-Eres mía y de nadie más- dijo él, cogiéndome por los brazos y obligándome a mirarle.
- ¡No soy tuya! ¿Me oyes? ¡No soy de nadie y menos tuya! Te odio y siempre te odiare.- Le dije ya cabreada.
El me miró y vi en sus ojos algo oscuro, no sabía diferenciarlo, parecía tristeza pero también parecía que estaba furioso no podía saberlo con claridad. Pero me daba igual, porque yo le odio ¿no?
-No, no me odias. ¡Date cuenta que en realidad me amas!- dijo él, estaba furioso, pero se veía en sus ojos un poco de esperanza.
-No. Yo no te amo, no lo haré nunca. Eres un mujeriego egocéntrico. Nunca me podría enamorar de ti.- Le dije yo casi convencida y digo casi porque no me creía mis propias palabras no sé porque pero no era capaz de creérmelas.
-Todos tenemos nuestro pasado, yo era un mujeriego sí, pero cambie, cambie porque te amo, porque me dan igual las demás chicas, solo me importas tú y es muy estúpido de tu parte que no te des cuenta, porque me encanta verte sonreír, me encanta que te enojes te ves muy linda y sexy, me encanta todo de ti, porque para mí eres perfecta, solo quiero que este sami lado siempre, quiero ser tuyo y que tú seas mía.- dijo y se acercó más a mí, iba a besarme, ¿de verdad dejaría que me besara?, ¿aceptaría yo ese besos?. Antes de poder seguir pensando me besó y si le correspondí, no sé por qué pero lo hice, me sentía bien, malditamente bien.
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Tú eres mía
JugendliteraturCarmen tiene 17 años, tiene mucho carácter pero es muy simpática, ella es morena con los ojos marrones claros, ella tenía un pasado, un pasado que le marco, sus padres se separaron, se tuvo que mudar a otra ciudad, encontró a un chico introvertido q...