Era realmente extraño, porque era la primera vez que trabajaba en equipo con alguna de ellas y no me quejaba o ponía problema por ello. Cuando Michael se limpiaba con la servilleta miró a Celeste y luego me miró a mí.
-Necesito que arreglen el salón de atrás y el pabellón, habrá un evento sumamente importante el día de hoy-. No dijo más nada. Sólo corrió la silla, se levantó y se desapareció del lugar. Nosotras nos miramos entre sí y acentuamos gestos.
Al terminar de arreglar el salón principal, nos dirigimos a los cuartos a organizarlos, ya que la familia Jackson iba ir ese día por motivo de un evento muy importante, el cual no sabíamos. Aún era totalmente secreto para nosotros ese evento. Justamente esa tarde, llega Karlota y Karla de sus respectivos viajes. En buena hora llegaron, pensé dentro mi.
Todas fuimos arreglar el salón de atrás y también el pabellón, sin excepción alguna. Mis dudas ya estaban floreciendo, porque cada vez que organizábamos el pabellón y el salón de atrás, eran pruebas evidentes de que habría un evento muy especial e importante para la familia Jackson.
¿Entonces Michael por qué me dijo que saliéramos en la noche y que me tenía una sorpresa en uno de los armarios de los cuartos? Esfumé la idea de mi cabeza y seguí en mi respectivo trabajo.
Cuando terminamos, todo quedó realmente hermoso, porque hablamos con el electricista personal de la familia para que nos instalara unas luces mientras nosotros colocamos unas rosas y algunos girasoles y, quedó de ensueño. Parecía como si fuera para un matrimonio o un bautizo. Incluso, para la llegada de una persona muy especial.
Yo contemplaba el lugar y el ambiente, realmente había quedado muy hermoso.
-María, ve y dile al señor Jackson, que el pabellón y el salón de atrás están listos. -Me mira y sigue dándole unos pequeños toques, yo me quedo ahí paralizada y ella se incorpora.
-María, llamando a María -Ahí fue donde desperté.
-¿Perdón, qué me decías? -Celeste suspira mientas que Karlota y Karla se burlaban de mi. Con calma me volvió a repetir.
-Ve donde el señor Jackson y dile por favor, que el pabellón y el salón de atrás ya está listo- Ella me mira y yo asiento.
Me dirijo hacia el cuarto de él, toco la puerta suavemente y al otro lado de ésta, escucho su voz diciendo:
-Pase-. Yo abro la puerta con cautela y entro despacio. Él estaba escribiendo algo, miro hacia arriba unos segundos y vuelve a su papel pero luego mira al frente y se sorprende; haciendo una mueca de sonrisa malvada-. No me digas que ya aceptarás salir conmigo esta noche - suspiro y le fulmino la mirada.
-Pensé que iba dejar la fiesta en paz -Lo miro con el ceño fruncido-. Vine a decirle que el salón de atrás ya está y también el pabellón, para que usted lo vea y mire a ver si hay que hacerle más arreglos o aceptar una aprobación suya.
-Déjame término de escribir esto-. Muestra el trozo de papel que tiene en la mesa y continua escribiendo.
-Yo sólo vine avisarle eso, con permiso-. Hice un gesto en forma de reverencia y me dirigí a la puerta.
-¿No me puedes esperar? -Dice con un tono de voz algo ronca.
-No creo que se pierda en el camino-. Dije con firmeza y abrí la puerta. Salí y caminé por aquel pasillo que parecía no tener fin.
No comprendía que pasaba, estaba completamente confundida, era casi imposible que Michael estuviera enamorado de mí o sintiera algo especial. Por lo que pienso que era completamente loco y salido de este mundo... de su mundo. Estaba completamente empeñada en que invitaría a Lisa, la mujer que había elegido ser su esposa y que se había amargado la vida por ella. No estaba en mi cinco sentidos, estaba salida de mi lugar, desorbitada completamente... No sabía que pensar, que hacer, como actuar, si era mejor seguir ahí o huir de esta pesadilla.
