Prólogo: Carta 1

8.5K 619 743
                                    

_ _ _ _ _ _ (Tu nombre).

—Vamos, ______, tú puedes hacerlo —me susurré a mí misma.

La palabra «nerviosa» me quedaba corta. Estaba a punto de entregarle al chico que me gustaba una carta en donde le confesaba mis sentimientos. Bueno, entregar no, la dejaría en su casillero. No era lo suficientemente valiente como para entregársela en persona.

Respiré hondo por cuarta o quinta vez en el día. No había nadie en los pasillos escolares. Sólo estaba yo y algunos alumnos pertenecientes a las clases extracurriculares, por lo que nadie me vería dejar mi carta de amor. ¡Pero aun así estaba demasiado nerviosa! Es decir, no todos los días le confiesas al chico que te gusta lo que sientes.

—Se me pusieron los pelos de punta —dijo una voz más que conocida para mí.

«¡Mierda!, ¡están llegando! —Ya no había tiempo de dudar. Lo hacía o no—. Después de todo, el rechazo lo tengo asegurado lo intente o no...», pensé, mientras adentraba el pedazo de papel bien perfumado dentro del casillero de aquél que venía junto a su hermana melliza. Corrí rápido para esconderme detrás de una papelera.

Una melodiosa y perfecta risa inundó los pasillos. Se me puso la piel de gallina con sólo oírlo. «Es tan..., perfecto...».

Abrió su casillero y no pude evitar contener el aliento.

—¡Mira, mira!, es una carta —casi gritó su hermana.

—Oh, me pregunto de quién será... —susurró desconcertado aquel chico que me había robado el aliento en más de una ocasión.

Comenzó a leerla, al tiempo que yo iba rememorando aquello que había escrito hacía un par de semanas:

Querido Puppet:

Te estarás preguntando quién soy o cómo sé tu nombre, pero eso no es lo importante.

Estuve meditando seriamente en si escribir esta carta o no, pero ya no puedo ocultar lo que siento por más tiempo.

Lo resumiré en dos cortas palabras: me gustas. No sé desde cuándo. No sé por qué tú. Tampoco sé los motivos por los que me enamoré de ti, pero lo hice: me enamoré de ti.

Cada vez que paso a tu lado, siento cómo mi corazón late más y más rápido. Cada vez que te veo en el salón de clase, siento cómo mi respiración se corta. ¡Incluso aquella vez en la que me hablaste por primera vez, sentí que estaba más roja que un tomate!, a pesar de que sólo me ayudaste a recoger unos libros que se me habían caído.

Eres increíble. Siempre me haces reír, aunque tus bromas jamás van dirigidas a mí. Y es probable que jamás lo estén. Soy demasiado tímida como para hablarte de frente. Ni siquiera puedo dejar mi firma en esta nota como para que sepas quién soy. Lo siento mucho, soy una cobarde.

Pero, a pesar de no poderte confesar mis sentimientos cara a cara, necesito desahogarme. Necesito decirte que en verdad me gustas y que, si algún día me llegases a conocer y yo te llegase a gustar, querrías que fuéramos pareja.

Con cariño,

Anónimo

El chico miró a su alrededor al terminar de leer mi carta. Me asusté tanto que no hice más que encogerme en mi escondite para evitar que me viera. Cerré los ojos con fuerza, como si eso me hiciese invisible. Aunque, bueno, yo era invisible. Había veces en las que ni los maestros tomaban en cuenta mi existencia.

—¿Qué es eso? —preguntó curiosa Mai.

—Nada, nada, te cuento en casa. —Casi grité de la emoción. ¿Eso era realmente lo que yo creía que era o sólo una mala pasada de mi vista? ¿Puppet en verdad se había sonrojado al leer mi carta?

Marioneta «Puppet y tú» [#FNAFHS] (yuri/lesbian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora