¿Les ha pasado que hay días en los cuales la suerte parece haberse mudado a otro país abandonándolos? es mi vida diaria, es muy raro el día en que no pe pasan cosas malas, debo confesar que mi torpeza tiene mucho que ver con esto, pero me gusta culpar a mi mala suerte y si, sé que eso no soluciona nada, pero, me hace sentir mejor... la mayoría del tiempo, dejemos de lado eso y pasemos a lo que sé que les interesa.
Primero les hablare de mí, pues soy quien escribe esto y decido que va primero, ahora bien, imaginen a la persona más torpe y con más toda la mala suerte del planeta, en un pequeño cuerpo de 1.65 m. con 54 kg y unos ojos cafés grandes, además de un cabello castaño muy rizado, si sé que esto no es la gran cosa, pero como ya dije es mi historia y se me da la gana escribirla así, ¿estoy siendo muy agresivo? ... la verdad no me importa, no escribo para ustedes, sino para mi gusto, quiero desahogarme, contar esa historia, dejar evidencia, para poder sentir que todo fue real y en unos años leerlo y poder sonreír como lo hago ahora, pero con sinceridad.
Mi historia no es grandiosa, posiblemente algunos de ustedes también hayan pasado por algo así, es tan común y sencilla que parecerá aburrida y sin importancia, pero es realmente importante para mí.
Ahora después de mi presentación debo presentar al verdadero protagonista, es un chico muy normal les diré, nada fuera de este mundo, así que no esperen ver a un galán de telenovela, porque no lo verán, no es esa clase de historia de amor rosa que todo el mundo sueña, pues no creo realmente que alguien desee pasar por algo como esto, al menos no es su sano juicio, regresemos a lo importante, era claramente más alto que yo (la mayoría de los chicos lo son) media exactamente 1.74 m. me entere en la clase de educación física, cuando el profesor nos midió y peso, su peso no lo recuerdo, pero era cerca de 65 kg, tenía buen cuerpo, iba al Gym de lunes a sábado, era negocio de su familia, así que tenía una buena condición física, no era muy aplicado la verdad, tenía un promedio de 8.5 más o menos, era MUY extrovertido y debo admitir que cuando no sonreía su cara daba realmente miedo, como el primer día que lo vi, era moreno, de un tono cercano al café con leche, sus ojos eran de un café tan obscuro que me hacían temblar en muchos sentidos y sus labios... no tengo palabras para describirlos y aunque nunca lo bese estoy seguro de que eran suaves y deliciosos.
La primera vez que lo vi, fue mi primer día de clases y la verdad estaba muy nervioso, entraba a medio ciclo, pues acabábamos de mudarnos por el trabajo de mi padre, y fue gracias a eso que pude entrar a esa escuela en la cual era profesor.
En ese tiempo yo tenía 15 años y estaba por cumplir mis 16, y cursaba el primer semestre de preparatoria. Así que entre al que sería mi nuevo salón, con los nervios por delante y la cabeza agachada, el profesor me pidió que me presentara y dijera todo ese discurso ridículo de quien era, que me gustaba y no sé cuántas cosas más, la verdad ni recuerdo, lo que nunca podré olvidar era la forma en que me miraba, tan fijamente... era tan intensa que aún me hace estremecer el recordarlo, recuerdo haber mirado directamente sus ojos por unos segundos y después haber mirado mis zapatos, jamás había visto unos ojos tan hermosos en toda mi vida.
Rápidamente me dirijo a mi lugar, el cual para mi desgracia o fortuna era justo delante de él, pase dos años enteros sintiendo su mirada en mi espalda y pese a eso, nunca hablamos más allá de lo justo, nunca fuimos amigos y él nunca supo que lo amaba, nunca se lo dije y no me arrepiento, el jamás me hubiese aceptado, tenía novia y por qué escribo esto ahora tiene mucho que ver con eso... él se casa mañana, con mi mejor y única amiga, con la cual tiene un hijo del cual yo soy padrino, ahora tengo 20 años y no, ya no lo amo.
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Se que no es la mejor historia de amor del mundo, ni tampoco la mejor hecha, pero la comparto con ustedes, la escribí hace ya unos 4 años para una amiga, la cual fue la inspiración para esto.
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Mi primer amor
RandomHay momentos en los que miro atrás y lo recuerdo, su sonrisa, su voz y lo mucho que me gustaba su mirada.