Nunca pensé que llegaría hasta ese punto, estoy acurrucado entre mis lágrimas de dolor en esta jaula... ¿Cómo iba a sospechar todo lo que ha pasado? ¡¡¿Cómo?!!, ¡¡explíquenme!! Tengo miedo y no sé dónde está mi novia, la desesperación recorre mis venas al imaginar que seguiré aquí hasta mi final.
Mi nombre es Roy, era nuevo en la ciudad, mi padre fue transferido por trabajo hasta acá, así que tuve que venir con él. Lo que me atraía de este lugar era mi entrada a la universidad, quería hacer amigos, siempre he sido alguien muy sociable. En poco tiempo logré conocer a varias personas, pero hubo siempre una chica que me llamó la atención: Isabella. Intenté averiguar un poco sobre ella, y descubrí que su padre era el jefe del mío. Sabía que había una ocasión donde poder acercarme a ella... La fiesta anual. Dicho y hecho, así fue como la conocí.
Los primeros meses con Isabella fueron perfectos, como toda pareja. Las salidas y momentos juntos eran muy placenteros. Un día quedamos para una fiesta, ella llegó con su amiga Valery y nos presentó, yo iba con un amigo así que no había problemas. Lamentablemente no pude haber estado más equivocado. Isabella luego de esa noche se alejó un poco de ella. Nunca supe el porqué real, hasta un tiempo después. Pasaron los días y me di cuenta que Valery estudiaba en la misma universidad. Me la topé un día en los pasillos. Extrañamente intentó evitarme, fue algo muy evidente. La seguí para preguntarle sobre la amistad con Isabella, pero al alcanzarla se fue corriendo. La perseguí para que me explicara qué pasaba. Cuando lo logré, se giró hacia mí, me confesó que esa noche había estado observándome todo el tiempo, pero que Isabella se había percatado. Al parecer, esto hizo que en una especie de "arrebato" Valery fuese amenazada si volvía a acercarse a mí. Me sentí inseguro al estar al lado de alguien que no confiaba en su mejor amiga. ¿Podría hacerle daño?
Hice caso omiso a tal advertencia. Seguí juntándome con Valery, era una gran chica. Pero, debíamos hacerlo casi a escondidas, ella seguía asustada por la amenaza. Yo le decía que no se preocupara. Recuerdo el día en que no la vi más, habíamos estado terminando un trabajo en la biblioteca de la Universidad, nos despedidos como de costumbre. Luego de eso Valery dejó de venir a la universidad y comencé a asustarme... básicamente por la advertencia del otro día. Intenté preguntar a sus amigos qué era lo que realmente pasaba, pero ellos no sabían. Lo bueno es que me dieron la dirección de su hogar. Fui para allá, necesitaba preguntarle a sus padres dónde se encontraba su hija. Pero fue peor. No sabían nada, me dijeron que Valery había enviado un mensaje diciendo que se quedaría en casa de sus amigas por unos días. Obviamente nada calzaba, sus amigos no sabían nada de ella. Solo me quedaba una opción... Isabella. Con desconfianza le pregunté, pero se enojó, cosa que no hace muy a menudo: "Yo no sé nada de ella, ¿por qué te preocupas tanto por Valery?"
Obviamente no dejé que la desaparición de Valery quedara en el aire, pues decidí investigar qué era lo que había ocurrido realmente. Analizaba opciones, pero ya había indagado en todos los lugares posibles... excepto en uno; las pertenencias de Isabella. Aquel día esperé que fuese camino a la Universidad para tener acceso a sus cosas. Pasaba el tiempo y no podía encontrar nada, ya me estaba dando por vencido, pero algo en mí decía que no tirara la toalla. Y así fue. Cuando ya me cansaba de buscar, noté que había un celular entre sus maquillajes, pero no era el de ella. Lo revisé y el frío que recorrió mi cuerpo fue algo terrible.
