Verdadero

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-...quedarte sin imaginación es como estar muerto.- aquellas habían sido las palabras de Yuri Plisentski, el vándalo ruso quien se encontraba viendo como patinaba Viktor Nikiforov en el Ice Castle, junto al japonés Yuri Katsuki, con quien se había encontrado en la entrada del edificio.

El rubio había llegado a Hasetsu con la única intensión de encontrar al peli plateado y llevárselo de vuelta a Rusia para que este se convirtiera en su entrenador, sin embargo, el mayor al escuchar la razón de su llegada meditaría la situación terminando por realizar un campeonato de patinaje entre los dos Yuris. 

Quien ganara tendría el derecho de tener a Viktor como su entrenador, y quien tuvo tan grato honor de ser entrenado por la leyenda viva del patinaje fue nada más que el japonés Yuri Katsuki. 

Luego de la premiación y de enterarse por parte de Yuko Nishigori, amiga del Yuri japonés, que el rubio había partido a Rusia antes de saber el resultado final se encontraban festejando en el hotel. Tanto los padres del pelinegro, como los amigos y hermana de él se encontraban dormidos por la borrachera, cada uno en sus respectivas habitaciones, excluyéndolo a él quien se encontraba sobrio por obedecer las palabras de Viktor.

-Yuri, como tu entrenador te prohíbo el alcohol. Tienes prohibido hasta tomar una gota de alcohol, ¿me escuchaste bien?- recordaba el pelinegro recostado en su cama con una sonrisa adornando su rostro y una risa saliendo de sus labios debido a que luego de que Viktor le había prohibido el alcohol este había agregado que tampoco tomaría, algo que sólo dijo para que el pelinegro se quedara tranquilo sabiendo que no sería el único sobrio, pero después de que pasarán cinco minutos de haber dicho eso el ruso se encontraba bajo los efectos del alcohol.

Unos golpes en la puerta de su habitación lo hicieron reaccionar dando un pequeño salto en su cama. Levantándose para ir a abrir la puerta se encuentra con Viktor quien traía dos copas y una botella de Champagne.

-¡Yu~ri! ¡¡Tomemos!!- exclamó el ruso en un volumen moderado para no despertar a los demás que ya dormían. 

-¿¡Vi.viktor!? ¿No que me habías prohibido beber alcohol?- preguntó Yuri con un pequeño sonrojo en sus mejillas debido a que el Ruso se encontraba con el torso desnudo.- Y... y ¿¡Qué haces caminando a estas horas de la noche con el torso desnudo?! Te puedes enfermar.- cuestionó haciéndose a un lado, dejando pasar a Viktor a su habitación. 

Cuando Viktor ya se encontraba dentro de la habitación de Yuri admiró como la paredes de esta estaban adornadas con pósters de él.

-¡Yu~ri! No sabía que eras tan fan de mí hasta el punto de tener pósters.- hablaba el ruso admirando más de cerca los pósters.- ¡Ah! Este póster es de cuando tenía el cabello largo usando el traje que usaste esta noche; ooh... Mira, este es un póster de mi con Macchacin de cachorro. Que nostalgia. 

-Ahh.... Viktor, ¿por qué no mejor te ayudo a abrir la botella?- habló Yuri tratando de desviar la mirada de Viktor de los pósters.

-No es necesario, ya está abierta.- respondió este con una sonrisa adornando su rostro acercándole una copa al pelinegro para servir Champagne.- ¡Salud! - exclamó alzando la copa.- ¡Por el triunfo de Yurio!

El pelinegro al escuchar el apodo del rubio pensó que Viktor lo había dicho debido a su ebriedad, pero si no fuera por eso, Yuri sabría que el ruso celebraba anticipadamente una victoria por parte del rubio. 

Sin más, ignorando aquel "error" bebió del contenido de la copa. Por otra el parte el peli plateado rezaba porque Yuri no se hubiera dado cuenta de su pequeño "error" mientras tomaba, también, del contenido de su copa.

A los dieciséis años el ruso lograba sorprender a todos los jueces del patinaje sobre hielo y a la audiencia que lo admiraba, sin embargo el pasar el tiempo el peli plateado va perdiendo poco a poco su creatividad provocando que ya ninguna persona se sorprenda tanto por sus programas, pero cuando vio al pelinegro realizar uno de sus programas por Internet le surgió una brillante idea. Se convertiría en el entrenador del japonés, de esa forma los reporteros darían la noticia de que Viktor está entrenando a alguien y con ello su fama volvería a la televisión. Pero aquello no era todo el plan del ruso para obtener más fama; haría enamorar al pelinegro de él, se convertiría en su novio, así la televisión no dejaría de hablar de él y de su "relación" y el ver que Yuri tenía varios pósters sobre él le daba una gran ventaja a la hora de conquistarlo.

Verdadero (Victuri - mpreg) #YoIceAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora