▷Noveno Mes; Dándole la bienvenida al mundo a pececito

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"Dan enserio no tengo ánimos de hacer algo hoy" Me quejo enterrando de nuevo mi cabeza en la almohada

"Oh vamos pitufa" reniega sentándose a mi lado y posando una mano en mi vientre "Solo un rato"

"No tengo ganas Dan" saco la cabeza de mi almohada y le doy una mirada "Estoy cansada, de mal humor, no me siento del todo bien y parezco una ballena"

"De eso nada" Se ríe "Jamás fuiste gorda y tu vientre no es muy grande solamente tú lo sientes y lo ves así" Besa mi mejilla "Pitufa..."

"Dan" me quejo "quiero dormir enserio" intento sonreírle a pesar de mi cansancio "¿Lo dejamos para otro día?"

"Bien, como tú quieras" Vuelve a besar mi mejilla está vez casi en mis labios "Iré a casa un rato, tengo unas cosa que hacer ¿Quieres que vuelva por la noche para darte masajes?"

"Eso sería bueno" sonrío somnolienta "¿Podrías traerme una bolsa de M&M por favor?"

"Claro que sí nena" Lo noto levantarse de la cama y cubrirme con la manta que tengo a los pies de esta, luego besa cortamente mis labios y le da una última caricia a mi vientre "Volveré más tarde, cualquier cosa me llamas"

"Aja" contesto casi sin voz, la verdad es que el cansancio está cerrándome los ojos poco a poco y bueno, no quiero luchar contra esto.

"Nos vemos pitufa"

Escucho la puerta de mi habitación siendo cerrada y luego los pasos de Dan alejándose. Inconscientemente como ha sido desde hace unos meses atrás posiciono mi mano en mi vientre y lo acaricio lentamente, casi con pereza sintiendo a pececito clavándose en mi piel.

"Demonios pececito no tan fuerte"

Aún a pesar del dolor que esto me provoca y de la somnolencia me las arreglo para sonreír. Todo esto antes de que el sueño terminara de consumirme y todo se volviera una exquisita y muy placentera oscuridad.





"Vanessa nena" Escucho a lo lejos aún entre mi inconciencia, me esfuerzo para abrir mis ojos a pesar del cansancio que todavía mi cuerpo está sintiendo y veo a papá justamente a mi lado en la cama exactamente donde Dan estuvo hace unas horas "Hola"

"Uhm hola papá ¿Qué hora es?"

"Son casi las nueve y veinte" Mis ojos se abren exageradamente

"¿Enserio?" papá asiente "Demonios dormí desde las dos"

"Sí que estabas cansada" se burla "Pero yo venía a decirte que la cena está lista y debes bajar a comer"

"Iré en un momento, solo pasaré al baño"

"Bien te veo abajo"

Papá sale de mi habitación dejando la puerta abierta tras de él evitando así que me volviese a dormir, él sabe que no hay nada más que odie que dormir con la puerta de mi habitación abierta. Me tomo unos momentos para desperezarme y luego me calzo mis zapatillas de descanso antes de ir directo hacia el baño. La verdad es que las casi siete horas de siesta que tomé logró acumular demasiada orina en mi pobre vejiga. Cuando acabo lavo mis manos, mi rostro y me hago una coleta desordenada antes de apagar la luz del baño e ir escaleras abajo. El aroma a espagueti con carne y salsa de tomates es tan fuerte que hace que mi boca salive y mi estómago suene.

"Parece que alguien tiene hambre" mamá se ríe en cuanto entro al comedor y mi estómago se manifiesta. Asiento riéndome también y me aproximo a mi mesa "Has dormido mucho ¿Te sientes bien?"

"Sí algo, bueno me siento mejor que hace un rato"

"Es normal estás en lo último del embarazo"

9 Meses » l.t Donde viven las historias. Descúbrelo ahora