Una cosa era aguantarle sus caprichos y sus berrinches, como la alma en pena que es, pero otra es saber o sospechar que está enamorado de mí -Pensé-. ¿De mi? ¿En serio imaginé eso? ¡Debo estar perdiendo la cabeza definitivamente!
Fui a la cocina por un vaso de agua, me lo tomo rápidamente y escucho su voz desde lejos:
-Quedó realmente hermoso, Karlota. Josué, las extensiones quedaron perfectas. ¿Donde está María?
-¿No estaba con usted señor Jackson?
-Sí, pero ella salió primero que yo, pensé que iba a estar aquí. Bueno, no importa. Buen Trabajo.
-Já, no le importa. Lo sabía, imbécil. -Dije en voz alta.
Salí de la cocina y me dirigí para la salón principal a ver como estaba, porque me suponía que iban a cenar aquí y luego se irán a reunir al salón de atrás para hacer el brindis de lo que sea. Fui al salón, sacudí un poco los cuadros, los muebles, la mesas de noche, las lámparas y claro, por ser de estatura baja, recurría a una escalera, pero cuando terminé de arreglar un cuadro, piso en falso y esperaba recibir el golpe hasta el punto de lastimarme algo:
-¡María, cuidado! -Escucho una voz varonil exclamar.
Sentí unas manos que me recibieron con suavidad y delicadeza, era obvio que tenía mis ojos cerrados con fuerza y mis manos empuñadas. Suspiré aliviada y abrí mis ojos. Vi su rostro asustado. Me dio tanta vergüenza que me tapé la cara y le dije entre los dientes:
-Ya bájame, estoy bien. -Sentía su mirada encima, pero vi como me posaba en el suelo. Después con una de sus manos descubrió mi rostro retirando una de las mías.
-¿Estás bien, María? -Me observó preocupado.
-Lo estoy-. Digo con el entrecejo fruncido.
-¿Segura? -Volvió a preguntar.
-Sí le digo que es así, es porque es así. ¿Vale? -Lo miro y me siento molesta.
-¿Por qué eres así? -Me mira con desconsuelo.
-¡Ah, ahora resulta que te volviste sensible y te volverás buena persona! No me haga reír -Lo miro detenidamente y poso mis manos sobre mi cintura como en forma de jarrón.
-Me rindo. Haz lo que quieras. -Dijo resignado, mientras que yo me sorprendí por su reacción; porque me dio la espalda completamente devastado. Todo estaba claro aquí. Él estaba enamorado de mi, pero ¿yo estoy de él? ¡No! No le tengo ni el más mínimo cariño. ¿Además como puede sentir algo por mí?
Mandé mis manos hacía mi boca completamente anonada, me temblaban las piernas, me tiré al suelo y se me derramaron un par de lágrimas ¿Por qué? ¡Yo no lo amo! Y es verdad, porque Michael y yo teníamos en común el hecho de que rompieron nuestros corazones: Los dimos completos, regalamos nuestros sentimientos y regresamos incompletos.
Por eso no me atrevía, por eso a lo mejor lo odiaba, por haberse dejado lastimar así, porque yo ya lo sentí. Es frustrante y desolador. ¿Ahora qué haría? ¿En realidad si lo odiaba tanto hasta el punto de no aceptarle una cita sin ningún compromiso?
Era injusto y extraño. Él es el famoso cantante de pop, llamado "Rey del Entretenimiento" y yo María y solo "María". Nada más. Solo eso.
Gracias por leer y por todos sus comentarios chicas. ¡Las amo!
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Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019
Romansa"No podía verlo, me daba ira máxima, con sólo sentir su presencia". Lo que ella no caía en cuenta, es que del odio al amor, sólo hay un paso. María, la criada mas joven de la mansión Neverland, donde actualmente vive Michael Jackson, el famoso c...