¿Será ella? Me pregunté....¡No lo creo! Me dije.. ¡Es imposible! Pensé.. Yo estaba sentado una noche, en el mismo lugar que siempre, observandola. Me preguntaba si ella sería esa persona, todo me hacía creer que sí, pero no estaba muy seguro de eso.
Entró de inmediato, se acercó al mostrador, pidió un café y se sentó muy cerca de donde me hayaba hace 2 horas antes de su llegada. Trataba de no mantener mucho contacto visual para que no sospechara, se me hizo dificil, porque mis ojos no querían despegarse de su hermoso rostro.
El lugar empezó a llenarse y de pronto un hombre se me acercó y se sentó frente a mí. Hablamos durante mucho tiempo, pero yo no podía dejar de mirar a esa hermosa mujer que cada vez que se alejaba, mi corazon latía cada vez más fuerte. ¿Qué me pasa? Me pregunté... Y nuevamente volví a caer en la tentación de mirarla.
En eso el hombre que estaba al frente me preguntó:
-¿Te gusta esa chica no es así?
- Sí - respondí...
- Y ¿Por qué no vas por ella?
- Porque no sé si será ella.
- Discúlpame pero cuando dices: que no sabes si sera ella. ¿A qué te refieres?Cuando le iba a responder, el hombre con ganas de querer ayudar silvó bien fuerte, llamó a un mesero y le pidió que le diga a la chica que el señor de la mesa de la esquina le invita un café.
- ¿Cómo te llamas? Me preguntó..
- Francesco, señor. Y ¿usted?
- Maximiliano, pero dígame Max.
- Bueno Max, ¿Qué me recomienda?
- Pues, ya le invitó un café. Solo le queda ir a hablar con ella.Es en ese momento cuando por fin me atreví a acercarme a ella. Y le dije:
-¿Qué hace una chica tan bonita en un barrio tan peligroso como este?
- ¿Y qué hace un hombre tan apuesto en un barrio como este?
- Pues no lo sé.. ¿Cuál es su nombre?
- Fernanda. ¿Y usted?
- Fernanda... me llamo Francesco, es un gusto conocerla.
- El gusto es mió - respondió sonriendo.Mientras hablamos, a lo lejos, Max me hizo una seña diciendome que ya se iba.
Yo le guiñe el ojo y salió de la cafetería con un cigarro en la mano, quién sabe a dónde se dirigía.Era un día oscuro y frío, era septiembre del 2016, me encontraba en una cafetería conversando con la chica que probablemente sea con quien pase el resto de mi vida, con quien me dará cariño, con quien haré una familia, pero no sé si será la indicada.
Hable por horas con Fernanda hasta que cerro la cafetería y tuvimos que seguir la conversación en la calle. La acompañé hasta su casa y quedamos en vernos al día siguiente en la misma cafetería. Y así terminó la noche...
Octubre...
Estaba sentado en el sillón de mi sala, preguntándome si ella también estará pensando en mí. Es por eso que la llamé para salir, estaba ocupada así que no insistí más.
Decidí colmar mi aburrimiento saliendo a caminar y a respirar aire fresco. Era un día soleado y alegre, los pajaritos cantaban, la brisa rozaba mi rostro y acariciaba mi cabello, la personas estaban felices y a cada saludo sonreían, era un día perfecto.
Cuando regresé a mi casa me dí con la grata sorpresa de que Fernanda me estaba esperando en la puerta y empezamos a hablar:
- ¿No estabas ocupada? - le pregunté
- Cancelé mi cita para estar contigoYo estaba sorprendido y no se me ocurrio mejor cosa que decir:
- Hace calor ¿no?
Ya la fregué - pensé...
- Sí, me muero de calor aquí.
- ¿No quieres pasar?
- Mmm.. ya.Entramos a mi casa, encendí el aire acondicionado y nos sentamos a ver televisión. Luego nos pusimos a conversar y a criticar cómo nos había ido durante la semana. Y terminamos el día con una cena.
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Historias Contadas
Short StoryUn libro que contiene varias historias y todas tienen algo en común, el amor. Historias narradas por los personajes describiendo sus sentimientos y contando lo que cada uno tuvo que hacer para lograr lo que en verdad quería, encontrar a su chica ide...