Síndrome de Estocolmo. | KyuSung |

Sindrome de Estocolmo

—Y cada vez que me enojo de algo, la cabeza me comienza a doler mucho, ni se diga de cuando quiero dormir, no me llega el sueño y solo estoy pensando y pensando. Tampoco he querido comer bien, no me llega el apetito.

Observó como la doctora se encontraba escribiendo todo eso que le estaba diciendo como si de una maquina de escribir se tratara.

Había llegado ahí por recomendación de su Mánager quien le había dicho que se encontraba demasiado raro en las últimas semanas y claro que si. Había aprovechado que tenía un dia de descanso después de todo para visitar a la doctora de su hospital de siempre, solo que se le hacia un poco extraño que esta no hablara tanto, pues seguía en lo suyo y apenas giraba a verle por unos segundos no sin antes desviar la mirada hacia los papeles de nueva cuenta. Revisando el lugar, pudo comprender el porque.

—Usted lo que esta sufriendo es estrés pros traumático, tengo entendido que usted es modelo. ..—Yesung llevó la mirada hacia el póster que descansaba atrás de la doctora, ella misma se había sonrojado por esa mirada, era su fanática—. Tantos modelajes, fotografías, entrevistas. ¿Ha tenido descanso?

Estiró sus manos para después sobar su cabeza tratando de recordar la ultima vez que había tenido un grande descanso.

—Hace. . unos 4 meses creo. Mi empresa me dio un descanso en Hawaii.

—¿Y no ha tenido descanso?

—Ninguno, he estado últimamente en Japón pero me hacen regresar muchas veces a Corea. —Se sinceró dejando salir un suspiro de sus labios. La doctora no tuvo mas opción que comenzar a recetar la medicina.

Por lo que había escuchado bien. La doctora le había mando pastillas para dormir, analgésicos para el dolor de cabeza, y claramente le había sugerido tomar esas vacaciones que tanto anhelaba, si. Llegaría con la receta medica a SM Entertainment para exigir esas vacaciones. Se llevaría a HeeChul si, el también estaba de ese humor al igual que el.

Agradeció a la doctora cuando dio por terminada la consulta y estaba seguro que esta se estaba aguantando las ganas por pedirle un autógrafo, pero estaba en horario de trabajo y tenia muy clara cual era su ética profesional en esos momentos.

Estaba muy seguro que algún dia regresaría a ese consultorio con una foto autografiada por el, pues agradecía que no dijera nada a los medios de comunicación. Se limitó a sonreír mientras se ponía de pie tomando la receta medica que ella le había dado. Observó por ultima vez hacia el póster que estaba pegado a la pared, no era uno tan grande. Su ego subió un poco pero decidió salir para encontrarse con su mánager que estaba de seguro aburriéndose en la sala de espera.

Iba tan concentrado en estar leyendo la receta medica junto a los papeles que dictaban aquel estrés que estaba sufriendo, que no se dio cuenta a la hora que había chocado con alguien lo que provocó que soltara los papeles y alzara la mirada para ver a dicho sujeto.

Él aire se le escapó de los pulmones de tan sólo encontrarse con unos ojos marrones que le atravesaron el alma, su cabello castaño era corto pero se cargaba una sonrisa de media luna en esos labios que le dejaron sin palabras. Si hubiera sido en otra ocasión, quizás le habría dado la mano para presentarse o pedir una gran disculpa por su distracción, pero ni poder darle la mano podía en esos momentos. Aquel sujeto iba vestido de un uniforme café claro que combinaba con esa pálida piel. Lo que mas llamaba la atención, era que a cada lado de este se hallaban dos escoltas de alta seguridad que llevaban esposado a este por la espalda.

—Hey muchacho, deberías tener mas cuidado —Uno de esos guardias se había encargado de tomar sus papeles tirados para entregárselos.

De forma torpe tuvo que despegar su mirada de aquel preso que seguía mirándolo sin siquiera parpadear. Se sentía intimidado y sólo le quedo mas que agradecer aquel señor mientras tomaba los papeles para hacerse a un lado para dejarlos pasar.