No es suficiente

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- Maldición...

Craig se quejaba por las calles de South Park, iba de camino a la cafetería en donde trabajaba su novio y se le había hecho tarde.

Todo comenzó hace unos 6 años atrás cuando los habitantes de este, decidieron por propia cuenta de que el y Tweek eran una pareja gay, lo peor de todo fue que tuvo que ceder ante todos, tras varios intentos fallidos de detener esa idiotez, comenzar una relación con el rubio y tragarse el orgullo heterosexual.

Como sea, no había tenido otra opción más que seguir con esa loca idea, que para su sorpresa se volvió algo completamente diferente, resultó que estar con Tweek no era malo, desde el principio eran amigos y el chico a pesar de ser un poco raro con eso de sus tics nerviosos, no era mala compañía, ademas con el tiempo notó como sus ticks no aparecian cuando estaban solos, siempre y cuando el no dijera nada estupido, claro, era adorable a su manera, lo trataba muy bien e incluso llego a enamorarse de él.

Pero como siempre tiene que arruinar todo, para Craig Tocker la adolescencia había llegado con todo y un subidon de hormonas, a este chico de 17 años ya no le era suficiente tomar de las manos a su novio o incluso besarlo, el necesita algo más y ya de por sí jalarsela en el baño se le hacía una verdadera molestias, tener esa clase de pensamientos todo el tiempo al punto de babear viéndole el culo a Tweek, vamos, ¿que está pasando con él?, si siempre había sido el más tranquilo de todos los idiotas en South Park.

O al menos eso quería pensar, ya que su mejor virtud es la de ser un directo de mierda, se había lanzado al rubio de buenas a primeras.

" Tweek tengamos sexo "

Esas fueron sus palabras exactas y por supuesto recibió unos gritos y un casi ataque cardíaco de parte de Tweek, que terminó en una situación incómoda, obviamente este no estaba listo para ser follado, lo cual no le sorprendió para nada.

De todas maneras debía disculparse con su novio, ya que no quería que este se sintiera nervioso a su lado, porque estaba necesitado, no desesperado y sabía perfectamente que haría que su pequeño manojo de nervios cediera ante él con un par de palabras.

Al llegar a la cafetería, saludar a sus suegros y preguntar por el ruido que ya se estaba dedicando al negocio familiar, por lo menos a medio tiempo, este salió a saludar más nervioso que de costumbre.

- Ho -ho- hola Cr-Craig ahg - temblando como siempre que adorable, pasaba por la mente del moreno.

- Hola bebé - saludo con esa voz monótona que lo caracteriza - ¿nos vamos? - él siempre va a recogerlo después del trabajo.

- Ahg! Si Si! - las mejillas de Tweek se tornaron de un tono rosa al oir la risilla de sus padres detrás de él, se sacó el mandil y lo dejó junto a la caja registradora, avisando de su partida.

Salieron del establecimiento tomados de las manos, normalmente se iban a la casa de Craig a jugar unos vídeojuegos, a cualquier lugar a pasar el rato o incluso a ver que nuevas estupideces estaban tramando Stan y los chicos para meterse en problemas como siempre, aunque eso no sea totalmente de su agrado aveces es divertido, pero ese día planeaba algo diferente.

Cuando llegaron a su casa subieron directamente a la habitación del azabache y este no perdió tiempo en cerrar la puerta con pestillo detrás de él.

- ¡Oh! ¡Dios! ¿Que estas haciendo!? - el rubio estaba más que tenso, dando un par de tics al verse atrapado.

- Tranquilo... - suspiro algo pesado - solo quiero hablar de lo que pasó la otra noche - se sentó en la cama e invitó a su novio con un gesto para que se sentase a su lado

- ¡N-No! No estoy ¡ahg! Bien así - incluso se alejo un poco

- Vamos, no seas tonto, no pasará nada, ven... - el rubio dudo un momento pero conocía tanto a Craig que podía confiar en él, así que se sentó con cautela jugando con sus dedos de los nervios

No es suficiente - Craig x TweekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora