Había sido obligada a tomar asiento justo antes de poder golpear a Jim y borrarle aquella arrogante sonrisa. Mi padre me advirtió y me pidió que escuchara lo que esos idiotas tenían para decir.
-Bueno creo que debemos ir directo al grano.- Mike frotó sus manos con la vista fija en mí- Ustedes han involucrado a una humana, uniéndola y acercándola a la manada.
-Más bien tu la has involucrado.- Acotó Jim apuntándome con un dedo acusador.
-Eso no les importa.- Gruñí.
-Claro que nos importa. Es una humana, a quien nosotros protegemos matándolos a ustedes.
-La manada no se ha acercado a las personas con un fin depredador y lo sabes. Mientras un humano no sea lastimado no hay problema alguno, está en el tratado.- Recordó el Alpha interfiriendo.
-Ella no pertenece aquí. Será mejor que la alejen.
-¿Por que tú lo dices?.- Pregunté incrédula aparentando mi mandíbula.
-O porque tal vez yo quiera alejarla de ustedes.....De ti.
Mi paciencia tenía un límite y Jim Miller lo había cruzado, me levanté y lo tomé por el cuello de su camisa estampándolo contra la pared derribando algunos cuadros.
-Pon un dedo sobre ella y te mato.- Escupí tratando de controlarme para no cambiar allí, o ellos sabrían que yo era el nuevo Alpha.
-Ella es la hija de uno de mis mejores amigos. No toleraré que salga lastimada.- Mike le advirtió a mi padre.
-Lauren suéltalo. Es hora de que ellos se vayan, no tienen nada que hacer aquí.
-¡No puedes romper el tratado!.- Gritó Mike cuando salía de la casa siendo empujado por los gemelos.
-Hubiese acabado con él.- Susurré apretando los puños pero mi padre negó.
-No pueden saber que eres tú. Mucho menos ahora que saben lo de Camila, mantente al margen de ellos todo lo que te sea posible. Ahora sube, tu madre quiere verte.
Asentí y subí las escaleras de sus en dos recorriendo en largo y angosto pasillo hasta la habitación principal. Di suaves toques antes de entre abrir la puerta y echar un vistazo dentro del lugar, mi madre estaba sentada en la cama y conversaba con Ellie, la esposa de Gail.
-Puedes dejarnos Ellie. Mi hija ya está aquí.- Me sonrió animándome para entrar justo después de que la Beta se retirará.
-¿Cómo te sientes?.- Ocupé el lugar de Ellie junto a la cama para estar cerca de ella.
-Mucho mejor. Tus hermanos han estado aquí hace unos minutos.- Acarició mi mano- El Alpha me ha dicho que estabas con tu mate.- Sin darme cuenta estaba sonriendo tan sólo por pensar en Camila.
-Si, la llevé a casa antes de que su padre me acusase de secuestro o algo así.- Reí y ella también pero lo lamentó enseguida haciendo una mueca a causa del dolor- Lo siento.
-Alec no lo haría sabiendo que tú no la lastimarás. Ella es una chica excelente has tenido suerte, cariño.
-Lo sé.
-¿Has estado visitando a Joe?.- Preguntó y asentí levantando la manga de mi chaqueta de cuero para enseñarle la marca- Vaya, no pensé que lo del resplandor fuese cierto.
-¿Emily?.- Mi madre sonrió y acarició la letra en piel con la punta de sus dedos- El abuelo dijo algo sobre una mordida para conseguir que dejé de brillar.- Me miró atenta.