Mi sorpresa no fue grata. El último mensaje enviado era a los padres de Valery, la misma noche en que hicimos el trabajo y no supe más de ella. Evidentemente no podía quedarme de brazos cruzados. Con el celular en mano fui rumbo a la Universidad a increpar a Isabella. En el camino me preguntaba cómo era posible que una chica con un aspecto tan inocente pudiese tener algo que ver en el asunto. Al llegar tuve que esperarla, pues seguía en clases. Cuando salió venía hacia mí con su típica cara de novia ideal, sorpresa se llevó al no recibir un saludo de mi parte. Ella sabía que yo estaba allí por algo. Sin decirle nada, le mostré el celular. Su expresión facial cambió por completo; su hermosa cara angelical pasó a ser terrorífica, era como mirar a la mismísima Medusa... quedé petrificado por un momento. Comenzó a gritar y decir que no debía entrometerme en sus asuntos, y mucho menos escudriñar entre sus cosas. No podía aguantar todo esto, así que decidí poner fin a la relación... o eso intenté. "¿Estás seguro que quieres terminar nuestra perfecta relación? Que lástima sería que tu padre quedase sin trabajo", sentenció. No tenía elección, no podía permitir que mi padre pagara por todo esto. Decidí seguir con Isabella, pero solo por compromiso. Con todo esto concluí finalmente que ella tenía que ver con la desaparición de Valery.A pesar de todo esto, ya no era tan cercano con Isabella, y ella lo sintió. Pasaron unos días y me llamó llorando, suplicándome que fuera a su casa para arreglar las cosas. Solo quería darme una explicación de todo, aún lo negaba. Yo ingenuamente le creí, no pensé que su sollozo fuese fingido. Me armé de valor y fui hasta su hogar. Al llegar me abrazó con mucha fuerza, como si nada hubiese ocurrido. Me conversaba sobre otras cosas, evitando el tema por cual había ido. Fríamente la pregunté sobre el tema, para presionarla, y dijo que hablaríamos tranquilamente en una habitación que conectaba con su pieza, a la cual nunca había tenido acceso, porque según ella estaba llena de cosas sin uso. Entramos a este extraño lugar, era bastante lúgubre. Caminé examinando el lugar, en medio habían dos sillas. Al parecer tenía todo preparado para "conversar". Ella se sentó, mas yo seguí indagando. En una de las paredes estaban las fotos de sus ex novios. "Ellos no entendieron que yo debía ser su única imagen cada día. Yo debía ser la más importante en su vida. Debía ser la única... maldición", susurró con un tono agitado. No entendí a qué se refería. Seguí mirando las fotos, concentrado, hasta que sentí un golpe en mi nuca. Al despertarme me di cuenta que estaba aquí, encerrado en esta grasienta jaula. Era notorio que este monstruo ya había metido a más gente aquí adentro. No sé como fui tan ingenuo. No sé como no me di cuenta antes. Esa maldita cara angelical, ese aspecto tímido y perfecto, me había enceguecido todo el tiempo. Quizás ahora tú (sí, tú, que estás leyendo esto), al saber toda mi historia pensarás que fui un idiota, y te doy en la razón. Lamentablemente me fié de un lobo vestido de oveja. Solo me queda esperar... no sé que pasará. Estoy solo ahora, Isabella se ha ido, pero sé que en cualquier segundo volverá. No puedo moverme, mis extremidades están unidas a unas cadenas dentro de esta jaula. Acabo de escuchar algo. Isabella está abriendo la puerta. "¿Te preocupas tanto por Valery? Solo debías mirarme a mí, todo este tiempo he sido la novia perfecta. Te haré el favor, haré que vuelvas a reunirte con esa perra", me dice amenazantemente. No puedo reaccionar, solo siento lágrimas caer por mi mejilla. Abre la jaula y se acerca hacia mí. Solo siento dolor en mi cuerpo, no sé con qué me está golpeando, quiero que esto acabe rápido. Intento oponer resistencia, pero estas malditas ataduras me lo impide. Empiezo a no sentir mis piernas. Mis brazos tampoco resisten, estoy recostado en la jaula. Ya casi no veo, solo siento la sangre correr por mi cara. Jamás pensé que los celos de una persona llegarían tan lejos. "Siempre te amaré, Roy", fue lo último que escuché... seguido de una leve presión en mis labios.
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Historias Cortas de: Terror, Misterio y Suspenso Vol.1
Horror¿Quieres dormir esta noche? Con estas historias no lo podrás hacer. *Segundo Lugar Elune Awards 2016*