Dijiste que ibas a visitar a tu familia y que volverías.
Me mentiste.
Antes de irte me regalaste una pulsera hecha con los retazos de lana que olvide el día en que me ayudaste con mis tareas.
Recuerdo que la pulsera apretaba mucho mi muñeca, me dijiste que cuando regresaras querías que esta pulsera ya no me quedara apretada, en otras palabras me dijiste que bajara de peso.
Después de eso solo te fuiste.
Me sentí confundida, pensé que te avergonzaba tener como amiga a una bola de grasa, así que me dije a mi misma que no quería decepcionarte y que lograría que esa, que esta pulsera roja que aun llevo puesta me quede floja.
Volviste, sí, pero no fuiste a visitar a tu familia.
Fuiste a la tumba de la que fue tu novia, la que murió mientras tú conducías borracho.
Me mentiste, eres un mentiroso.
Odio las mentiras y a las personas como tú.