Me desperté aturdida a las 4am, era de esperarse. Me encontraba sollozando, afligida nuevamente de aquella historia con el tormentoso patrón sádico, sí... Aquello nombrado "pesadilla".
Me levanté, tomé el botellón de agua que comúnmente suelo llevar a mí recamara y me dirigí al balcón a tomar aire, y por un instante me pareció contemplar el cielo más estrellado que podría encontrar, revolví la cabeza y unos segundos después me reingresé a mi recamara. Ya sabía que como todos los días no podría volver a pegar un sólo ojo por lo que quedaba de la madrugada, así que, como habitualmente digo, era momento de "iniciar el día". Me estire y bostecé en la cama como acto de despertar, fui escalones abajo pencamente a causa de la oscuridad, tentando paredes logré encontrar el apagador de la lampara que conectaba a la cocina. Entré, tomé un yogurt y una manzana, tomé asiento en el comedor y como todas las mañanas -buenos días vida mía- susurré sarcásticamente e ingerí dichos alimentos, alisté mis útiles del colegio junto a mi ropa que usaría, entré a la ducha recibiendo caricias frías de ella. "Bah, por Dios que necesitamos una nueva caldera" -pensé y rezonge- al cabo de las 5:20am, me encontraba en el sofá viendo las noticias de cada mañana, a decir verdad es algo que en lo personal no me interesa, es solamente una manía para matar tiempo. Esta era mi rutina cada mañana.
¿Me presento? Mi nombre es Miranda, mi edad no cursa más de los 16 años, pero, 3 años en lo mental, eso según mi madre. Físicamente mido 1.63, cabello ondulado, con un colorido marrón y ojos oscuros, nada especiales. Mi padre es un maestro en un colegio catedrático; mi madre una impecable dentista y ama de casa los fines de semana. Tengo 2 hermanos, Dante y Martha. Que a pesar de ser unos diablillos los quiero con toda mi alma. Dante es un cachorro aún, teniendo 8 años y una vida que redactar; es un algo rebelde de cuidar, de brillante y sedoso pelo negro, ojos melosos, risueña actitud y de corazón aventurero. Mientras que, Martha para ir cruzando sus 10 años, es una pequeña y tierna niña muy madura, de rizos castaños, ojos marrones un tanto oscuros y penetrantes.