The Feeling

Capítulo dos.

Luego de haber llegado a casa recibí la llamada de Elysandra llorando porque había quedado oficialmente seleccionada como bailarina del tour.

Al escuchar que ella lloraba, yo estaba preparando las palabras de consuelo y decirle que ya habrán otras oportunidades y todo eso pero luego salta y me dice que ha quedado. Me tranquilisé, y ahí si le dije un montón de palabras de felicitaciones.

Eran las 7:00 pm de un día viernes y yo me acababa de dar una ducha para comenzar mi "entretenido" maratón de películas.
Suena el timbre y me levanto con pesadez a abrir.

—Hola!!!— entra Elysandra al apartamento.
—Hola, como estuvo?— pregunto volviendo a tomar el bol con palomitas e instalandome nuevamente en el sofá.
—Como puedes imaginarte! Increíble!!— explica mientras rebusca en su closet.
—genial, estoy muy feliz por ti— respondo mientras veo como mira ropa, en realidad la escanea y luego la tira a un lado.
—Se puede saber que buscas? Y por qué estás tirando tu ropa al suelo?—
—Sí, iré a la fiesta que dará Justin—
dice tratando de sonar indiferente pero ha fracasado estrepitosamente.
—Ah, la fiesta— respondo mirándola de reojo sabiendo cual será su respuesta.
Me mira ojiplática.
—No me vas a decir nada?!? Estoy diciendote que iré a la fiesta de el famoso y guapo cantante conocido mundialmente Justin Bieber y tú me dices "Ah, la fiesta"?! Que te pasa?— se sienta frente a mi sofá.
—Si te cuento no entras en un colapso mental?— pregunto reprimiendo la risa.
—No, osea, espero, depende de lo sabrosa que sea la noticia—. Sonrío.
—Cuando estabas en audición y te estaba esperando, me encontré en un punto del pasillo con Justin y hablamos, hablamos de tí, nos tomamos una foto y luego me mencionó lo de la fiesta. Fin— dije lo más rápido que pude, pero no lo suficientemente inentendible para Elysandra.
—Que tu qué?!?, con quien?!?— se para bruscamente.
—Ya lo oíste— rompo a reír.
—Sí, oí... Pero... Como? Estás jugando conmigo?— me mira confundida.
—No, no estoy jugando contigo... Te muestro la foto—
asiente y le señalo mi móvil que estaba cargándose sobre la encimera, me lo pasa y se la muestro.
—Serás perra, como no me lo dijiste?—.
—Iba a decírtelo de todos modos Ely, no fue la gran cosa...—
—No ves lo guapo que está?— me mira directamente a los ojos.
—Lo sé, ahora pude darme cuenta que efectivamente es muy mono y guapo—. Asiente.
—Entonces te vienes conmigo— se encoge de hombros.
—No, espera qué?!— me paro y la sigo a la habitación.
—Eso __, ya me oíste— me mira y vuelve a centrarse en mi armario.
—Sí, te oí, pero no pienso ir—.
—Dijiste que te mencionó lo de la fiesta también no?—
—Sí, pero no iré—
—Oh vamos! Será increíble, entre famosos, gente pija y fiestera— suspira.
—Pero que haría yo ahí por Dios!—
—Disfrutar— se encoje de hombros.
—No, ya dije que no, cuando digo no, es no y punto—.

«1 hora después»

—Como crees que voy a usar ese vestido en la fiesta de alguien como Justin, Elysandra?!—. Grito frustrada.

Sí, lo se, soy débil, pero qué podría pasar de malo? Sé que será genial. No hace falta que me lo juren.
Entre salir a un club, con un guapo cantante, a quedarme en casa haciendo zapping, engordando,  aburrida, no hay como equivocarse con la elección.

—Pero es perfecto!— me mira incrédula.
—No! Es zorron!—.

Ahí estaba, en la habitación, medio desnuda, sólo en ropa interior, mirando como idiota mi armario sin saber que ponerme, desechando ropa y vestidos. Definitivamente mi guardarropa tiene que tener una limpieza y renuevo total.

—Ya, ok, puede que sea un poco exesivo pero y este?— me muestra uno negro ajustado, hasta un poco mas arriba de la rodilla, abierto en la espalda.
—Vaya! Ese sí es lindo— me acerco a tocarlo. Es muy suave.
—Pues anda, pruebatelo— me da un pequeño empujoncito.

Lo miro y sin más rodeos me lo pongo, me queda muy bien.
Me miro a el espejo y en realidad me veo bien. Resalta mi piel morena y mis largas piernas.

—Pero mira nada más __! Te ves fabulosa!!— dice Elysandra, que está con un vestido azul morado divino, su pelo lo lleva en una coleta alta y lleva unos tacones negros, se ve fantástica.
—El vestido es muy sexy no crees?—me miro el trasero.
—Pues si, lo es—.

Me pongo unos tacones no tan altos de plataforma gris, llevo mi pelo oscuro con unas ondas naturales, me maquillo un poco, me pongo un poco de balsamo labial de coco y mi chaqueta de cuero negra. Listo.

Una vez listas, a eso de las nueve menos diez salimos de el apartamento, nos vamos en taxi hasta sourt b'ein, un club tranquilo.

—a las diez podemos estár en club street— dice Elysandra.
—Ok, pero mientras podemos hacer una previa entre nosotras—.
—Si, vas tu por las bebidas?— asiento.
—Ok, para mí lo de siempre—.

Me acerco a la barra y pido un vino blanco para Ely y un wisky con cola para mí.

—Ten— le ofrezco su vaso.
—Vaya! Que delicia! Hay que venir más seguido, esto de extrañar el licor no es lo mío— toma un largo trago.
—Lo sé, oye que hay de Eliot?— pregunto. Hace un ademán extraño con su mano.
—Es un puto desastre __, el tío me invitó a España para conocer a sus padres!— explica casi en un grito de exasperación.
—Enserio? Pero si no llevas ni dos semanas saliendo!!— le digo en el mismo tono con unos ojos como plato.
—Lo sé! Ya le dije que por temas de trabajo debía abandonar la ciudad, el hombre parecía desilusionado pero no quería seguir saliendo con él, eso sí habría sido cruel. Cuando dijo que iba a ir a la fiesta de la hermana de su mamá supe que algo andaba mal, pero no hice caso, debí confiar en mi instinto—. Me parto de risa.
—Joder!!—.
—Eso digo yo, joder!... Y como va el trabajo o has hablado con el simio de tu ex?— pregunta.
—En cuanto al trabajo? Me gusta pero no creo que sea definitivo, no es lo mío, sé que pronto me aburriré, y en cuanto a Max... Ha estado llamando, quiere hablar, no sé de que y ni me importa, se lo he hecho saber pero insiste en mandarme mensajes pidiendo disculpas por haberse tirado a la secretaria estando conmigo, no le he respondido pero no acepta la negativa— doy un trago a el vaso tan largo que casi acabo con todo el líquido.
Que fuerte!! Me quema!

—Es un puto estropajo, mandalo a paseo de una vez y recuerdale todos los motivos por los que cortaste con él—. Deja su vaso a un lado.
—Ya lo hice, el muy idiota no sabe lo que es un no, sigue creyendose irresistible y no le cabe en la cabeza como alguien se le puede negar. Es un asco. Pero sabes qué? No quiero hablar de ese trasto porque me saca de mis casillas— dejo mi copa vacía a un lado.
—Me parece! Vamos a demostrarles a esos idiotas que somos mucho mas de lo que ellos merecen— me arrastra con ella a la pista a bailar con Imagine Dragons de fondo.

Cuando se acercan unos chicos nos hacemos unas señas y nos alejamos antes de que puedan llegar.

—Ya son las 10 Ely— digo mirando mi pequeño reloj.
—Pues vamonos!— salimos de Sourt B'ein y tomamos un taxi. Nos vamos directamente a Club street.