraño, al girar la esquina vimos a un hombre, lo estaban robando, por lo general no me afectaban casos así, pero yo conocía al ladrón, pedí a Brandon que se detuviera.

- ¿Samanta que haces?- Brandon bajo tras de mi.

-Jeison!- grite, el volteo a mirarme.

En ese momento a quien estaba robando saco un arma, el se giro y alcanzo a desviar el arma, pero un sonido detrás mio me hizo darme cuenta que igualmente habían herido a alguien. Brandon se encontraba detrás mio, con una mancha de sangre en su estomago, Jeison le quito el arma al hombre que había disparado y le dio un tiro en medio de las cejas, enseguida en aquella calle que había estado a oscuras hasta entonces empezó a llenarse de luces, dos carros se acercaban.

- Samantha, vamos- dijo Jeison.

-¿y Brandon? no podemos dejarlo aquí- dije

- Si podemos, ni tu ni yo iremos a la cárcel hoy- Jeison me arrastro y me subió a la camioneta.

Aquella noche llegue mas tarde que de costumbre, mama me vio y vio que estaba diferente, no me pregunto nada, Jeison se fue en su camioneta sin decir nada, sabia que el iba a terminar en la cárcel en algún momento, yo no iba a seguir sus pasos, el era mi hermano y aunque debía ayudarlo no sabia como, primero debía concentrarme en salvar mi año, para graduarme y luego poder largarme de acá, y debía pensar en Brandon, todo estaría bien, porque la única persona que nos había visto juntos era mi madre y ella no podía delatarme, pero sabría que Jeison estaría involucrado, y por salvarme ella lo delataría y yo no podría hacer nada, porque si lo hacia debería entregarme yo por el y era tan egoísta que no me importaba si el pudiese estar en la cárcel, yo no me iba a meter allí.

Al día siguiente se realizo mi peor pesadilla, en el noticiero del medio día salio la noticia de la muerte de Brandon y del otro sujeto, mi madre me agarro del cabello y me tiro al suelo.

-¿Tuviste algo que ver?- pregunto con sus ojos llenos de furia y temor.

-No- fue mi única palabra.

-Fue Jeison ¿no es cierto? por eso te trajo anoche, mi hija no ira al cárcel.

-No fue el, el otro sujeto intento dispararme, Jeison solo me quito del camino pero Brandon estaba detrás mio, no fue mi culpa ni la suya.

-Si algún maldito policía viniera a preguntar..

-Si eso pasa, tu no sabes nada, estábamos solos allí y los únicos testigos están muertos entendido.

-Y que harás- dijo ella con los ojos en lagrimas.

-No lo se, pero a ti no puedo ponerte en peligro, mucho menos a leina.

-Iré a trabajar, cuando llegue hablaremos- dijo y ella y salio de casa.

-Recogí la maleta que siempre estaba lista escondida en mi armario, leina estaba con la niñera, así que fui a despedirme, le di un beso en la frente y salí de casa.

Pague el taxi con un poco de dinero que había ahorrado de las apuestas que se hacían en las carreras de motos, aun no sabia cual seria mi destino, pero eso no importaba, mientras mas lejos estuviera de acá, había escuchado sobre un pequeño poblado ubicado al sur de Pensilvania llamado Ramblewood, era calmado y a nadie se le ocurriría buscarme allí.

-Disculpa, quiero un pasaje para Ramblewood, Pensilvania- le dije al hombre que se encontraba en la ventanilla.

-Que hace una chica tan preciosa como tú a esta hora comprando un pasaje para un lugar tan lejano, no te da miedo que algún hombre malo te haga algo.- Dijo dándome una mirada morbosa.

-Solo deme mi pasaje si- dije dirigiéndole una mala mirada.

-Forma de pago preciosa.- dijo arrastrando la a.

-Efectivo.

-Puedo ver tu identificación?

-¿Puedo saber para que?

- Solo quiero revisar tu edad, es un proceso rutinario.

Lo pase de mala gana, ya sabia que iba a pasar.

-No has cumplido la mayoría de edad, no puedes viajar sin un adulto

-Mis padres me están esperando

-Oh enserio, llamare a un oficial y que el te lleve con ellos.

-Enserio tienes que ser tan idiota?.

-Sabes si no hubieses sido tan grosera hubiera considerado el venderte el pasaje.

-Pudrase.

-Como quieras.- Levanto el micrófono y lo puso en altavoz.- Solicitamos a un oficial de policía en la ventanilla 3.

Logre quitarle mi documento y salí corriendo, vi llegar a un oficial a la ventanilla y al vendedor señalándome, el oficial levanto su radio y todo se volvió un caos, en menos de nada estaba rodeada de oficiales, alguien me cogió las manos y puso unas esposas, pensé en oponer resistencia, pero sabia que no valdría la pena, al final me vetarían o peor, así que preferí dejarme llevar. 

-Llamaremos a un familiar, en la base de datos tienes como acudiente a tu tío, quieres que lo llame a el?.

-Si, seria lo mejor- respondí cansada.

-Bueno eso haremos, póngase cómoda señorita.

Esta sera una noche demasiado larga, pensé.

crisis mentalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora