Mi Hermanastro | Aguslina

29. "Podemos pasarlo bien".

Carolina Pov's

Él apretó los labios y frunció el ceño. Evidentemente tampoco había pensado en ello.

-Carolina.. -comenzó, con su mano en la nuca y algo nervioso- Sabes que... somos hermanastros. Pero me gustaste muchísimo desde que te vi, y te desee desde entonces.

Alcé la mirada y no pude evitar sonreír y morderme el labio inferior. Era una novedad que él me dijera que le gustaba... ¡y le gustaba muchísimo! Aparte del deseo que era obvio. Era completamente correspondido.

-Tú también me gustas muchísimo. -él sonrió cabizbajo y continuó.

-Pero.. Caro, yo no puedo ofrecerte nada.. nada más que... sexo. - Se encogió los hombros. - Y eso sin que nuestros padres se enteren porque nos matarían.

Bueno, eso me lo esperaba y tenía toda la razón, al menos sabía que me quería tener de alguna forma.

-... Y eso hasta que alguno de los dos tenga una relación con alguien más -continuó- podemos pasarlo bien juntos.

Tragué saliva y sonreí débil. Estaba bien.. Estaba consiente de que algo duradero no podía ser. Iba a ser nuestro pequeño secreto, nadie se enteraría. Aunque no estaba segura de los efectos colaterales que esto podía tener. «Podemos pasarlo bien juntos» Oh, claro que podíamos. ¿Que de malo podía pasar? ¿Terminar peleándonos? Ya estábamos acostumbrados a eso.

Él aún esperaba mi respuesta, quería parecer lo más madura posible, así como él, y que no notara que estaba temblando. Era una mujer y podía controlarme.

-Bien. -me alcé de hombros- pero nada de ataduras, ni posesión, ni celos, ni nada de eso ¿vale?

-Vale.

Rato después pagó la cuenta, cosa que no me dejó hacer a mi, y nos dirigimos camino a casa, iba con una mano en el volante y la otra entrelazada a la mía, me gustaba como se veían.

-Puedes encender el estéreo. -me sugirió y yo lo hice. Comenzó a sonar Nothing else matters de Metallica y sonreí. De repente, quise saber de su vida, de la que solo sabía su nombre, edad y carrera.

-¿Que harás luego de graduarte? -se sorprendió con la pregunta repentina, pero igual respondió.

-Me graduó en Diciembre...

-El próximo mes -le interrumpí y él asintió.

-Para enero me ofrecieron un contrato en una televisora de acá donde trabaja mi padre. Es para papeles pequeños, nada del otro mundo, pero por algo se empieza ¿no? 

-Oh, claro. Luego que te vean en pantalla quedaran encantados.. digo, porque eres buen actor.

-Si tú lo dices. -río sin apartar la vista del volante.

Seguí indagando un poco más de él alegando que era mi hermanastro y debía saberlo y supe que le encantaba la comida, sobre todo la pasta, el rock, los gorros, el futbol, era del América, hijo único y su mejor amigo se llamaba Michael. Eso hasta que llegamos.

-Supongo que aquí termina el interrogatorio. Ya es hora de entrar...-dijo cauteloso.

-Esta bien, estoy bien. Gracias... -me voltee y le di un beso.

-¿No es un beso de despedida, no? Porque te recuerdo que tu habitación está al lado de la mía. -dijo contra mi boca, yo reí.

-No, yo solo... uhm.

Me interrumpió con un beso que me dejó flotando sobre una nube. Subimos sin hacer ruido, nos despedimos en la puerta de nuestros cuartos y al entrar, me tiré en la cama. Aún no creía lo que estaba pasando, aún no creía que tuviera una aventura con mi hermanastro. Mucho menos creía lo que había pasado con Jorge.