Cap. 1 Nuevos vecinos.

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Hoy es nuestro último día de verano. Y mañana tengo que entrar al colegio, estos días pasaron rápido. Entro al tercer semestre de la preparatoria, aunque ya extraño a mis amigos no quiero entrar a la preparatoria con su mundo del estrés, tarea, ensayos, exposiciones, y cosas que quizá ya sepas porque quizá te ha pasado.

Bajé a desayunar porque en la tarde íbamos a ir al súper mercado por las compras.

- ¡Hola! ¡buenos días! -saludé mientras le daba un beso a mi madre.

- Camila. Hija, te necesito -dijo mi mamá mientras miraba su celular y luego subía su vista hacía mí.

- Por supuesto, dime, ¿qué necesitas?

- Invité a las 8:00 p.m a cenar a los nuevos vecinos y...

- ¡¿Nuevos vecinos?! -la madre de Camila no terminó la frase cuando ya ella estaba protestando.

- Sí, hija, se mudarán frente a nosotros. Sólo lo digo para que estés lista. No vayas a tomarlo por sorpresa, y, ponte algo bonito que te he comprado -dijo mientras señalaba una bolsa gris al lado del televisor.

- Está bien -me acerqué a la bolsa y la abrí, tenía una falda y zapatillas, horrorosas- está muy linda, no puedo esperar para probarmela.

Me sirvió el desayuno y me senté en la mesa. Mi madre sabe que odio las faldas, pero la iba a complacer. Desayuné, lavé mis trastes y subí a mi cuarto a cambiarme para ir al centro comercial para el súper mercado para comprar las cosas de la cena. El camino fue rápido, ya que había poco tránsito debido a que había mucha lluvia.

Cuando llegaron escampó un poco y el sol empezó a salir. Nos bajamos y mi mamá empezó su tour por el súper mercado.

Luego de dos eternas horas de mi madre viendo que producto tenía menos colesterol llegamos a casa a preparar la cena.

- Hija ayudame -dijo la madre de Camila sacando una tabla para picar.

- Está bien.

Mientras mi mamá preparaba el pavo yo hacía un delicioso -en mi mundo- pastel.

- Ya me voy al salón de belleza. Cuidame el pavo y lo envuelves en aluminio -tomó las llaves del auto- luego te arreglas tú, que ya son las 5:30 p.m. tienes dos horas para hacer todo. Quizá yo llegue más temprano y te ayude a terminar.

- Ok mamá.

Luego de un rato que terminé el pastel, el pavo todavía estaba en el horno, pensé en esperar a mamá y sentarme a revisar mi celular. Cuando estoy a punto de desplazarme en la posición más cómoda posible escuché que tocaron la puerta.

No puede ser, falta una hora ¿Será que se equivocaron? O ¿mi hora está mala? -pensé- algo debe estar pasando, no estoy lista.

Decidí abrir la puerta, no importa lo que pasara, era decisión del destino. Me vi con la sorpresa que era mi mejor amiga Ally.

- ¡Ya era hora! Llevo media hora tocando esta puerta acaso ¿estás sorda?

- No es eso.

- Dispara.

Le conté todo de los vecinos, que estaba tan ocupada con esto que se me había olvidado que mañana comienzo clases.

- Wow, ya sabes, si uno es lindo ¡Me lo quedo! -dijo Ally levantando un puño en expresión de victoria.

- No son objetos, si no quieres que te traten como uno, tú tampoco trates así.

- Puedo ayudarte a arreglarte.

- Está bien, me voy a bañar. Por ahora quiero que estés pendiente con el pavo

- Ok me avisas para ir a elegir tu ropa.

- No te preocupes, ya la tengo -dije mientras subía las escaleras- mi madre me compró ropa nueva.

Luego de veinte minutos, salí y me vestí, cuando bajé estaba mi mamá conversando con Ally. Ally no hablaba mucho, pero igual era cariñosa.

- Pensé que habías muerto -dijo mi madre viendo la hora en su reloj de pulsera- ya era hora que estuvieras lista.

- Vamos Camila sube, es hora de maquillarte -dijo Ally tomandome de la mano. Pero en ese instante todas escucharon que alguien tocó la puerta- rayos -bufó- de todas maneras te ves bien, yo me tengo que ir.

- Luego te cuento todo.

Abrí la puerta y Ally salió y cuando vi...

Escrita por:
AnaValeriiaGonzalezR

Escrita y editada por:
-CoffeeSmoke-

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Los Gemelos Mendes. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora