Mi Destino Fantástico

Capítulo 22. Luz de esperanza.

-Dios mío.- Musitó con angustia.- TaeMin...- Jadeó sintiendo unos brazos por su cintura.

-Tranquilo.- Susurró él.- Los encontraremos.- Le aseguró pero aún con las palabras de su novio no pudo reprimir su angustia.

Miró la rosa y el aro de ramitas en sus manos y los apretó con fuerza. Dirigió su vista hacia enfrente e inhaló para calmarse. No sabía exactamente qué encontrarían una vez que se adentraran a ese edificio pero estaba decidido ir por TaeMin y por MinHo. Cuando vió a los dos irse juntos al bósque un escalofrío le recorrió la espalda pero le restó importancia; no les pasaría nada malo, pero fue sólo cuando no volvieron a la casa que se preocupó en demasía y arrastrando a JongHyun se adentraron al bósque.

No los hayaron. Le dolió la garganta al llamarlos entre gritos; se la desgarró cuando fue consciente de que algo les había pasado. Y claro, era de esperarse que investigaran su paradero. Key y JongHyun empezaron a investigar los lugares que más se les hacía sospechosos y desolados, durante tres días pasaron buscando hasta que JongHyun descubrió ese edificio en ruinas, en el que entraban dos hombres demasiados sospechosos.

KiBum no tardó en proponer la idea de ir a investigar, y allí estaban. Frente a ese edificio sin nada más que esperanzas.
-JongHyun.- Llamó suavemente el de ojos felinos.

-Shh, sólo tengamos cuidado.- Le interrumpió tomándole de la mano y acariciándole la mejilla.- Hey, todo estará bien ¿sí?

...

-¿Está bien?- Preguntó al verla tambalearse.

-Sí, sólo me siento un poco débil.- Respondió ella, sonriéndole.- Dime, hijo, ¿cómo llegaste aquí?

MinHo la miró durante varios segundos, en los que se dió cuenta de las intenciones de ella al cambiarle el tema pero por respeto le siguió la plática.

-No lo sé. Primero estaba con TaeMin y luego desperté en esa habitación oscura.

-¿No tienes miedo?- Cuestionó ella mientras seguían su camino por ese pasillo que se les hacía muy largo.

-Pues yo...- Pensó en qué le daría más miedo; rescatar a TaeMin de las manos de un hombre al cual no conocía pero sabía era peligroso o regresar a su ciudad sin su pequeño nene.- Yo...- Irse de allí, sabiendo que TaeMin podría estar sufriendo... o arriesgarse a que algo le pasara. Tal vez era porque se había enamorado pero prefería arriesgarse. No dejaría a TaeMin, no lo haría.- Sí tengo miedo.- Admitió, haciendo que la reina Afrodita le viera con el ceño fruncido.- Pero no dejaré a mi pareja aquí, no me iré si no lo tengo a mi lado.

Afrodita asintió, se giró para seguir caminando hacia las escaleras pero una sonrisa pequeña se formó en sus labios. Su nieto tenía a alguien muy especial como pareja. Definitivamente debía ir a rescatarlo.

-Estas escaleras nos llevarán con mi nieto.-Dijo.- Hijo, prométeme que lo sacarás de ahí, sin importar qué.

-Claro...- Susurró MinHo un poco desconfiado de las palabras de su... ¿suegra? ¿bis-suegra?

...

-SoJin tenía la piel tan blanca como tú.- Musitó SeungHyun.- Se verá igual de hermosa como cuando marcaba a SoJin.

TaeMin negó repetidas veces antes de dejar caer una lágrima debido al latigazo contra sus muslos. Sintió que SeungHyun le levantaba la camisa, tocándole desde el dobladillo del pantalón hasta las clavículas. El sonido de una cremallera ser abierta lo  asustó, haciéndolo ver a SeungHyun, y con asco bajar la vista hasta su miembro erecto.

-No...- Susurró con la voz temblándole.- Porfavor, no... no.

Pero SeungHyun omitió sus súplicas, acariciándose de arriba hacia abajo, sonriéndole cínico.